Aguantar la respiración hasta que todo se solucione. Como costumbre. Permanecer en estado de alerta, en stand-by, sin concentrarse en nada más. Dentro de diez años nos reiremos al recordar en la distancia cómo durante unos días diez años atrás nos preocupamos por lo que dentro de diez años nos parecerá una chorrada. Pero diez años atrás, ahora mismo, pensando en lo que nos ocurre, retenemos la respiración, como costumbre, convencidos como estamos de que si nos permitimos respirar durante un segundo, será la señal de que hemos bajado la guardia y si bajamos la guardia tan sólo por un segundo, entonces nada se solucionará y todo habrá sido por nuestra culpa.
Lector, que te aventuras por estas páginas, es improbable que compartas, entiendas o comulgues con mi visión de las cosas. No busco convencerte de nada. Bref, no tengo más propósito para escribir estas líneas que el deseo y el placer de hacerlo... Los culpables: Una vida de película Mi madre la reina
domingo, 24 de mayo de 2015
Apnea
Aguantar la respiración hasta que todo se solucione. Como costumbre. Permanecer en estado de alerta, en stand-by, sin concentrarse en nada más. Dentro de diez años nos reiremos al recordar en la distancia cómo durante unos días diez años atrás nos preocupamos por lo que dentro de diez años nos parecerá una chorrada. Pero diez años atrás, ahora mismo, pensando en lo que nos ocurre, retenemos la respiración, como costumbre, convencidos como estamos de que si nos permitimos respirar durante un segundo, será la señal de que hemos bajado la guardia y si bajamos la guardia tan sólo por un segundo, entonces nada se solucionará y todo habrá sido por nuestra culpa.
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