El humo de las amapolas huele a jazmín marchito y a barco de vela,
A puertos lejanos, a ola, a resaca, a mar, a luna, a noches en vela.
El humo de las amapolas huele a almizcle y a sexo,
al vello de tu pubis en el que me refugiaba
Y con el que rellenaba frascos de recuerdo.
El humo de las amapolas huele a risas y a sueños,
A terrores nocturnos, a lágrimas, a euforia,
Al algodón de azúcar que dejaba la piel desnuda pegajosa.
El humo de las amapolas huele a soledad.
El humo de las amapolas huele a rímel que se corre,
A carmín de labios inseguros, a pieles que se demacran
A miradas que se arrastran.
El humo de las amapolas huele a tu adiós y a mi ausencia.
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