Mañana, al alba, cuando el sol ilumine todas las cosas,
partiré.
Cruzaré sierras y ríos y campos de siega,
viajaré sin descanso,
de día y en las horas de tiniebla.
No temeré al frío al calor ni al hambre,
no portaré conmigo más equipaje que el corazón ligero,
más alimento que la promesa de nuestro encuentro,
y tu recuerdo por toda agua.
Aligeraré mi zancada,
pues tengo contadas las exhalaciones de mi aliento,
un latido por cada paso que de ti me separa.
Viajaré por la penumbra,
fuera de este mundo al que aborrezco
hasta yacer sobre tu tumba,
Tú, mi hija, mi vida, mi amor eterno.
PD: a raíz de un recital de poesía, me pidieron unos poemas en lengua francesa y el "Demain, dès l'aube" de Victor Hugo fue uno de los escogidos. Es duro, muy duro, tan duro como la pérdida de un hijo. Aquí mi pequeño homenaje.
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