sábado, 12 de octubre de 2013

Las mañanas de otoño

El frío de las mañanas de otoño. Lo echaba de menos. Lo mismo que el calor me tira de la cama, el fresquito me engandula, me vuelve perezosa. Cuando me despierto y hago el amago de levantarme, al destaparme, me vuelvo a tapar inmediatamente en busca del calorcito de las sábanas. Y me hago siempre la misma pregunta de cuándo fue la última vez que me quedé todo el día en la cama. Debería haber un día al año en que estuviera prohibido salir de ella.

Buenos y adormilados días!!!


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