Sábado por la mañana. Misma rutina mañanera de siempre. Encender el rúter, coger el móvil y comprobar las notificaciones. Vistazo rápido al whatsapp. Pues no. No se trataba de un capricho pasajero. Mi wiko ha decidido a lo mutis por el foro borrar/ignorar/suprimir/anular/aniquilar a la mitad de mis contactos. Olé. Indiscriminadamente y sin miramientos. De tal forma que puedo llamar a mamá pero papá ha pasado a ser una serie de números aleatorios completamente desconocidos. Intento entrar a contactos para medir la amplitud de la catástrofe. Pero mi wiko ha decidido que tampoco me deja. Y todo ello a una hora de irme a la playa a años luz de cualquier ordenador o módem que me solucione la papeleta. Tras cinco intentos de reinicios y de pedirle amablemente a mi Wiko que recapacite, acudo al Sr Lobo de las TIC, o sea a mi hermano. Mensaje de auxilio al grupo familiar del whatsapp cuyos miembros no reconozco más que por las minifotos de perfiles. O sea que bien podría estar comunicándome con cualquier otro grupo llamado familia García. Ya no están la mayoría de ellos, son números y no más. Sólo queda mamá. Mi hermano abierto las 24 horas del día me da en seguida la solución. Al android se le va la pinza de vez en cuando así que sólo tengo que restaurar el móvil. ... ... ¿Restaurar el móvil es eso que se hace y que hace que el móvil se quede sin todo lo ocurrido y descargado a lo largo de estos últimos dos años y pico y que me vuelva a hablar en franchute como en nuestra primera cita? Dos años y pico, ahí está el problema. El wiko como cualquier otro aparato occidental made in china tiene programado su autodestrucción para cuando se acabe la garantía. Uuufff. Me tomo el finde para plantearme la reprogramación o sacrificar a la mitad de mis contactos. Difícil elección.
Domingo tarde. La decisión está tomada. Un teléfono que no me deja llamar a Papá no me sirve de nada así que he procedido a formatearlo. Y ha funcionado. He recuperado mi libreta de contactos, a papá, a los demás miembros de la family, a mi marido perdido también, ya vuelvo a comunicarme con gente con nombres y no sólo con números, vamos, que la operación ha sido todo un éxito. La pantalla del móvil se ha quedado pelada pelada completamente pero bueno nada que no pueda encontrar en la play store.
El caso es que animada por mi éxito telefónico me he lanzado a la ardua tarea de conseguir que mi marido conectara por fin el móvil al ordenador, cosa que lleva ya unos días intentando. Y NO, SEÑORES DEL SAMSUNG, NO HE TENIDO QUE DESCARGARME EL KIES PARA CONSEGUIRLO. O mejor dicho sí. Me lo he descargado y he tardado tres intentos en desinstalarlo de mi portátil. No quiero esa mierda en mi ordenador (y agradecedme que directamente no lo llame puta mierda).
Después de mucho bucear, esto es lo que lo ha solucionado ipso facto:
- configuración/ajustes; desarrollo; depuración de usb; desconectar.
Y por ello, desde aquí quiero darles las gracias al Sr Lobo y a todos esos anónimos que nutren foros y foros al infinito con sus comentarios con el único propósito de hacernos la vida más fácil. A todos ellos, THANK YOU. ¡¡¡Feliz semana!!! :))