jueves, 27 de febrero de 2014

Bye bye whatsapp.

(Ojos desorbitados)
Tíaaaaaa, ¿que has hecho QUÉEEE??????

Que me he quitao del wassap.

Pero ¿por qué has hecho eso tíaaaaa?????

Porque me caducó anoche.

Pero si sólo costaba un euro renovarlo, ¡¡¡tíaaaaaa!!!!

Ya, pero es que no me apetecía pagar un euro.

¡¡Tíaaaaaa!!!!!



¿En serio quieres saber por qué no he querido pagar ese euro? Te lo digo, porque en los últimos meses no es que te haya importado mucho lo que hacía o dejaba de hacer. A todo me contestabas con tus jejeje y tus emoticonos; que por cierto odio, ¿lo sabes?

No te he querido decir nada antes, por si me ibas a tomar por tontica o por rarilla, por si me intentabas convencer de seguir en la secta esta, pero es que se me hacía insoportable esperar al 22 de marzo.

Tú ya me conoces, o eso creía yo, y sabes que la mayoría de las cosas las hago sin pensar, que suelo funcionar a impulsos, que la reflexión nunca ha sido lo mío.

Así que anoche, al despertarme a las 5, ¿te acuerdas que te lo he comentado ya, que llevo un tiempo despertándome en mitad de la noche? Claro que entre foto y foto de tíos guarros que me mandas, no sé si me habrás hecho mucho caso. Pues esta noche lo he visto cristalino. Me he despertado con lo que viene a ser un absceso de genialidad. Y esta mañana, mientras desayunaba, he cogido mis bártulos, mis contactos, mis grupos, mis historiales, mis archivos recibidos, mis conversaciones, bueno, realmente se lo han quedado todo ellos (política de la empresa) y me las he pirado. ¿Tú sabes que cuando ya estás a punto de desinstalarlo te dicen algo así como que no puedes eliminar esa cuenta. ¿Cómo que no puedo eliminar mi cuenta? ¿En serio? Le he dado al botón y ya está..

Y ahora, después de muchas semanas, no te lo creerías, pero me siento por fin LIBRE.

(Por qué asociaré siempre libertad con estar desnuda... puede que sea una naturista reprimida y acabe mis días en alguna comunidad hippie criando cabras y cultivando ecologías desnuda. No descarto nunca nada de antemano. Excepto volver a esta mierda).

Porque se me estaba quedando cara de mensaje de texto, plano, monocromo, entre sonrisa y sonrisa ictérica.
Porque estaba harta de estar aquí metida, de farmacia de guardia, abierta las 24 horas.
Porque mi móvil no se ríe, no llora, no se desespera. Mi móvil no me toca, ni me da un achuchón cuando lo necesito, ni un abrazo, ni una caricia. Por más que me ponga morritos, nunca me ha besado. Tampoco se cabrea conmigo, no me reprende, no me ladra. No se sonroja ni mira hacia otro lado si me paso cuatro pueblos. No me habla con tono cortante para que me calle, ni en tono conciliador cuando quiere que le perdone. Mi móvil tiene el tacto frío y resbaloso. No tiene olor, no tiene aliento, no tiene piel que se le erice.
Porque a pesar de estar en comunicación con todo el mundo, nunca me he sentido tan incomunicada.

Y luego están las miradas. ¿Te acuerdas cuando una mirada lo decía todo? ¿Te acuerdas cuando compartíamos miradas?



Pues eso tía. Que si alguna vez quieres hablar conmigo, ya sabes dónde estoy.


Feliz puente de Andalusía!!!







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