Lector, que te aventuras por estas páginas,
es improbable que compartas, entiendas o comulgues con mi visión de las cosas. No busco convencerte de nada.
Bref, no tengo más propósito para escribir estas líneas que el deseo y el placer de hacerlo...
Los culpables:
Una vida de películaMi madre la reina
jueves, 19 de septiembre de 2013
Y a pesar de todo
la sonrisa sigue ahí, en medio de la cara, perenne, inevitable.
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