martes, 16 de octubre de 2018

La metáfora del gato y de la cuchara II

El caso es que la niña trajo ayer tarea. Mucha tarea. De lengua, sociales y mates. Algo de una criba del atóstenes, cuatro preguntas resúmenes del tema  de los trogloditas y ejercicios de lengua. Porque hay dos clases de profes. Los que anualmente optamos al título del más popular y "les enfoirés"que mandan millón y medio de tarea todos los días, no vaya a ser que a los angelicos se les olvide la cara que tienen. Vamos a ver señores. Y ahora, ¿cómo compagino todo esto con las clases en el conservatorio, el ballet, el inglés, el chino y el curso de programación? Que me lo expliquen. 

Total, después de comer, la niña se sienta en la cocina (gástate un pastizal en un trendy office del Ikea para que acaben haciendo los deberes en la cocina) desde donde a voces nos va preguntando sus cosas de lengua. Que si comparación, que si hipérbole, y ahí es donde surge la gran pregunta de la tarde. "Decidme una metáfora con un gato y una cuchara". Medio atontada en el sofá del salón, mi cabeza empieza a darle vueltas al gato y a la cuchara. Una metáfora, hasta donde yo recuerdo, es una comparación sin nexo. pero ya no recuerdo cómo se hacía. Cojo el móvil y busco en el chrome, ejemplos de metáforas

Tus ojos son dos luceros. 

Mi gato es una cuchara. La cuchara es un gato. WTF. Pienso en el gato y en el lugar en el que puedo encajarle una cuchara. Mae mía, ni al que aso la manteca. Pienso en las circunstancias que llevan a un ser a concebir semejante enunciado de un ejercicio. Venga, en serio. 
- Nena, ¿te vale lo de "quiero ser el gato que lama tu cuchara"?
- Pero ¿cómo va a poner eso?
- Dime tú alguna, listo.
- Mi gato tiene cola de cuchara.
- ¿Y cómo es una cola en forma de cuchara?
- Pues con la punta más ancha y aplastada.
- O sea que tu gato es un castor.
- mejor dicho, un ornitorrinco. 
- Me quedo con lo de "quiero ser el gato que lama tu cuchara". Nena, ponlo.
-¡Mamá!
- Eso no lo puede poner.
- A ver y esto. Se comió el bizcocho de la forma en la que un gato lame una cuchara... Mierda, esta tampoco vale, que es una comparación... Pon lo de la cola en forma de cuchara.

PD: Sí, claro que lo busqué en internet. Y ¡ô sorpresa! Hay en google 81.400 resultados sobre la metáfora del gato y de la cuchara. Pero ninguna respuesta parafraseable. Hay que joderse. Que está en Primero de la ESO, no haciendo un máster en estudios hispánicos. Deseandico estoy de que llegue la niña hoy para preguntarle cuál ha sido la solución de la seño. Que espero que tenga una y convincente y no copiada del rincón del vago. Porque si no vamos a solicitar una entrevista para saber el propósito de la metáfora. Que la dichosa metáfora me ha costado  una siesta y dos entradas del blog. 

Que pasen un buen día. 


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