viernes, 14 de septiembre de 2018

Las leyes de Newton. Fuerza (II)

La decisión estaba tomada y era irrevocable. Me apuntaría al gimnasio.

La siguiente pregunta fluyó naturalmente: ¿Qué indumentaria y equipación se requerían para ir al gimnasio?

Sí que había visitado gimnasios con anterioridad, de hecho este en concreto muchas veces, a esperar a que las niñas acabaran sus clases de spinning. Pero de eso que sin querer, al toparse la mirada con semejante despliegue de pechos y de bíceps vigorosos, se abren los ojos y se dilatan las pupilas desorbitadamente, y automáticamente el cuerpo se encoge en la silla y fija la mirada hacia el suelo, el móvil o la "Voz de Almería" para aparentar impasibilidad y evitar la agitación del resto de sus miembros. En esas condiciones, siempre fue imposible determinar qué es lo que llevaba nadie.

Equipación adecuada para la práctica de actividades deportivas varias que se realizan en un gimnasio:

- ropa deportiva.

Tenía un chándal bicolor rosa y marrón claro "de marca" comprado en rebajas de aquella vez  que decidí,  justo después de dar a luz a mi segunda hacía ocho años, ponerme en forma corriendo por la rambla de Albox. Jamás he sentido tanto dolor como tras aquel único minuto y medio corrido. Pero eso ahora no es reseñable. Ocho años después, el chándal seguía como nuevo y me quedaba un poco ancho de piernas pero medianamente en condiciones. 
¡ERROR! 
Una  no puede ir de cualquier manera a un gimnasio y mucho menos ataviada con un chándal enorme color marrón claro si no quiere acaparar todas las miradas.
Como norma no escrita, las mujeres van con mallas, los hombres con pantalones cortos y todos con camisetas de lycra. Es así. Y el color camuflaje que usan las mujeres es el rosa fosforito para top y el negro para las mallas. Hay tantos tops rosa fosforito y mallas negras que una ni se reconoce cuando se mira en el espejo. "¡Mírame qué cuerpazo y cuánto peso levanto! Ah no, que yo no soy esa, que yo soy la que está justo detrás sudando como un pollo en el press de banca".

(El camuflaje es imprescindible en los primeros tiempos como os contaré más adelante)

Son las tres y media de la tarde y urge obtener todo lo necesario pues es fundamental comenzar con el plan a día 1 de septiembre. (Porque esto es como dejar de fumar, como no lo hagas el día 1 de enero, el día 2 ya es tarde, y es asín)

¡Qué sería de nosotros la clase media sin el decathlon! ¿Os acordáis cuando la ropa deportiva "especial" tenía que comprarse en tiendas deportivas "especiales" de marcas especiales y CARÍSIMAS??? En un viaje me agencio un par de mudas conjuntadas (una de ellas, la consabida equipación de camuflaje), un par de toallas medianas para el sudor, un bidón para el agua, un par de sujetadores/top fitness, una gorra, una cinta, un pulsómetro, un porta-smartphone, unos cascos inalámbricos, unas chanclas, un bote para el champú, otro para el gel y otra toalla grande para la ducha.

¡¡¡Y ya estoy preparada para dar el gran salto!!! (con toda la felicidad, excitación y nerviosismo que implica embarcarse en una nueva etapa de mi vida)

¿Cuál es el plan?

Pues ir al gimnasio.

¿Y qué vas a hacer en el gimnasio?

... Gimnasear.

... ¿Cuáles son las actividades que te gustaría realizar en el gimnasio?

Pues... no sé... hacer cosas de gimnasio... ya tú sabes... cosas

¿Te quieres apuntar a clases de spinning, de zumba, de crossfit?

Nops. No voy al gym a hacer amigos

¿Aeróbicos, anaeróbicos, mantenimiento?

....

Y esto también es fundamental. Cuando una se apunta al gimnasio tiene que ir con un plan. Y finalmente, después de consultar in extremis unos pocos gurús e influencers fitness, me decidí por una combinación de cardio y fuerza, con un objetivo muy claro: conseguir el cuerpo 10.


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