miércoles, 6 de noviembre de 2013

De Fargo (o del hombre desestructurado)

Como ya advertí anteriormente, después de aquella sobredosis de machoman a lo buscoaJacq's, mi cuerpo serrano sentía la imperiosa necesidad de cargarse de positividad mujeril y una cosa llevó a la otra y así acabé anoche viendo por enésima vez Fargo.

Y esta mañana me he levantado como nueva. Y contenta. Lo cual últimamente es en si un logro.

Qué difícil me resulta siempre escribir elogios. Tan difícil como hacer la pelota, lamer culos o chupar mmm, ya sabéis, cosas... (a elegir). Y esto no es nada por lo que sentirse orgullosa. Porque hay cosas y personas que merecen ser elogiadas. Hay que ver. Con lo poco que me cuesta criticar. Y eso que me callo. Eso debería darme qué pensar. Pero no me apetece ahora.

I love Fargo and I love Marge. Con toda esa sangre, sus tropecientos asesinatos truculentos, su mezquindad, su aberración, su frío, su gris, me encanta!!! 

Yendo esta mañana para Macael y pensándome esta entrada, me preguntaba el por qué. Y de pronto los vi a todos: el poco hombre, el autoritario, el mezquino, el raro, el putero, el cortito, el sinvergüenza, el asesino, el acosador, desastres, espantos... ¿el marido? se libra un poco por contigüidad porque por lo demás... Y de pronto en medio de todos ellos  destaca una mujer, tan embarazada, paciente, dulce, profesional, sencilla, correcta, valiente, eficiente y tan vecina del cuarto.

Como una versión gore del "sonrisas y lágrimas" más cute, un decir "tú puedes, porque no sólo es lo que debes sino porque es lo que quieres hacer", y si entre tanta sangre, el mensaje final es tan bonito , pues yo por ella, como twittean mis alumnas, me derrito.

Sonrisa.

A por lo que queda de miércoles!!!



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