Cualquiera que lo haya visto puede suscribir el estado lamentable que ofrece ahora mismo mi pelo. Que haya gente que pueda salir a la calle sin plancharse el pelo me parece loable, enhorabuena a todos ellos, pero en serio, ¡en qué estaba yo pensando!!! ¿habéis visto mi pelo hoy? No es decente, es la media melena lanuda y trasquilada de un adolescente ochentero más preocupado por encerrarse en el baño a reventarse granos que en visitar una peluquería de personas. ¿Y mi flequillo? Un manojo de paja. Horrible, épouvantable, affreux!!! Que no me ha quedado más remedio que hacerme una cola para disimular el esperpento. Pero no pienso pasarme el resto de mi vida coleando!! Esto sólo lo soluciona una profesional y es urgente. Pero claro, ante las previsiones de no cobrar hasta el día 5 de febrero, cómo me gasto yo ahora 100 euros en un tratamiento de choque. Nada, lo de siempre, que como se quejaron tanto algunos por no cobrar la extraordinaria, en lugar de estarse callaítos, la presi dice ahora que hasta el día 5, nanay de la china. Entre tú y yo, creo que ha obligado a su marido a dejarla preñá para adelantar las elecciones. -Manolo, ¡que me preñes!!- -Cariño, a nuestros años.- -¡Que te he dicho que me preñes, y es ¡¡ahora!!- Así me imagino la escenita de la mo-. Bueno, mejor me callo. Así que como no tengo 100 euros que gastarme en un tratamiento de choque revitalizador y súper hidratante, he pensado en ir a la escuela de peluquería del instituto. Está tirado de precio. Pero tengo miedo. ¿Y si salgo con el pelo de colores? O a lo camionero. Y con la comunión de la niña. No sé qué hacer. Lo dicho, una catástrofe. En fin.... ¡Feliz jueves!
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