No, chicos, me niego, ya sé que pensáis que es un himno vuestro, pero me niego, por ahí no paso, la versión de Geri Halliwell es de nosotras las mujeres que nos sabíamos de memoria la canción de las Spice Girls, que nos repartíamos cada una de ellas y que nos atrevíamos con la coreografía;
esa canción es nuestra, de todas las que nos hicimos adultas siguiendo el modelo de consumo abusivo de tabaco y vino como solución para casi todo de nuestra amada e idolatrada Bridget Jones, adalid de todas esas mujeres que por muy imperfectas que seamos curiosamente parecemos dotadas de un sexto sentido para apartar al gilipollas y quedarnos con el bueno; ya sabéis, esa clase de chicas;
esa canción es nuestra porque cuando una tiene la nariz del tamaño de un pimiento debido al abuso de kleenex, los ojos llorosos, lleva todo el día con las catorce capas de rigor sin que se le haya quitado todavía el frío y que aún sabiéndose a punto de morir por catarro severo, mañana madrugará y será el día más frío del año sin duda y estará a la intemperie en una sierra muy fría y con un viento muy frío y andará dos horas para ver una encina gigante de la que está loca por tomar una foto porque sólo la ha conocido en fotos y ama esa encina y lo hará pese a que toda la gente cuerda que la rodea le ha desaconsejado que lo haga,
pues esa canción es nuestra, es mía, porque cuando una está hecha un mojón humano, una caca vaya, y suena esa canción en la radio, pocas como ella consiguen levantarla y que le entren ganas de bailar y de gritar "¡te quiero nena, no hay nada que no puedas hacer!!". Oh yeah.
Besis, ¡¡feliz finde!!! :))
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