Me estaba aburriendo, no es que sea muy frecuente pero a veces me pasa. El caso es que me aburría muchísimo así que me puse a juguetear con el móvil. Bueno, juguetear no es el término exacto. Toquetear tampoco. Pero tampoco encuentro la palabra exacta que defina lo que estaba haciendo. Debería existir un verbo para esa acción de ir de una aplicación a otra, de darle a los iconos sin ningún objetivo ni convicción alguna, repasar maquinalmente los muros, los tweets, las visitas, los mensajes, los estados, las noticias, las novedades, las banalidades, esperando encontrar no se sabe muy bien qué pues no se sabe muy bien tampoco lo que se está buscando. Y así fue como a lo tonto a lo tonto, me metí en el whatsapp pongamos que a revisar estados. Sí. Por ejemplo. El caso es que no sé muy bien a qué botón le di que de manera repentina me apareció la opción "pagar por xxx". ¿¿Cómo?? ¡¡¡Pagar por xxx!!! ¿Realmente Whatsapp me iba a permitir pagar por xxx? ¿Estaba yo soñando? Y entonces mi imaginación, hasta ese momento aburrida, se vio repentinamente estimulada intentando averiguar los servicios por los que me estaban ofreciendo pagar. ¿Os imagináis? ¡Sonrisa!¡¡Feliz sábado!!!
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