Mira. Es fácil. Te acercas y me besas. Que eres un patoso no te lo discuto, pero si tropiezas tienes dónde agarrarte. Y no puede ser tan difícil acertar con mi boca. Y si me besas la oreja, tampoco pasa nada. Mira, tropiezas te agarras me besas la oreja te busco la boca nos besamos y ya está. ¿Ya estás sonriendo? Pues entonces bésame ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario