Vamos a ver. Hay mujeres que lucen escote lo mismo que las hay que no lo hacen nunca. Pero en esta vida no hay que suponer nada y mucho menos presuponerlo. El que yo lleve escote no implica que me guste que me echen miradas lascivas al mismo. De hecho me irrita. Y a veces es tal la sutileza que he tenido que fingir indignación y pudor. Sip. Aún recuerdo con estupor aquel mediodía de selectividad cuando nada más empezar, uno de los correctores, profesor de facultad, se dirigió a mí con premura para loarme con un "¡Así me gustan las mujeres, que enseñen las tetas!" circunstancia que aproveché flemáticamente para durante la hora y media subsiguiente ayudar a mis alumnos en la realización de la tarea de francés a cambio de una no denuncia por acoso sexual. El que ande escotada no es para que me miren los atributos con descaro sino simplemente para disfrutar mientras camino de una visión divertida a la par que bonita. De la misma manera que andaría todo el día con el manubrio penduleando de haberme tocado como condición la de tornero fresador. Un ejemplo.
Si al menos hubiese sido el George Clooney. Ains...
No se lo tomen demasiado en serio y buen comienzo de semana!!! :))
(Superando por momentos el nivel del blog en general)
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