Lector, que te aventuras por estas páginas,
es improbable que compartas, entiendas o comulgues con mi visión de las cosas. No busco convencerte de nada.
Bref, no tengo más propósito para escribir estas líneas que el deseo y el placer de hacerlo...
Los culpables:
Una vida de películaMi madre la reina
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Sonrisa
A veces, no siempre, pero sí de vez en cuando, a una noche horribilis le sigue un día no tan horribilis.
Y a veces basta una palabra, o dos, para poner una enorme sonrisa en la cara.
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