Es estar en ninguna parte.
O en el medio, lo cual viene a ser lo mismo.
¿Recordáis cuando pedía a gritos unas vacaciones perdida conmigo misma en alguna playa? Pues ahora en la distancia reconozco que pequé de imbécil.
Anoche, mientras deambulaba sola a las tantas de la noche por los pasillos oscuros y desiertos que iban iluminándose a mi paso me agobié un poco e incluso tuve que acelerar el paso hasta llegar a la habitación.
Así que he añadido a mi lista de deseos para el después salir a la calle a la hora que me dé la gana. Y es que aquí el tiempo se ha parado y nada ansiamos más que volver a nuestra aburrida y tediosa rutina. Dichosa y bienquerida.
BN!!
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