Han pasado 25 años y anoche volví a sentir los mismos escalofríos que entonces.
Esto, ¿qué es y para qué sirve?
No, en serio. Que no lo sé.
Sí. Puede que en el fondo sea una chula mala follá (que no es lo mismo que malfollá, ojo y siguiendo en mi línea) y que me toque mucho los πs que alguien me venga a decir que no sé lo que es un logaritmo y que por ello deba sentirme??? cómo??? Y la verdad es que tal y como está la cosa no sé si no sería más chungo que supiera y entendiera y me pusiera a hacer logaritmos cada vez que tuviera que resolver un asunto.
¿En serio?
Y si se trata de ver quién es más chungo, más chulo o más guapo, si el de ciencias o el de letras, pues nada, ¡vamos a ello, vamos a resolver este asunto ipso facto, pero a hostias!!!
¿En serio?
ES BROOOOOMAAAAAA!!!! No sé todavía cómo es posible que quede una sola persona en el mundo que me pueda tomar en serio a estas alturas.
Qué más da que sea a través de un logaritmo o a través de un verso, lo que de verdad importa no será adentrarse en un universo infinito apresado en el pequeño tabernáculo que se tiene por cabeza, sentirse humano más allá de la bestia, rozar por un momento la divinidad albergada, perder esa sensación acto seguido y volver a empezar para volver a sentirla.
Aún no sé emplear las palabras satisfactoriamente para expresar lo que siento y lo que quiero. Pero en cuanto alcance esa meta, me pondré a estudiar logaritmos.
Ya ha pasado un tercio de día. A por la otra mitad!!!
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