Bonita tarde en Arboleas. El club de los cinco al completo. Como en los viejos tiempos. La verdad es que me apetecía pasar un rato en tan grata compañía.
Y entonces, como al parecer con esto de los recortes, los temas de conversación escasean, no sé muy bien cómo hemos llegado hasta ahí, le ha tocado el turno a mi faceta twittera, y entre jiji y jaja, se ha llegado en quórum a la conclusión de que mis tweets parecen los de una demente.
Jopeta.
Últimamente los golpes (¡gratuitos!) asestados a mi amor propio le están dificultando considerablemente el mantenerse ensoberbecido. Y mira que achicarlo es prácticamente imposible.
En fin... menos mal que ayer me corté y al final no twitteé que creo que últimamente mi armario se come mi ropa. Llevo ya un par de semanas echando absolutamente de menos una chaquetilla mía de lana muy mona que me encanta y ayer perdí un sujetador que sé que dejé dentro. Sí. Mi armario se come la ropa. Definitivamente.
Good night!!! Sonrisa grande!!!!
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