lunes, 26 de noviembre de 2012

Mi primera asamblea

¿Conocéis esa sensación que se siente de niño cuando te prometen que te van a llevar a un lugar por primera vez? Cómo os imagináis que debe ser el lugar más fabuloso del mundo, que ir allí es lo que más deseáis hacer y que nada os hará olvidar ese deseo hasta que no se vea cumplido??? Sabéis a qué sensación me refiero, ¿verdad?


Pues así me siento yo desde el 15M de 2011 y desde el momento en que se constituyó la primera asamblea. Y si no me creéis, sinceramente ni me conocéis ni me importa demasiado. Pero eso de ver a un montón de gente, personas normales y corrientes como yo, unidos para actuar juntos, no sé, me parecía tan utópico y a la vez tan extraordinario.


Y puede que no haya sido como estar en el 15M, ni de lejos por supuesto,  pero esta tarde he asistido a mi primera asamblea y ha sido emocionante e increíble y me siento increíblemente bien aunque muy mareada por todo lo que hay que hacer y que no sé si conseguiré. Pero por primera vez después de mucha indignación acumulada, siento que voy a hacer algo, no sé si servirá para mucho o para poco, pero voy a actuar, me voy a mover y voy a intentar poner un granito de arena, el mío propio, para conseguir que las cosas cambien y eso me hará sentir muy muy viva.


Echaba de menos esa sensación... Pero me da un poco de vértigo ahora mismo... Uuufff... Me repetiré esas mismas palabras que un día pillé a mi Gabriela decirse a ella misma mientras intentaba subirse a un columpio. "¡Tú puedes! ¡Tú puedes!"

Uuufff... pero qué miedo...



domingo, 25 de noviembre de 2012

El instrumento

El otro día por fin vi a mi marido tocar su instrumento. 

Nadie se lo creería pero ¡es cierto! 

Después de nada más y nada menos que veinte años de convivencia era la primera vez que veía con mis propios ojos la hazaña.

Lo que nunca imaginé cuando vi  a mi suegra traerlo es que un instrumento tan largo cupiera en una cajita tan chica. Me lo había imaginado de otra manera. 

Pero también he de admitir que era la primera vez que veía uno tan de cerca.

En cuanto a la hazaña en sí, me la habían contado con mucho detalle, me habían dicho que lo tocaba con mucho arte y que sabía sacarle lo que pocos, pero hasta esa tarde nunca lo había oído. Y por lo que oí supe que no habían exagerado en nada.

Ahí, en mitad del salón de sus padres, lo desenfundó, lo armó y se puso a tocarlo bajo la mirada expectante de sus padres, sus hijas y mía. Fue admirable que después de tanto tiempo sin tocarlo, mostrara semejante destreza al manejarlo y al acabar su proeza, diéronme ganas de aplaudir y todo. 


Y la verdad es que nunca pensé que verle tocar su clarinete fuera tan emocionante!!! ;P

Feliz domingo!!!




sábado, 24 de noviembre de 2012

El pou

Resulta que mientras media humanidad está pasando penurias en el sentido más crudo de la palabra y haciendo auténticas filigranas para llegar a fin de mes, la otra mitad ha encontrado un novedoso y ultrafashion pasatiempo: el pou.

Sí, efectivamente, el lector anglófilo se habrá percatado en seguida. El pou suena a caca en inglés (poo). Y lo es. Tiene la forma tosca de un zurullo tal y como lo dibujaría un niño. 

Y ¿en qué consiste este nuevo y novedoso juego? Muy fácil. Consiste en alimentar y en cuidar de ese zurullo.

Cara perpleja de perplejidad extrema.

O sea que es un tamagotchi. 

Sí, bueno no exactamente. Un tamagotchi era un pequeño híbrido de ratón Mickey y de Pokemon con una mirada adorable. El pou es un zurullo. Los gráficos de aquel entonces eran muy simplistas, de apenas unos píxeles y la pantalla LCD era monocroma. Gracias a Dios y a la tecnología, o al Dios de la tecnología, los píxeles se han multiplicado exponencialmente y los gráficos del pou son... absolutamente atroces pero a todo color y con un montón de gadgets más!!!

Lo realmente increíble del pou y que hay que alabarle es que un zurullo haya desbancado  a la pobre I-mascota al parecer demasiado retrosnob  y que más de un adicto a las fashiontechs esté a puntito de dejar de lado su Iphone pues no hay pou para Iphones ni para Ipads (oh shhhiiiittttt!!!!!!!!!!!) para probar esta mascota móvil. 

Incluso no sería de extrañar que ahora mismo, en este preciso instante, toda la plana mayor de Apple esté en pie de guerra encomendándose al alma de Jobs para solucionar cuanto antes el problemilla (el inventor del zurullo se estará frotando las manos) y que un poo (cacá en inglés) esté a punto de ganar esta batalla a los I-pees (pipí en inglés). 



Bueno sí, una se divierte como puede. Pero es que el médico me ha prohibido el uso de smartphones e intento paliar mi frustración afilando la mordacidad de mi sentido del humor. ¿Algún problema? A otros les da por alimentar cacotas y nadie se sorprende, ¿no?


A disfrutar del finde corazones!!!




viernes, 23 de noviembre de 2012

Lecciones de psicología inversa

Llegados a este punto, he de admitir que de todos los infortunios que me habían acaecido en escasamente una semana, sin lugar a duda el más traumático fue el que me ocurrió el pasado martes llegando incluso y por unas horas a hacerme enfermar al punto de replantearme seriamente la mudanza a la tinaja de mi anterior post.


No fue tanto digerir unos resultados medianamente aceptables en matemáticas y en lengua de una niña de 6 años cuyo potencial jamás antes había sido puesto en tela de juicio como descubrir que este pequeño angelito pelirrojo de maravillosos ojos aguamarina nos estaba mintiendo, engañando y ocultando sistemáticamente los exámenes que le iban poniendo en la escuela.


Entiendo que el lector medio se enternezca de las travesuras de este adorable querubín y que como a algunos les dé por reírse pero los que se enfrentan diariamente a las trincheras de las aulas comprenderán por qué en cuestión de minutos se prendieran todas las alarmas, y no sólo las metafóricas, en el otrora dulce hogar de los Martos García y que la escena final revistiera espantosos tintes de tragedia griega. 


Sobre el estado de furia y desesperanza al que me arrojó el funesto hallazgo prefiero dejar vagar la imaginación del lector pero no hay peor castigo para alguien que durante toda su vida ha profesado el gusto por el estudio y fomentado la cultura del esfuerzo que la niña en dos meses en primaria le salga rana. 


Puesto en antecedentes, el lector seguro estará deseoso de conocer el desenlace de esta trágica historia. Pensará el lector que tras el estado de ansiedad al que estuvo sometida toda la familia durante aquellas dramáticas horas, la cosa cambió a mejor y que todo acabó resolviéndose satisfactoriamente en el mejor de los mundos.


Pues lamento informar al lector de que se equivoca estrepitosamente y hoy de nuevo la niña ha llegado del cole mintiendo, mejor dicho, no diciendo la verdad acerca del examen del lunes. 


Así que ante la imposibilidad de hacerle entender a tan pequeña criatura el funesto futuro que le cabe esperar de no recapacitar a tiempo, he tomado una drástica decisión. Con tono tranquilo y pausado, le he prohibido tajantemente que de ahora en adelante estudie. Le he liberado de toda obligación acerca de ejercicios y de deberes. Le he emplazado a no realizar nunca más tarea alguna y mucho menos estudiar para exámenes venideros. Le he exhortado a que aprenda a robar empezando por el monedero de la maestra y llegado el caso y por qué no a matar si tuviera la necesidad, y/o a casarse con el primer feo imbécil con dinero que encuentre y lograr así la felicidad que otorga el dinero. Que puede que en un momento dado, su padre y yo tuviéramos que divorciarnos por divergencia de opiniones acerca de la manera de criar a nuestros vástagos, o que el director de su colegio tuviera que echar mano de asuntos sociales y que estos se vieran en la tesitura de buscarle un hogar mejor, puede que con suerte en esa mansión que tanto anhela, pero que inequivocadamente, el pobre corazón de su anciana madre se resentiría y no aguantaría el golpe. 


El caso es que me ha perjurado entre sollozos que nunca jamás volverá a engañarme acerca de sus exámenes, que le deje por favor estudiar y se ha puesto a la tarea con presteza; es pronto para pensar que el método ha dado fruto así pues espero con impaciencia su próximo examen para comprobar el resultado de esta pequeña, poco ortodoxa y diría yo que políticamente incorrecta artimañana ¿pedagógica?.


Volveré a informar en cuanto se produzca alguna novedad.


Un saludo desde el frente. 


 Cambio y corto.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Parad el mundo que yo me apeo

Rebuscando al Santo Job y su inmensa paciencia (el primer caso de cámara oculta registrado de la humanidad) y convencida de que este había fijado su morada en un tonel, me topé con un habitante de tinaja mucho más interesante, si mi recién estrenada condición de catequista me permite la apreciación, y ese no es ni más ni menos que Diógenes.


Ya sé que cuando hablamos de Diógenes nos imaginamos en seguida pisos malolientes repletos de mierda, yo era de las que miraba a Diógenes por encima del hombro con profunda repulsión, y no sé quién promovió semejante campaña de desprestigio que no sean, claro, los lobbys banqueros que gobiernan y dirigen este mundo Kapital en el que vivimos pero Diógenes no tiene demasiado que ver con el preconcepto ni con el síndrome.

Curiosamente el papá de Diógenes también era banquero, y no sólo eso sino que era de los buenos, un banquero corrupto al que supuestamente habrían pillado fabricando monedas falsas. (Y si además la madre era concejala de cultura de alguna polis griega, estaríamos ante lo que se llama vulgar y comúnmente hoy en día un completo). Y el vástago de este digno ancestro de todos los que nos han metido en la mierda actual fue paradójicamente el primer perroflauta de nuestra civilización occidental.


Por cierto, perdonad que use términos malsonantes con tanta facilidad, pero si os habéis fijado en el título de esta entrada, no está el horno ni para bollos ni para buscar bonitos "retorismos".


Y hay momentos y días en que me encantaría padecer el síndrome de Diógenes pero no el inventado sino el genuino. Días como el de ayer en que acabas con la cabeza tan embotada pero no por ti sino por una "conspiracy" de ajenos que parecen ir a por ti concatenadamente y de pronto te quedas impotente y paralizad@ sin saber muy bien cuál es el siguiente paso que vas a tener que dar ni por qué tener que dar ninguno si a cada paso te hundes más y más en la mierda, y te peguntas si de verdad queda algo que merezca la pena. Y si no es así, puede que eso de desprenderse de los convencionalismos sociales, ocupar la plaza pública porque es de todos, no pertenecer a ningún sitio concreto sino ser un ciudadano del mundo, vivir libre y sin ataduras artificiales y superficiales no sea algo tan demencial  ni tenga tanto de malo en el fondo. Pero que no cunda el pánico que en el fondo soy una cobarde de la pradera y no preconizaré el diogenesismo más allá de esta entrada. Pero qué ganicas tengo a veces de mandarlo todo a tomar por el culo, dejarme caer en una esquina y verlas pasar.


PD: y por cierto, me encanta que haya tantas teorías sobre el lugar exacto donde se emplazaba la tinaja donde vivía Diógenes. Creo que eso es lo fundamental, que saberlo es de vital importancia, en serio. Esto y lo del síndrome del susodicho, algunas muestras más de la esencia de nuestra humanidad.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Autorretrato.. ¿uno?


El clarinete


El protegido

El Protegido se estrenó en España en enero del 2001, y fuimos al cine a verla. A los Multicines de Granada. 


Me gusta M Night Shyamalan. Me gustan sus películas. Para los amantes de la acción trepidante y los sobresaltos repetidos y sincrónicos, Shyamalan resulta en la mayoría de los casos lento y pesado en el desarrollo de la trama, muy diferente a  lo que cabría esperar del género fantástico actual; los efectos especiales tampoco son espectaculares, en algunos casos incluso inexistentes. No, no son pelis para los amantes de las montañas rusas y el tren de la bruja, pero a mí me gustan porque sus diálogos son inteligentes, muy versados en la palabra, los desenlaces son la mayoría de las veces sorprendentes y me cuentan historias, qué digo historias, me cuentan cuentos, cuentos que no sólo me asustan sino que me hacen reflexionar y soñar en otras realidades mucho después de haberlas visto.


Recuerdo perfectamente que fuimos a ver "El protegido" por la tarde, ya había anochecido cuando entramos. No había demasiada gente en la sala. Delante de nosotros había dos chicos y una chica. Uno de ellos soltó un pedazo de eructo, a lo cual el otro se dio prisa en contestar "eso es el dolby surround". Y la verdad es que nos hizo bastante gracia el comentario. Al otro lado del pasillo a la izquierda, había un grupo de chicos con discapacidad que habían ido juntos a verla.


No recuerdo cuánto vimos de la peli, si un cuarto de hora, si más de la mitad. La última escena que vimos era una de día, cerca de un campo de béisbol o de baloncesto, y en la pantalla estaba la cara de Bruce Willis o de Samuel L. Jackson. O tal vez de los dos. Yo no me di cuenta en seguida. O puede que sí pero no le di importancia, mientras se hacía cada vez más patente que la parte alta de la pantalla se estaba llenando de humo aunque no lo olíamos. Y nos quedamos ahí sentados segundos, puede que incluso minutos, señalando y observando cómo el humo iba invadiendo la pantalla preguntándonos si formaba parte de algún efecto especial, porque todos habíamos ido a ver una peli sobre un tío que resultaba ser el único superviviente de una catástrofe ferroviaria. Y nadie se levantó.


De ese letargo, de esa tonta postración nos sacó un acomodador detrás de nosotros alertándonos de que teníamos que abandonar el cine cuanto antes. No me acuerdo de si las imágenes seguían transcurriendo en la pantalla pero sí de cómo nos levantamos y salimos sin empujarnos, creo que todavía entumecidos por la acción de la gran pantalla y la oscuridad de la sala. Nos dimos cuenta al salir de lo que estaba ocurriendo, el pasillo y las escaleras que conducían a la salida estaban inmersos en las tinieblas de aquella letal niebla y el olor y el gusto de aquel humo nos devoraba las gargantas a picotazos por dentro.

Fuimos la primera sala en ser desalojada. Ya en la calle pensé en aquel grupo de chicos con discapacidad y de cómo no nos habíamos preocupado en ningún momento de ellos ni de nadie, simplemente habíamos huido. Así que al verlos salir sentimos algo de alivio. Al cabo de un rato de observar la acción de los bomberos y de los servicios de urgencias, y pidiéndonos que nos alejáramos, nos fuimos. Y más tarde, ya en casa nos tomamos cada uno una taza de leche para limpiarnos del humo por dentro, y ahí se acabó todo.


Cuando les preguntas a los niños de todas las condiciones, las bestias pardas o los angelitos, si prefieren ser niños buenos o malos, todos te contestan que quieren ser buenos. El Protegido plantea una cuestión muy simple: si yo me dedico a hacer el mal, siempre habrá alguien en este mundo que compensará el mal que yo hago haciendo el bien. Por cada villano que nazca, nacerá un héroe. Y ese es el eterno dilema, elegir entre hacer el bien o el mal. Ahí lo dejo,





viernes, 16 de noviembre de 2012

Las locas del feis

(based on a true story)


Tengo varios feis ( lo que viene a ser facebook). No se lo comuniquéis a los señores del feis porque al parecer no se atiene a sus normas llamadas "legales" .Y yo pregunto, ¿es legal que para subir de nivel en los juegos del feis necesites mandar un millón de solicitudes a millón y medio de contactos que por supuesto deberían estar sintonizados contigo en todo momento para poder mandarte el flis o el flas que te están pidiendo para acabar la misión que te otorgará ese objeto virtual que tanto anhelas en cuanto lo necesites? No, no es legal. ¿Y sabéis por qué? Porque eso implica que en lugar de echarle los cinco minutos de rigor para alimentar tus peceras te tengas que tirar días y más días con todas sus horas metiditos en el juego del feis sin hacer nada más que esperar los dichosos flis y flas y como vosotros entenderéis, tengo una vida tan llena de nimiedades qué hacer al final del día que no tenía tiempo para esperar. Y por eso y en parte, me creé unos... cuantos... perfiles de feis, cada uno de los cuales fue haciéndose mayor, trabando amistad por esos mundos virtuales y agregando a gente que como ellos necesitaban flis y flases.


Bueno, el caso es que fortuitamente y como ya he relatado con anterioridad en este blog, mi madre se halla sumida en pleno fervor lúdico (que no ludópata, ojo) con sus sims social y porque ya no lograba atender a todas sus peticiones de flis y de flas, hice lo único que podía hacer como hija que me considero: darle la contraseña de todos mis perfiles feis. ¿Qué menos??? pregunto.


Y así es que mi madre vaga de vez en cuando por mis cuentas feis lo mismo que hago yo. Y el otro día, hablando casualmente de todo y de nada, me habló de uno de esos contactos de una de mis cuentas del feis, el cual también me había llamado poderosamente la atención.


La llamaremos Judith, vive en un país de Centroamérica, tiene 15 años y llevaba un año con su novio:

Te amo muchisimo Mi Negro ♥
Estoy tan feliz :') ♥ el jueves ya cumplimos un año :$ te amoo_ooooo! Sos el hombre de mi viddda ♥

Y está embarazada de un mes y poco.

Aii ES VERDAD QUE VAS A SER MAMÁ? HDP NO ME CONTASTE NADA , POR DiOOOS ESTOi RE CONTENTA xD Si ES ASi TE RE FELiCiTO PENDEEEJA♥
Aii DiOOS VOi A SER TiA OTRA VEZ & VOS LA MAMA MAS LiNDA (8 , AWW TE AMO♥


Al parecer, la buena o mala fortuna de quedarte embarazada a los quince años depende de la latitud en la que te pille. En fin... Mi madre y yo nos alegramos de que nos hiciera a todos sus contactos del feis partícipes de la buena nueva (¿?) como no podía ser de otra manera.


Pero hace un par de semanas empezamos a notar que la cosa no iba tan bien como nos la habían pintado.

PORQUE MIERDAAA TUBISTE QUE EMBARAZARME VOSS LOKO PORQUE PORQUEEEEEE ! TAN SORETE SE PUEDE SER CON UNA PERSONA & CON UN BEBE?? TAN ASI SE PUEDE SER! NO TE IMPORTA NADA! :'( PARECE QUE ESTAS BUSCANDO QUE LE PASE ALGO A MI BEBE O NOSE! ME HACES CORRER, ME HACES PASAR HAMBRE, ME HACES HACERME PROBLEMA POR TODO ME HACES LLORAR ME PEGAS? PFFFF ! LA VERDAD NO SE PORQUE SOS TAN ASI :'(


 Días después, dos o tres a lo sumo, que se ve que según las latitudes en donde se halle uno se tarda más o menos tiempo en conseguir un papi repuesto (con lo que cuesta en estas Europas cheee)  nuestra Judith con su baby incorporado pilla y se va con otro, un DJ. Bueno incluso eso es lógico y deseable después de ver cómo el negro la trataba.


Pero es que desde hace unos días, nuestra Judith ha empezado a presentar un comportamiento errático y todo por una chica, a la cual llamaremos Ely, la cual al parecer es una ex amiga y  a su vez la causante de que el novio se la dejara. Y así fue como Judith nos anunció a todos via feis, por supuesto a mi madre y a mí incluidas, de que le habían pegado una paliza a la tal Ely. 


JAJAJAJAJJA POR PUUUUUTA TE KABIO LA CHANGA SUCIAAAA ! JAJAJAJAJAJ GILA DE MIERDA TE RE CABIO TE HUBIESES DEFENDIDO AUNQUE SEA CROTAAA PERO ESTO VA A SEGUIIR NO TERMINO AKA! ;) GILAAAAAA


Y al parecer, tras la paliza que le pegaron a Ely, el novio abusón volvió con Judith no sabemos muy bien si porque tiene miedo a que la próxima paliza vaya para él o si está harto orgulloso de que su guanchita haya hecho que le peguen una paliza a la otra. ( o.0 Dios míoooo, pero esto qué es???)

Pero claro está, obviamente la cosa no ha quedado demasiado bien entre Ely  y las colegas de Judith y  a consecuencia de la paliza, Judith les ha puesto una denuncia por la paliza y ha solicitado una orden de alejamiento para que no se acerquen a ella. Además  y al parecer, en cuestión de horas la tal Ely habría incluso cambiado de colegio, como se lo comunica en un mensaje al negro zumbón que pilla y se lo da a la Judith que acto seguido lo publica en su muro para que no perdamos detalle del asunto que se va enmarañando a la velocidad de los minutos:


ehh la trola de Judith anda amenazando y poniendo pelotudeces y me mando qe me peguen porqe no viene ella tanto qe se la da de piola porqe entonces yo tambiem VOY A MANDAR A que le peguen pero acordate de esto . porqe LA MADRE ES UNA MIERDA TANTO COMO LO QE TIENE EN LA PANZA Y VOS NO TE MERECES LO QE TE HACE.. ;D asii qe si lo pierde qe no se haga laa sufriidiita y que deje de armar embrollo ... porqe alto quilombo se le viene ELLA ES PIOLA listo .. yo deje el colegio PERO NO POR LAS FEAS ESAS.. si no que me di cuentaa que el colegio es re garcha igual que ellas y para qe anden basureeeando ;D jajaja qe hambre. y la changa una sola piña me dio melly qe no se haga fama de boxeadora ni de nada ... ;D hablaalo con la fea esa de ex qe tenes. discapacitada chau besos cuidat. la mejor con vos.. y se qe tu hijo no tiene la culpa.. pero se la busco


(escrito por Ely supuestamente)


Sin embargo, y después de poneros en antecedentes, lo que de verdad nos está preocupando en estos últimos dos días a mi madre y a mí es que Judith se ha vuelto completamente errática y lo mismo postea un 

TE REEEE AMOOO MIII AMOOOOR SABEEEES ES RELINDOOO ESTAR CON VOOOS MI NEGROOOO

que un 
 
QUE CHANGA QUE SE TE VIENEEEEE HDP :D
AJJAJAJAAJAJ POR PUTAAAA ZORRA FALSA COME SOBRAAA & TODOOOO GILAAAAA :D AH & POR AMENAZAR CON QUE ME VAS A MATAR A MI HIJO :D SUCIAAAAA


Y así estamos mi madre y yo, en un sinvivir, pendientes del muro de su feis, de que no cometa ninguna locura, y menos en su estado, porque como siga así, le va a pasar algo malo.



Buen finde!!!






jueves, 15 de noviembre de 2012

El deseo

        


es algo recurrente       
  
                 de pronto  desaparece

 unas horas                                                                                            
                                                         unos días
                                                                                             incluso hay veces


en que su ausencia se prolonga tanto en el tiempo 

                      
            y se hace tan acuciante que siento que se ha ido para siempre

                                      
                                               y me inquieto y me duele 

y entonces  aparece de nuevo 


                    sin avisar                                                    


                                 sin disculparse siquiera  

 
                                                  sabiéndose para siempre bienquerido
 

mi eterno amante


      el deseo incipiente de hilvanarlas una a una     


                                                         de jugar con su sonoridad  

                 con sus mil y una facetas


   de escribir en una página en blanco 


         todas las palabras  


                                      no recuerdo que no estuviera aquí siempre

                            
                             desde mucho antes de yo sentir


                                                         el deseo…







sábado, 10 de noviembre de 2012

El día de las cacotas

Preludio

El día de las cacotas empieza cuando dos espíritus embutidos en sus pijamas y somnolientos se encuentran inopinadamente en la penumbra del día 9 de noviembre a las 6 de la mañana; el mayor al que llaman mamá no concilia el sueño ni a la de tres maquinando formas nuevas de torturar a sus alumnos y harto de dar vueltas en la cama se ha levantado para comprobar si ha habido "fugas nocturnas", momento preciso en el que pilla al más pequeño, el de las fugas, in fraganti cuando está a punto de despertar a su hermana que duerme de un bonito sueño angelical.

- Tengo caca.

El espíritu mayor se sienta en el borde de la bañera, mientras la pequeña con los ojos apenas abiertos parece que se va a dormir sentada en la taza. Tiene la cara blanquita y su piel parece tan suave que dan ganas de acariciarla si no fuera por el miedo a despertarla. Acabada la tarea, la mayor acompaña a la pequeña a su cama donde no tarda en dormirse y se va a la suya propia a seguir maquinando planes maquiavélicos para la clase de dentro de unas horas.

Post preludio


A la media hora, en pleno duermevela, la mayor ve encenderse la luz del pasillo por las rendijas de la puerta medio abierta de su dormitorio. 

- Tengo caca.

Sin embargo, esta vez el espíritu grande no ha logrado frenarla a tiempo y el espíritu pequeño ha despertado a su hermana para que la acompañe hasta el baño. Ahí están las dos, en el cuarto de baño, con los pies desnudos a punto de pillarme una pulmonía, la mayor sentada en el borde de la bañera, velando a la pequeña que sigue con su carita de porcelana sentada en el trono.

- Acuéstate, ya me quedo yo.
- No, da igual. Isaaaaaaa, acaba ya que tengo pipí.

Trotes para el cuarto de baño de abajo, trotes para el cuarto de baño de arriba, vistazo al reloj, las 6:45h, cálculo rápido, media hora de cama todavía, acuesto niñas y me refugio bajo el edredón calentito.

- ¿Qué es?

Es la voz cavernosa del único habitante de la casa que quedaba dormido.

- Nada, tenía caca.


Capítulo uno de la tarde


3 de la tarde. Hambre canina. Intento de tratos y trucos con las mengajas para que se coman las mandarinas peladas y desgajadas que tienen delante de ellas; las mandarinas acaban abandonadas a cambio de una inmerecida petra de chocolate que se llevan corriendo al salón. 

3 y media de la tarde. Comido y fregado el plato, liquidadas las mandarinas, y preparado el bolso de la grande que se va a pasar la noche con los abuelos y la tita mientras la pequeña va a asistir por primera vez como invitada autónoma a una fiesta de cumpleaños, nos subimos al coche. Mi mayor está contenta, ni siquiera ha matado a la pequeña por arrancarle la cabeza "sin querer" a su minúscula morsa petshop, y antes de bajarnos del coche, nos decimos lo mucho que nos vamos a echar de menos hasta mañana.

- ¿Quién va a echar más de menos a quién?
- Yo te voy a echar muchísimo de menos pero tú a mí mucho más.

Llegamos a casa de los abuelos. La abuela me enseña contenta su nuevo portátil, el segundo en dos años, Windows 8 incluído, añado algunos blogs favoritos al portátil que acaba de heredar el abuelo, la tita les saca unos regalitos lo suficientemente atractivos como para que la pequeña me haga prometer que después del cumple, la volveré a llevar a casa de los abuelos y nos vamos de nuevo.


Capítulo dos de la tarde


Vamos a los almacenes de juguetes, pero hasta las 4 y media no abren así que nos volvemos a casa a esperar. En el trayecto que no dura más de cinco minutos, la pequeña, también apodada "la abuela" por eso mismo, se ha dormido.

- Mami, es que cuando tengo sueño, me duermo.

Y eso está muy bien mija, porque llegará el día en que ni tu jefe ni tus hijas te dejen hacerlo, pero lo malo que tiene la abuela cuando se duerme es el despertar. Es que da miedo. Esperpéntico. Así que como puedo, la saco del coche y me la aúpo hasta la casa. Y es que pesa la condenada. Pero cuando veo que esboza una medio sonrisa me doy cuenta de que todo ha sido un paripé para que la lleve en brazos.  

Un café, otra petra de chocolate y un capítulo de Peppa Pig más tarde, sé que ya es ineludible volver a los almacenes no sin antes luchar un poco contra nuestras pocas ganas mutuas de cumpleaños. Y de pronto tengo la visión de un futuro poco halagüeño de mi pobre hija convertida en frikiparia sin amigos porque la perra de su madre prefirió aparcar a la niña en casa de sus abus en lugar de fomentar una vida social prolífica llevándola a todas las fiestas de cumpleaños a las que era invitada y en ese preciso momento, avergonzada de mí-misma, hago un esfuerzo sobrehumano para convencer a la niña:

- Yo quiero ir a Arboleas.
- Pero si los cumples son muy divertidos y vas a ver a tu amiguita Cristina.
- No es mi amiga.
- Pues mira la invitación, te ha invitado. ¿Quién es tu mejor amiga?
- Puauulla Granera.
- Será Granero.
- No, es Granera.
- Pues a lo mejor va Paula Granera también. Y Antonio...
- Vale, voy. Pero no saludo y luego voy a Arboleas.

Ok. Estamos por fin y de nuevo en los almacenes buscando el regalo ideal para no una sino dos homenajeadas (gemelas sí hijo sí). Aunque la invitada, desconocedora de este pequeño detalle genético, sigue pensando que el cumpleaños es de Cristina y de Juan (y no de la otra gemela Laura, o Guara que es como se pronuncia en el idioma de "la abuela"), porque los grandes pedagogos de nuestros tiempos consideran que los gemelos deben ir a clases separadas para desarrollar mejor su personalidad y autonomía.

- Mami, tengo caca.
- ¿Como que tienes caca? ¡Pues no me has dicho que ya habías hecho! Ahora te esperas.

Seguimos dando vueltas con la esperanza de que la vista de tantos juguetes deslumbre a mi niña y le haga olvidar sus ganas pero de nuevo la dichosa frasecica:

- Mami, ¡que tengo caca!

Y vuelvo a tener otra espantosa visión de una madre que dejó que su niña se hiciera caquita en el pantalón en lugar de llevarla a un cuarto de baño antes de una fiesta de cumpleaños así que vuelvo a cargar a la niña en el coche rumbo a casa para que haga caquita y luego volver a comprar los regalitos a los almacenes (y no me preguntéis por qué no pregunto nunca si tienen baño). 

Capítulo penúltimo de la tarde

Son las 5  y cuarto y al salir de los almacenes me doy cuenta de que fuera se ha hecho la oscuridad. De repente, a la altura del semáforo empieza una lluvia torrencial que apenas me deja ver dos o tres metros más allá del coche.

Llegamos a la calle, aparco el coche, sigue lloviendo con intensidad:
- ¿Nos esperamos a que deje de llover?
- Mami, que tengo caca.
- Ok. Pues ponte en la puerta para que te saque por ahí.

No llueve, diluvia. Estamos a unos veinte metros de la casa, pero el tiempo de sacarla en brazos y llegar hasta el porche, tengo el pantalón, el pelo y la chaqueta empapada, y ella también. Nos miramos, chorreando como estamos, nos reímos y entonces, pues los niños son por naturaleza bipolares, se pone a lloriquear por estar mojada.

- ¡Yo no quería mojarme!

Pero qué lista es mi niña, y quién querría estarlo, y todavía me echará la culpa a mí. Y entonces me mira y ve que tengo los cristales de las gafas completamente empañados y de nuevo se pone a reír.

Cinco minutos después, y como cabía esperar, amaina. Incluso sale un tímido rayo de sol. Que pronto desaparece, pero ya no vuelve a llover con la misma intensidad. Se oyen ruidos de sirenas a lo lejos.

Estoy empapada, tengo frío, voy a cambiarme de vaqueros, momento que aprovecha mi peque para atascar el váter con todo el papel higiénico que pilla, abrir su nuevo paraguas de Hello Kitty, engancharlo a la puerta y descoser una de las varas.

Le ladro como siempre lo hago cuando hacen algo mal mientras desatasco y coso el paraguas. Ella llora, como siempre llora cuando se le regaña, "ha sido sin querer", siempre es sin querer. Ya son las 17:45, el cumple es a las 18:00. Por fin estamos listas y medio secas para volver a los almacenes, comprar el regalo y llegar un poco tarde al cumple. Y ya que estamos en el coche, aparece mi marido por la calle y me hace un gesto por el retrovisor "ya no hay cumpleaños". Será por la lluvia. 


Epílogo


Perdonad lo escatológico que pueda parecer (y que de hecho es) la entrada pero habrá un día en que mis dos mengajas serán más altas que yo y no querrán que las lleve en volanda bajo una lluvia torrencial y tampoco me informarán de cuando tengan caquita. Puede incluso que llegue el día en que sea una mengaja incluso más pequeña la que me diga "abuela, que tengo cacota" y entonces habrá un día en que me acuerde de esto, vuelva a leer esta entrada, me ría porque me habrá traído un millón de recuerdos a la memoria.


(Ha salido el sol por fin...)










jueves, 1 de noviembre de 2012

La tienda

Hay un comercio en esta  villa dedicada a la venta de ropa para niños. Es una tienda muy bonita en una esquina, con un escaparate muy cuidado que siempre llama la atención y tiene tal variedad de prendas y calzados que todos los años íbamos un par de veces acompañados de las niñas. Sin embargo, hace un año y después de nuestra última visita, decidimos no volver. El motivo es peculiar, lo admito. Pero era entrar en la tienda y de pronto las niñas adoptaban un comportamiento errático. Mis hijas no mean agua bendita precisamente, y sin embargo no son muy distintas a la mayoría de los niños, que en casa se comportan como bestias pardas y en la calle como angelitos; así son todos los niños o al menos la mayoría, incluidas las mías.


Pero en esa tienda no.


En cuanto la pisaban, se ponían muy nerviosas al punto de correr de una punta a otra de la tienda, gritar, esconderse en los probadores, huir de nosotros cuando intentábamos sujetarlas por el brazo, no atender a nuestras advertencias. Incluso en alguna ocasión, mi hija mayor que no contaba por aquel entonces más de 4 años, empezó a cantar: 

Pito, pito gorgorito
¿dónde vas tú tan bonito?
A la era verdadera.
Pim, Pam fuera.
La vaca lechera 
se ha comido 
Una mierda.


Me pilló de sorpresa porque nunca antes me la había cantado de aquella manera y no pude más que  regañarla y decirle que eso no se decía, a lo que volvió a cantarla igual; le regañé más fuerte y ella volvió a cantarla mientas las demás clientas empezaban a mirarnos. Por más que le dijera que no cantara aquella canción, la volvía a cantar una y otra vez hasta que decidimos huir de allí literalmente


Esa fue una entre otras aunque para mí la más memorable. Cada vez que pisábamos la tienda, era automático. Y en cuanto salíamos las niñas volvían a ser dos seres normales. Atónitos como nos quedábamos sin encontrar explicación alguna a semejante poltergeist, llegamos a pensar que era algo en el aire, algún tipo de ambientador que las ponía nerviosas a las dos y nos propusimos no volver al menos con ellas.


Hasta que hace un mes más o menos, algo le ocurrió a una prima mía que se casaba y había buscado una tienda que le ofreciera unos vestidos de arras parecidos a los que tenían ya mis hijas que iban a ir de arras junto a otras dos niñas y en esa misma tienda, la hija de la dependienta le había encontrado un modelo similar y todo estaba cerrado. Hasta que el día en que iba a encargar los vestidos se topó con la señora dependienta.


 Intentaré transcribir la conversación tal y como me la contaron.


- ¿Que yo te voy a vender un vestido de arras? ¿ Como que dos modelos diferentes? Yo tengo una reputación en este pueblo y no pienso dejar que asocien mi nombre a esta cutrez. Menuda horterada. Y esos vestidos. Por Dios, si esto se llevaba en los 80. Y de qué están hechos, si parece poliéster del barato. Yo vendo calidad. ¿Y a quién se le ocurrió ponerles medias? Esas crías van feísimas. Por favor, no pienso tener nada que ver con esto. Y ¿por qué quieres pagarles tú el vestido a las madres? ¡Eres tonta! ¿Te crees que te lo van agradecer? Yo regalé los dieciseis trajes de pajes de la boda de mi hija y ninguna me lo agradeció. Que se lo paguen ellas...
Y todo lo dijo sin pestañear, sin alzar el tono de voz, una voz aguda muy muy baja, con la mayor naturalidad del mundo, después de ojear unos segundos la foto que mi prima llevaba en su Iphone, sin mostrar ningún tipo de contemplación ni un atisbo de empatía hacia la novia  que se iba descomponiendo poco a poco. Es que esta criatura que despotricaba y despotricaba sin parar ni siquiera tuvo la inteligencia "comercial" suficiente como para refrenar su incontinencia verbal.

Lo que ha hecho que este pequeño incidente tenga para mí la relevancia suficiente como para dedicarle una entrada de este blog es si una cosa está relacionada con la otra, tomando en cuenta que ambos hechos anodinos pero sin duda anómalos ocurrieron en el mismo lugar. ¿Era la maldad aparente de aquella señora lo que presentían mis hijas y que las descontrolaba? Como una suerte de energía o de halo maligno que desprendiera aquella conciencia y que concentrada en aquel cubículo, hiciera que las personas más sensibles reaccionaran de forma anómala como lo hacían mis dos enanas. O tal vez la maldad habite aquel espacio desde la eternidad y esa pobre criatura no sea más que una víctima.


¿Quién sabe?


¡Feliz Día de los Santos!