O de cómo, después de mucho perseverar, logré acceder a mi webstats. Y quitármelo acto seguido, claro. (Bueno en realidad lo haré en cuanto acabe este post).
Hoy se me prendió la lamparita y ante las múltiples negativas de la recién estrenada página alemana a dejarme entrar en español a mi perfil para poder ver la pinta POR FIN de mi nuevo webstat (uy, ligero ramalazo friki), decidí simplemente pedirlo en alemán. Y por obra y gracia de la merkel(*), por fin recibí el tan largamente anhelado mensaje que me permitiría hacer log-in.
Y para qué??? pregunto. Para descubrir, ¡oh horror!!! que no solamente han borrado todos los datos que había acumulado a lo largo de estos años, sino que los nuevas estadísticas no presentan ningún interés morboso. Nada. NADA. El google analytics es más interesante que el nuevo webstat. Si yo hiciera una estadística a mano alzada y a ojo de buen cubero, seguiría siendo más interesante que el nuevo webstat. Vamos, lo que viene a ser una mierda.
Así que sintiéndolo mucho, ¡¡bye bye motigo!!
(*) Perdonad mis escasos conocimientos en cultura germana. Debido a una temprana aversión por la nación teutona (jijiji), siempre he sido muy anti-boche, supongo que es lo que tiene prestar atención en clase de Histoire, me negué siempre a estudiar alemán y para mí cualquier cosa relativa a Alemania presenta un escaso interés. Ahora bien, después de lo que han hecho con el webstat, ya me explico que pidan ingenieros españoles. Uuufff... En fin...
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