Lo que más jode de estar todo el día reteniendo el aliento no es ese extraño encogimiento que sufre el cuerpo, esa postura anormal que adopta al no querer respirar.
Porque no hay nada más antinatural que no querer respirar. Pero ¿qué haces si no te dejan? ¿O si el aire está viciado de veneno? ¿O si al hacerlo y dejar escapar el aire, se te escapa todo eso que te carcome por dentro y que a duras penas te estás aguantando?
Y sin embargo, y por muy malo que sea, no es lo peor de ir todo el día conteniendo el aliento. Porque lo peor de aguantar el aliento es todo ese tiempo que se escurre al hacerlo, todo ese tiempo que tu cabeza le dedica , todo ese precioso tiempo que no volverá a pasar nunca más.
Y se me llevan los demonios. Porque no soporto perder el tiempo. Porque una cosa sí que sé y es que yo como todos tengo los días contados.
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