Cuando la Gabriela ha llegado corriendo, me ha cogido del brazo y me ha llevado a la cocina diciéndome, "¡vente a ver esto mamá!!", pensaba seriamente que lo que quería mostrarme era la montaña que había construido con trocitos de tu lasaña. Así que imagina mi sorpresa cuando he visto mi flamante carrito de la compra y mi fiambrera. Pero mi cabeza ha empezado a cavilar y se preguntaba en qué momento mi marido había ido a comprarlos con semejante buen gusto pues el carrito es ultra fashion, o sea nada que un hombre vaya a elegir y a comprar. Pero gracias a Dios no me ha dado tiempo a hacer conjeturas de las mías porque entonces me lo han dicho los tres al unísono, "¡¡ha sido la abuela!!" y de pronto he sentido que volvía a tener diez años y que había venido el Papá Noël en camisa hawaiana. Así que cuando ayer me quejaba de que no me habían traído el carrito de la compra y la fiambrera, tú estabas atentamente tomando nota??? Me encanta!!! Porque pensaba que cuando una cumplía una edad, estas cosas ya no ocurrían!!
Y así estoy a estas horas con una enorme sonrisa en la cara.
El carro va a ser la envidia de mis vecinas cuando lo saque el sábado. Estaba harta de dejarme los dedos con las bolsas de las verduras. Pero ya tengo carro!! Mi primer carro!! Y es chulísimo. ¡Me encanta!! ¡Qué ilusión!! en cuanto a la fiambrera a lo Indiana Jones, también me encanta, aunque he de decirte y sé que te vas a alegrar que he encontrado un sitio muy chulo donde desayunar. Así que puede que no tenga que utilizarla por ahora aunque la guardaré a buen recaudo por si las moscas, por lo que pueda pasar.
Y sin más, querida mamá, muchísimas gracias y un millón de besos,
PD: Y por cierto, la lasaña estaba deliciosa!! Gracias también por eso!! Nos mimas demasiado!! Bssssss!!!!
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