Las cosas empiezan a torcerse a las 13:45 cuando me avisan de que un pen yace colgado de la pantalla de uno de los ordenadores de la sala de profesores y que puede ser mío. Cojo el pen en volandas balbuceando en arameo (últimamente está siendo mi idioma predilecto) que estoy de guardia y tengo que subir corriendo a 4ºESO a cubrir una ausencia.
Porque digo yo que es tan fácil como abrir un pen y ver los archivos que contiene para saber a quién pertenece. Vamos digo yo que si ves cuatro exámenes titulados unité 4, de mates no es. Y ¿qué hace mi pen ahí cuando debería estar en mi bolso? Lo voy a meter en el ordenador para comprobar los archivos y es cuando los alumnos me avisan de la presencia de una intrusa detrás de mí. Ay mi Irene calladita con su brazo escayolado que se me ha olvidado que tiene examen de francés oral, bueno mejor dicho un examen oral de francés (qué mal ha sonado eso) conmigo. Bajo para abajo y vuelvo a subir para arriba (en arameo) con el examen susodicho. Mientras me lo va haciendo, meto el pen en el ordenador y el pen naranja de luz parpadeante que no dice nada. ¿Cómo que no se abre? Pues que no se abre. Ok.
Me dirijo a mis alumnos de 4º. Nenes, sois unos cracks de la informática y es el momento de demostrarlo. Así que me vais a coger el pen y me lo vais a abrir. Y mientras yo, a examinar. Diagnóstico. Un 8,7 y un pen medio muerto que probablemente esté infectado con un troyano (aaargg, horror, ¿cuándo ha pillado ese bicho? Si no me he metido en nada malo, y peor aún, ¿habré infectado algo con el dichoso pen??).
Mi pen. Ayer. Corro de un lado para otro entre clase y clase. Tengo que sacar algo por la impresora. Lo imprimo y lo dejo corriendo en conserjería antes de irme para Atención Educativa. Y el pen se quedó ahí, solo, enganchado a uno de los ordenadores de la sala de profesores mientras yo partía, olvidándome de él.
Es mi pen y tengo un problema. Que tengo dentro un montón de documentos que me ha costado mucho tiempo elaborar y que necesito solamente para mañana. Bueno. En realidad tengo dos problemas porque la relación con mi TIC que es algo así como un médico de los pens... en fin... Y claro que molestarlo para esto... pero es que la situación es tan dramática. En fin... Le agradezco la enorme amabilidad con la que ha tenido a bien atenderme. Su diagnóstico es letal. Mi pen ha muerto. Es definitivo.
Tres exámenes, dos fichas, y todo para mañana... Es el mejor momento para pasar toda una tarde metida en reuniones de trabajo. ¿Qué hago yo aquí teniendo que estar haciendo exámenes??? Sí. Lo sé. Es una ETCP y he sido convocada y tengo que estar porque así lo estipula mi contrato... Pero me quiero morir!!!
Del comportamiento infantil y errático con momentos de hiperventilación que prosiguió prefiero no comentar nada. Incluso le he chillado a Bella. Fue sin querer. De eso que no te oyen y chillas justo cuando todo el mundo se calla. Me odio a mí misma. Soy un ser horrible. Y además soy la Mr Bean de las ETCP. (Sólo existen unas pocas personas en este mundo que conociéndome como me conocen me habrían entendido y las echo mucho de menos en momentos como este). Pero resumiendo, no sólo no tengo mi pen y he tenido que volver a hacerlo todo y aquí estoy llevando una vida muy triste mientras todo el mundo tiene unas vidas apasionantes y divertidas, sino que mañana tendré que volver a ir a ese sitio llamado "lugar de trabajo" a verles la cara a un montón de gente que después de hoy estarán convencidos de que estoy mal de la cabeza, ida, como una chota!!!
Y lo peor del caso es que hoy me he puesto tacones pensando que con eso el día resultaría maravilloso y ha resultado ser exactamente como una de esas pesadillas de las que te despiertas jadeante hasta que te das cuenta de que sólo ha sido una pesadilla y te vuelves a dormir con una enorme sonrisa en la cara. Pero esta vez no lo he soñado. Estoy loca! Agobiada! Hoy exijo poder dimitir de mi vida!!
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