Vaya por delante que la expresión menos mal es de las más absurdas que conozca. No tiene ningún sentido literal en ningún otro idioma. Y sin embargo hoy ha sido uno de esos días en los que se han concatenado los menos mal uno tras otro. Los escépticos no lo verán tan claro pero es imposible que sea únicamente fruto de la casualidad. Menos mal que decidimos venirnos de Mojácar pues hoy nos han informado que al parecer ha quedado sumergida por la mierda tanto dentro como fuera del mar. Menos mal que mi lector número uno por fin puede respirar a gusto. Menos mal que lo puedo hacer yo. Menos mal que por fin ha ocurrido. Sólo queda que aquella cama quede por fin vacía y podremos gritar un menos mal liberador y de momento definitivo.
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