Cuando pasábamos el verano en Mojácar, los días de nublo no bajábamos a la playa sino que buscábamos actividades alternativas. Una de ellas era ir a Carboneras a darnos una vuelta.
Hará cosa de cinco o seis veranos, era un día gris plomo, muy nublado y con viento, fuimos a ver la Playa de los Muertos. Fuimos andando hasta un promontorio desde el cual se podía ver la playa. Pese al día de perros que hacía había gente en la playa bañándose. La playa no llamaba la atención más que por su nombre, supongo que desde allí realmente no se apreciaba nada. Luego nos enteramos de que alguien se ahogó. Alguien de fuera, de Madrid supongo aunque no lo recuerdo bien.
Dicen del mar que es traicionero, que algunas playas cuando más tranquilas parecen, más peligro encierran, pues la calma de la superficie oculta remolinos que es donde quedan atrapados los bañistas y que si ves que la gente de ahí no se baña, te están advirtiendo de que tú tampoco lo hagas.
Me gusta adentrarme en el mar pero anoche no sé por qué, antes de dormirme, me acordé de la playa de los Muertos y me entró miedo.
Buenos días!
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