Tiene el nombre bonito. Con solera. Es una playa extraña, diferente, con cuevas asomando por los cerros colindantes y una pequeña laguna natural hecha de rocas negras y algas en una parte de su orilla. Su arena de minúscula grava es agradable al pie descalzo. Su agua es clara aunque cambia a oscura en la parte del fondo donde mora un lecho de posidonia. No hay oleaje no hay hondo. El mar se mete. Es un poco aburrida.
Y además está mal puesta. Si al llegar a una playa por la mañana el sol no te da de cara, entonces es que esa playa está mal puesta. Y punto.
Pero hay que verla.
Feliz día de hoy que creo que es lunes!
PD: tengo que empezar a tomarme lo de la fotografía en serio.
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