martes, 23 de julio de 2013

El ficus

A los pies de la escalera que baja de la terraza al jardín  en el chalet de Terreros crece un ficus altísimo. Por estas fechas se llena de frutos en forma de pequeñas bolillas que se van desprendiendo solas o bajo el efecto de algún soplo de viento. Y es curioso oír cómo al caer retumban sobre las losas o cómo tintinea el hierro de la barandilla cuando alguna la golpea.

Es como si pudiéramos oír al propio árbol, como si el imponente árbol se hubiese ganado el derecho propio a  hacer notar su presencia.

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