Lector, que te aventuras por estas páginas,
es improbable que compartas, entiendas o comulgues con mi visión de las cosas. No busco convencerte de nada.
Bref, no tengo más propósito para escribir estas líneas que el deseo y el placer de hacerlo...
Los culpables:
Una vida de películaMi madre la reina
lunes, 24 de junio de 2013
Hissez les voiles...
Y a base de darle a la manivela, el dedo corazón o sacro retomó su posición inicial, tiesa y vertical.
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