El mundo es mucho más bonito si eliges tú su BSO.
Aunque me pregunto si este interés repentino por escuchar música a todas horas no se deberá a un adelanto de lo que llaman el pavo de los cuarenta. No lo llevo nada bien, a quién quiero engañar...
Mi primera banda.
Motivo uno. El cariño. El roce (en este caso el de la banda también) hace el cariño.
Motivo dos. No hay fotos de viaje de estudios de por medio.
Motivo tres. Tengo no uno sino dos vestidos que poder ponerme. (Lo que me recuerda que faltan dos meses y necesito ya ponerme a plan banda).
Motivo cuatro. Quiero salir al mundo exterior.
Creo que son motivos suficientes para poner una banda.
La euforia ha dado paso a la resignación y normalización de la situación. Afrontemos el hecho de que hay gente que no necesita dormir y yo me he convertido en una de ellas. Bueno, a ver si ahora aprendo a canalizar todo ese tiempo ganado hacia actividades provechosas y no el habitual mierdeo.
Y acabando...
He disfrutado enormemente de mi estado de egoísta catequista a tiempo parcial. Esto de preocuparse mayormente por una-misma es raro y a la vez muy muy placentero. Hélas, el deber me llama. No obstante, ha sido un lapso agradable.
¿Se le puede llamar estúpida a una impresora? ¿Y retrasada?
Feliz miércoles...
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