martes, 29 de septiembre de 2015

Lacónica

y asombrada. Perpleja. Como estado actual. 
No deja de fascinarme cada nuevo día en este giro voluntario que ha dado mi existencia. Cada nuevo día.

Dicen que aquí no llueve. Pero cuando caen cuatro gotas como las de hoy parece que los techos se nos vayan a desplomar encima y se va la señal del wifi. Claro que la ausencia de cortesía por parte de -dejémoslo en algunos- hace que sea prácticamente imposible acceder al único ordenador que nos queda en la sala de profesores. 
Teníamos dos. Ordenadores. Hasta el viernes. Pero el viernes el de la fotocopiadora
-un engendro de la informática que hace fotocopias por usb e incluso por señal del internet y que además te las grapa; lástima que no venga con un conserje incorporado que la entienda-
bueno, que el viernes vino el técnico del engendro, un calvo con un insufrible acento de Madrid y una rubia incorporada (es en serio, yo nunca os miento) porque la dichosa máquina al parecer no tiene manual. No. Es el tonto calvo con acento de Madrid el que te cuenta como va la cosa. Pero que no te lo cuenta a ti sino que se lo cuenta a la secre del SESO (sí. Resulta que esto no es un IES sino un SESO, interpretadlo como queráis) que es rubia y guapetona. Dos horas de blablabla incesante y ninguna escapatoria. Ahora entiendo a los nenes de la FPB. Porque en los barracones no hay departamentos. Sólo una minúscula sala de profesores donde te acorralan los técnicos de fotocopiadoras. Y no nos engañemos. Que si hubiese sido a Miguel y a su bigote, el calvo este no le cuenta ni los buenos días. 
Resumiendo. El viernes, el de la fotocopiadora se llevó el otro ordenador para configurarlo a la fotocopiadora supersónica. O sea que nos queda un ordenador y hay que madrugar y sacar ticket para poder utilizarlo. 
No sólo no tengo ningún ordenador a mi disposición sino que las guardias son un infierno. Sip. Una hora entera encerrada en una habitación que es la mitad de mi cocina con menos equipamiento que una sala de interrogatorios con dos chicos de 4º de diver a los que no había visto antes en mi vida, los tres castigados en aquel zulo sin poder sacar el móvil y sin tarea que hacer (ellos).  Por la ventana como único paisaje un descampado con pinta de escombrera. Un panorama para salir por patas y no volver. Y ante su amenaza de fugarse o cometer cualquier otro tipo de tropelía, pues una ha hecho lo que mejor sabe hacer que es de animadora social juvenil y al parecer la cosa no ha ido tan mal porque al final me han aguantado toda la hora. 
Y ese es otro de los motivos por los que por el momento prefiero hablar poco. No me pasa nada pero es que cada vez que abro la boca es para hacer una lista pormenorizada de todo lo que carecemos aquí. La historia va de a teacher que tenía un puesto de trabajo ideal donde había logrado encontrar un equilibrio y que de repente es catapultada al guantánamo de los centros. Así que me estaré calladita porque todo lo que pueda decir irá en contra de mi resiliencia.
En cuanto a mi post anterior, la cosa va viento en popa. Hoy sólo he tenido que pedirle por favor y con voz suave y calmada que borrara los penecillos que se había dedicado a pintar durante toda la hora por todo el libro de 1º. Y lo ha entendido, ha atendido a mi petición y sin montarme ningún pollo.  

Uuf. Buenas noches. 


martes, 22 de septiembre de 2015

¡Bonita!

Y estaba yo en aquella clase de 1º de la ESO que dicho sea de paso yo no sé lo que le dan a los niños de aquí pero son más grandes. Me refiero al tamaño. Para que os hagáis una idea aquí un 2º de la ESO talla M es como un 4º de la ESO de la talla G de allí. En fin. Que yo ya no me sorprendo de nada. 
Pues estaba yo en aquel 1º de la ESO cuando me percaté, ¡años de experiencia!, que un alumno de los que suelen presentar una conducta disruptiva durante la hora de clase, dos veces en dos horas de clase que hemos tenido ¡años de experiencia! estaba trabajando tan arduamente sobre su pupitre que llevaba un rato sin disrumpir la clase. Y cuando un disruptor no disrumpe, los años de experiencia indican que no está haciendo lo que debería estar haciendo. Eccolo qua. Efectivamente no era ¡hélas! mi asignatura el sujeto de tan digno esfuerzo. Así que me dispuse a emplazarlo a dejar de trabajar en aquella otra materia y dirigir sus recién hallados esfuerzos por la actividad académica hacia la tarea encomendada de repetir el alfabeto con sus camaradas. A mi tercera intervención pedí a aquella alma de cántaro que me diera el libro de tan fascinante asignatura que no lo dejaba encauzar sus energías estudiantiles hacia lo mío y le encomendé que se dirigiera a la docente correspondiente para recuperar el manual cuando de pronto aquello fue como una explosión del sálvame el MYHYV la Maite del Gran Hermano y la niña del exorcista. ¿QUE YO LO ESTABA AMENAZANDO? ¡QUE SÍ, QUE YO LO ESTABA AMENAZANDO DE TENER QUE PEDIRLE EL LIBRO A LA PROFESORA!! ¡BONITA! (literalmente) ¡¡QUE EL LIBRO SE LO IBA A DAR YA, A-HO-RA, BO-NI-TA!! ¡¡EH EH EH!! ¿¿Y QUE QUERÍA PONERLE UN PARTE?? ¡¡PUES BONITA PONME EL PARTE QUE ME LO PASO POR AHÍ POR AHÍ ABAJO!! ¡EH BONITA!

Qué espanto. Aún no me he recuperado del shock de tamaña disrupción. Ha sido como una macrodisrupción. Una supernova de las disrupciones. Como yo aquí soy nueva como aquel que dice, he preguntado si eso era lo normal  pero me han asegurado que no lo es. Que yo ya no me sorprendo de nada. En fin. Que hoy se cumple una semana. Magnífica forma de celebrar esta efeméride. 
-"Si los niños son buenos, aquí son buenísimos, ya veréis, aquí no vais a tener problemas"-
Ok...

Good night!!

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Día 2 (II)

El plan es muy sencillo. Llamar a la guardería. Decir que no nos esperen pero que luego las recojan. Llamar a Estrella, nuestra conserje, y decirle que avise que la de francés llegará, no sabe cuando, tarde, pero que llegará. Llamar al seguro y esperar. En media hora. Tiempo suficiente para llevar a las niñas al cole corriendo, volver y esperar. Volvemos después de tropiezos y malas caras en el cole, lo siento, yo no debería estar aquí, y segunda llamada de mi marido al que ladro ululo y cuelgo. Esto cada vez nos va gustando menos.  En la calle sólo queda el coche accidentado con la ventanilla abierta y yo. Y por fin llega la grúa, un poco antes de la hora acordada, y el gruista es amable, saca sus pinzas y una batería portátil que parece de fácil manejo, ¿cuánto pide por esa batería? la quiero la necesito, con esa batería ¡¡nada de esto habría pasado!! Para mi cumple quiero una batería con pinzas. El coche arranca a la primera y antes de dejar irse a mi salvador, le pido que por favor me haga un justificante o que me firme al menos una nota en la agenda como que mi marido me ha dejado su coche a traición antes de huir hacia el curro y que es testigo de que no me he inventado lo de la batería. 

9:30 de la mañana. Autovía del Mediterráneo. Una loca va a dos mil por hora con el corazón en un puño, un justificante en el asiento del copiloto que a punto está de salir volando por la ventana, porque llega tarde en su segundo día de clase en los barracones, dispuesta a que le echen un rapapolvo o que le echen a los leones, que tienen toda la razón, que mea culpa, que me fustiguen, que no tengo disculpa, vaaamos la tentación, que bien empezamos, que ningún gitano quiere buenos principios para sus hijos pero es que eso, a quien se lo diga, y un largo etc de frases hechas que surgen en esos momentos; 
cuando por fin logro aparcar el coche, me encuentro con un montón de señoras de mi edad vestidas de decatlón con mallas rosas y banda ancha en la cabeza pero ninguna que corra tan rápido como yo con mi bolso, mi bolsita de Mango, con mi termo, mis galletas, mi cuaderno tríplex y mi carpeta  pero oh Dios mío,
de cara a mí, en la puerta del campo está el piquete de huelga de los barracones, se me había olvidado el piquete, ahí están, un montón de padres, de niños, de jóvenes, algún que otro político, y unos cuantos policías locales, ay Dios, y yo con estos pelos,
Y claro, con el ruido que lían con los pitos y los gritos, pues que no se oye el timbre de la puerta, y entonces me pongo a gritar desde fuera, eso o intentar escalar la valla delante de toda esa gente, "¡Estrella! ¡Estrella!" a lo Marlon Brando  en "Un tranvía llamado deseo" hasta que por fin un alma caritativa dentro del campo de barracones me ve y se apiada de mis gritos y le da a la puerta pero la puerta no se abre así que llama a Estrella y llega Estrella con su manojo de llaves y no consigue abrir la puerta ni a la primera ni a la segunda así que le arranco las llaves para abrir yo pero tampoco atino y todo eso con gritos y pitidos en el oído, 
y entonces una de las madres también se apiada, el día de las piedades, y me coge las llaves y abre a la primera, y por fin entro yo con todo el equipo y sin pasar por ningún otro sitio me meto en clase.
Pero total, que resulta que nadie se había enterado de mi ausencia. Los niños en el aula estaban tan tranquilos que el de guardia al asomarse a la ventana ni se había enterado de que estaban solos. La secretaria del centro al ver entrar a la otra profe de Francés pensaba que al final había logrado llegar a tiempo. En fin y yo... Pa'habernos matao...

Con lo a gusto que estábamos en el fondo. 
En fin... 

Día 2 (I)

Siete y algo de la mañana. En otro sitio del mundo que ya no es el que era.
- ¿Y por qué dices que coja tu coche?
- Ya te lo he dicho. 
"Supongo que me lo habrá dicho ese un millón de veces en el que escuchaba otras cosas en mi cabeza. Y por qué no escucharé siempre..."
- Por la batería. Mi trayecto es demasiado corto para que se cargue.
- Si no me importa ir en tu coche, de hecho tu coche es mejor que mi coche. Pero es que ya no me acordaba por qué querías que fuera en tu coche. (Y si alguna vez lo dijiste, juro que no prestaba la atención suficiente ni ningún otro tipo de atención porque no recuerdo nada de ninguna batería. Me odio cuando no escucho)

Ocho y media de la mañana.
Me siento satisfecha. He conseguido nutrir vestir y peinar a mis dos retoñas sin que lleguemos a las manos, con paz y serenidad, y vestirme, acicalarme y tener todo preparado para dejarlas en la "guardería barra aula matinal barra transporte escolar barra comedor" y así podré llegar con el tiempo suficiente a mi nuevo liceo barra olimpo barra agrupación de siete barracones donde hoy por hoy ejerzo mi labor. Monto en el coche a las niñas, sus carteras, mi bolsita de papel de Mango con mi termo de café, mi taza, mi vaso de plástico y un táper lleno de galletas Chiquilín, mi carpeta y mi cuaderno tríplex y me dispongo a arrancar mi segundo magnífico día laboral cuando con un ronquido agónico la "batería" me dice que no. ¿Cómo que no? Que no, que no va a arrancar nada. Pero ¿por qué no? Pues porque si escucharas en lugar de chillar en arameo como lo estás haciendo ahora mismo, te habrías enterado de que esa batería está en las últimas. No, por Dios, que sólo llevo medio día de clase, no puede estar pasando, que qué van a pensar en los barracones, y ¿las niñas? hay que dejar a las niñas en la guardería barra aula matinal barra transporte escolar barra comedor antes de irme al liceo barra campo de concentración. 
Qué hago Dios mío, ¿¿qué hago?? Y ¿por qué se me queda la mente en blanco cuando más la necesito? ¿Qué hago? Pues lo lógico en esas situaciones: implorar al cielo que tenga piedad de mí e intentarlo una última vez. Pero entonces la peque baja  la luna eléctrica que tiene a su lado agotando así la mieja de batería que quedaba y con ella toda esperanza de redención. Ya estoy llorando a moco tendido por dentro. Y entonces hago lo que haría cualquier mujer en esa situación. Sí. Llamar a su esposo. Al fin y al cabo él es el que nos ha tendido la trampa de la batería. Y ¡sorpresa! ¡Que no me lo coge! ¡¡Y si se estuviera quemando la casa!!! Odio creciendo y explotando en cuatro tres dos uno. Piensa piensa. ¿En qué? En un cigarro. Sí. Pensaría mucho mejor con un cigarro. Dos meses y catorce días sin fumar. Pero es un momento crítico y cualquiera entendería que rompiera aquel compromiso que contraje conmigo misma en un momento de renuncio. Pero no hay tiempo para fumar. Además de nada les serviría una madre drogada a las niñas en esta situación. ¿E inventarme una enfermedad repentina y muy contagiosa que hayamos contraído las tres y así no ir ninguna a ningún sitio y quedarnos en casita metidas con un coche sin batería y la ventanilla bajada en la puerta??? Claaro. No. No puedo gastar la baza del ébola tan pronto. Sería poco creíble. ¿Qué haría una persona racional y responsable en esta situación? ¡Piensa piensa! Y mientras golpeo el capó del coche a lo Scarlett O'Hara cuando jamás volvería a pasar hambre oigo la voz de un hombre detrás del coche. Es el vecino de la esquina y se está ofreciendo amablemente a llevar a las niñas. Y me parece tan bonito que alguien se digne a ayudarme pero no puedo aceptarlo aún. Pero se lo agradezco. Y entonces hago lo que haría cualquier persona razonable. Llamo de nuevo a mi marido que por fin me lo coge y se me pone a hablar flojito, muy flojito, como si hubiera alguien durmiendo o como si estuviera impartiendo su primera clase en su nuevo centro mientras yo estoy hablando muy alto, altísimo como si no estuviera en mitad de la calle y como ninguna de las soluciones que me da implica dejar a las niñas, dejarme a mí en los barracones y que otro solucione el problema, y todo en los próximos cinco minutos decido actuar por fin.

lunes, 6 de julio de 2015

Injerencias telefónicas

Sábado por la mañana. Misma rutina mañanera de siempre. Encender el rúter, coger el móvil y comprobar las notificaciones. Vistazo rápido al whatsapp. Pues no. No se trataba de un capricho pasajero. Mi wiko ha decidido a lo mutis por el foro borrar/ignorar/suprimir/anular/aniquilar a la mitad de mis contactos. Olé. Indiscriminadamente y sin miramientos. De tal forma que puedo llamar a mamá pero papá ha pasado a ser una serie de números aleatorios completamente desconocidos. Intento entrar a contactos para medir la amplitud de la catástrofe. Pero mi wiko ha decidido que tampoco me deja. Y todo ello a una hora de irme a la playa a años luz de cualquier ordenador o módem que me solucione la papeleta. Tras cinco intentos de reinicios y de pedirle amablemente a mi Wiko que recapacite, acudo al Sr Lobo de las TIC, o sea a mi hermano. Mensaje de auxilio al grupo familiar del whatsapp cuyos miembros no reconozco más que por las minifotos de perfiles. O sea que bien podría estar comunicándome con cualquier otro grupo llamado familia García. Ya no están la  mayoría de ellos, son números y no más. Sólo queda mamá. Mi hermano abierto las 24 horas del día me da en seguida la solución. Al android se le va la pinza de vez en cuando así que sólo tengo que restaurar el móvil. ... ... ¿Restaurar el móvil es eso que se hace y que hace que el móvil se quede sin todo lo ocurrido y descargado a lo largo de estos últimos dos años y pico y que me vuelva a hablar en franchute como en nuestra primera cita? Dos años y pico, ahí está el problema. El wiko como cualquier otro aparato occidental made in china tiene programado su autodestrucción para cuando se acabe la garantía. Uuufff. Me tomo el finde para plantearme la reprogramación o sacrificar a la mitad de mis contactos. Difícil elección.

Domingo tarde. La decisión está tomada. Un teléfono que no me deja llamar a Papá no me sirve de nada así que he procedido a formatearlo. Y ha funcionado. He recuperado mi libreta de contactos, a papá, a los demás miembros de la family, a mi marido perdido también, ya vuelvo a comunicarme con gente con nombres y no sólo con números, vamos, que la operación ha sido todo un éxito. La pantalla del móvil se ha quedado pelada pelada completamente pero bueno nada que no pueda encontrar en la play store.

El caso es que animada por mi éxito telefónico me he lanzado a la ardua tarea de conseguir que mi marido conectara por fin el móvil al ordenador, cosa que lleva ya unos días intentando. Y NO, SEÑORES DEL SAMSUNG, NO HE TENIDO QUE DESCARGARME EL KIES PARA CONSEGUIRLO. O mejor dicho sí. Me lo he descargado y he tardado tres intentos en desinstalarlo de mi portátil. No quiero esa mierda en mi ordenador (y agradecedme que directamente no lo llame puta mierda).

Después de mucho bucear, esto es lo que lo ha solucionado ipso facto:

- configuración/ajustes; desarrollo; depuración de usb; desconectar. 

Y por ello, desde aquí quiero darles las gracias al Sr Lobo y a todos esos anónimos que nutren foros y foros al infinito con sus comentarios con el único propósito de hacernos la vida más fácil. A todos ellos, THANK YOU. ¡¡¡Feliz semana!!! :))





jueves, 2 de julio de 2015

Ikea

Mis fans y asiduos lectores ya estarán al tanto, pero para todos los demás, hagamos una pequeña retrospección. 

Verano de 2014. Aburrida como una ostra, encuentro casualmente en un supermercado de playa  entre las chanclas y los sudokus una novela de Wallander, un personaje del que he oído hablar en los foros de aficionados a la novela negra. En un arrebato, me lanzo a la aventura de leerlo. Porque descubrir a un nuevo personaje implica los mismos riesgos que cuando conoces a alguien, no se trata de descifrar una sucesión de vocablos y encontrarle un sentido sino que se establece claramente una relación interpersonal en la cual lo mismo te decepcionan como por el contrario acabas enamorándote y a partir de ahí entrará a formar parte de ti. No sé si me explico bien. El caso es que pronto descubro que me encanta. No sólo eso sino que a medida que avanza el verano voy devorando todos los Wallanders que pillo y siento crecer en mí una pasión incipiente por todo lo sueco. 

Lo que nos lleva al día de hoy. Tenía que ir. Ikea. Como suecófila, era un lugar de peregrinaje ineludible. Mi primera vez. (Bueno, realmente en Francia ya iba al Ikea pero no eran los mismos ikeas y no eran aquí y por aquel entonces tampoco es que me llamara tanto la atención lo sueco, de hecho lo sueco me sonaba a película de Esteso y esto ha sido una pasión tardía, tanto que me estoy planteando jubilarme en Suecia, los suecos aquí, yo allí, y así el mundo no se vuelca. No) 

El caso es que quería ir a Ikea y no sólo para comer albóndigas suecas con puré de patatas con grumos suecos y probar el café sueco y buscar a algún dependiente o dependienta sueco/sueca a ver a qué huelen los suecos y todo ello amenizado con las vistas al parking observando a maridos intentando meter en micromaleteros cajas enormes e imposibles bajo la mirada concupiscente de sus esposas. Sin embargo ni rastro de ningún sueco que trabaje en el ikea de Murcia. Una pena. No. Tenía que ir para dejar de imaginar cómo sería estar en un trocito de Suecia in situ. Y vivir allí no debe ser tan malo. En la planta de exposición me refiero. Es tan bonita y tan bien puesta. Y la verdad es que ha sido una experiencia casi mágica y me he traído un felpudo de la república independiente de mi casa y un corazoncito achuchable como souvenirs. 


Jag älskar Sverige!!! :))


miércoles, 1 de julio de 2015

Estampas de verano

Son las 6.51 de la mañana, hállome despierta y somnolienta y de madrugada y enfurruñada cuando ya por decreto no me toca, y es que lo de dormir y sudar puestos en este orden concreto es algo que llevo bastante mal a la par que me parece un absurdo despropósito. 
Echaremos siesta con  Castle. 


El niño en el carro tocando la pandereta con alborozo, la misma que le regalaron a su tía la del pandero de segundo premio, lo que viene a ser una pandereta de plata, el abuelo, sentado en la mesa de al lado entre menestra de verduras y rajas de melón, conmovido y animado por el arte táctil del postlactante carialegre, arrancándose por soleares a cantar villancicos de Navidad y así sentados en aquel bar, todos grandes y pequeños pusiéronse a celebrar con alegría y entusiasmo, la ansiada llegada del verano.

martes, 30 de junio de 2015

Del estío

Me parece súper fatal que esta mañana al buscar en internet "ganador de masterchef 3" me pusieran quién iba a ganar el masterchef 3 de esta noche. Tan difícil es entender que hay cosas que por mucho que queramos decirlas, no hay que decirlas nunca, que por más que queramos saberlas, es mejor no salir nunca de la ignorancia. Como por ejemplo quién ganará masterchef 3 de esta noche. Y así de puaj empezó la que iba a ser mi última jornada en Macael. Y me encantaría ponerme trágica y que me embargara la emoción. Y mira que  tengo motivos de sobra. Como por ejemplo ese magnífico mortero que me han regalado como regalo de despedida después de insistir insistentemente (de leerme probablemente Gabo y Stephen King acaban de pegar un brinco en la caja) (con todos mis ceremoniosos respetos a sus pies siempre) (y que Stephen King no está técnicamente muerto) (pero es que me va a costar horrores dejarme el vicio de los adverbios en -mente aunque dicen que prescindir de ellos es la conditio sine qua non para devenir en un gran escritor) bueno pues que yo lo decía insistentemente, como soy yo, una pesada, pero nunca en serio, lo de que quería mi mortero de despedida, ya sabéis como soy, "es broma" "siempre", y conmigo han tenido siempre una paciencia infinita, y mira que les he dado motivos para no tenerla, pues han pillado y me lo han regalado. Sí. El mortero. ¡¡¡se puede ser más adorable!!!! y creo que nunca me van a tratar con tanto cariño en ningún otro sitio y que los voy a echar mucho de menos, independientemente del mortero, y no tiene nada que ver con mi culo, y es todo tan triste. Pero es verano. Y verano y tristeza son antitéticos. Jeje, tetas. Así que mi consejo de hoy en este inicio del estío es que si no estáis dispuestos a saber la verdad, no la busquéis en el google.

Feliz verano, ¡estaremos bien!

viernes, 26 de junio de 2015

La malota

Por eso, hasta 12 horas después de haber ingerido alcohol, el test de alcoholemia puede llegar a detectar rastros de alcohol en la sangre

Mierda. Si me tomé la última copa a las 5, eso significa que probablemente sigo borracha. Oé. Y eso explica este estado de ánimo excesivo.  Así que nótome tan contenta pese a que el despertador no me haya dejado dormir más de tres horas. Su señoría, prometo no volver a liarla así de parda. Si es que tampoco tiene una tantas ocasiones. No, su excelencia, no pretendo basilarle. Pero es que me voy pa'siempre. ¿Cuántas veces se va uno pa'siempre? Si yo le contara la pena que llevo dentro. Sí, ya lo sé, lo disimulo de cojones. Una que fue siempre un poco artista sabe usted. Es por la empresa. Eso y que aparentemente sigo borracha. Qué vergüenza y qué bochorno. Si sólo fueron dos copas. Y un granitín. Y yo que sabía que el granitín lleva ginebra. Bueno, sí, lo cierto es que lo sabía. Copas a cascoporro. Pero sea usted indulgente. Que canté el eres tú de mocedades hasta desgañitarme la garganta. Oé. Aunque lo mejor estaba por llegar. De esas cosas que una dice que le habría gustado hacer pero que no la dejarían nunca. Al menos en esta existencia concretamente. No. Eso no. Eso ya lo he hecho. Y eso también. Un montón de veces. Eso lo hago de lujo. Y no le basilo a usté. Empiezan a sonar los primeros acordes del bar Coyote. "¡Las mujeres tienen que subirse a la barra a bailar!" Y allá que voy corriendo, la primera o la segunda, a la carrera, cojo taburrete y súbome con las plataformas a la barra, es mi momento, por fin voy a cumplir el sueño de años ha de subirme a la barra de un bar, pese al vértigo, a Zas, al futbolín, a los hombres del dominó, a la noria, a la victoria, a la gloria, a las risas, a las plataformas, al alcohol, a la tristeza, a los adioses, al tiempo que se acaba, a pesar de todo, allí estaba yo, subida a la barra de un bar, con mis plataformas imposibles, sosteniendo el techo y el cielo a dos manos y dándolo todo. Lo resto ya es leyenda.

Y por todo lo expuesto anteriormente, sirva como atenuante, ruego a su señoría clemencia,

Muy agradecida siempre.


¡¡Feliz fin de semana!! ¡¡Besis!!

(Cualquier parecido con la realidad es absolutamente fictional y casual)

domingo, 21 de junio de 2015

Fin de curso

"mi abuela tenía una granja en Tottle Brook y solía decirme que Dios estaba en la lluvia".
(Valérie. V de Vendetta)



Tengo ahora mismo un nudo en la garganta, o en la boca del estómago, o en cualquier parte donde moleste tener un nudo que se va apretando cada vez que me paro a pensar en el poquito tiempo que queda para dar carpetazo a los últimos catorce años. Así que procuro no pensar.

Cierro los ojos. Lo primero en lo que me fijo es en el cielo cubierto de nubes negras encima de mi cabeza. Huele a caracoles y a hierba mojada incluso antes de que se ponga a llover. Estoy en el patio de la escuela, la escuela Jean Jaurès, en Saint-Priest. Es un patio grande y abierto, muy abierto. En la esquina de la derecha está la caseta y la cerca de los conejos, y bordeando la línea del fondo están las pequeñas parcelas de tierra a modo de minúsculos huertos que hemos plantado con nuestro maestro de CM2, Mr Zombardi. Una alambrada separa nuestros jardincillos de los campos de cultivos que lindan con la escuela. Es el último día de clase, mi último día en Jean Jaurès y el  cielo está encapotado. ¿Y por qué lo recuerdo? Porque lo recuerdo desde siempre, desde la primera vez que levanté los ojos al cielo y me pregunté por qué el cielo se ponía gris el último día de clase.

Tengo el estómago encogido por culpa del nudo. Después de tantas despedidas sé que hay cosas, personas, momentos que no volverán a repetirse y lo que estoy a punto de perder para siempre, por insignificante que sea, me produce una enorme desazón.

Cierro los ojos de nuevo. Estoy en el aparcamiento donde los autobuses privados del Colegio Jeanne d'Arc de Genas Azieu descargan a las alumnas cada mañana y las recogen cada tarde, el mismo lugar donde aquel primer amor loco e intenso me había dado un cabezazo entre dos autobuses unos meses antes. Y me había quedado quieta, paralizada, sin poder hacer nada. Pero había sentido una enorme vergüenza por todas aquellas miradas que habían asistido con avidez al espectáculo a través de los cristales de los autocares. Una hilera de árboles altísimos me había acompañado durante cuatro años hasta el edificio central. No podría recordar ahora si eran tilos, hayas, plátanos o robles, pero eran altísimos y frondosos y majestuosos y hermosos. La encontré en el facebook. Era imposible que olvidara su cara, era ella. Pero me di cuenta también que hacía tiempo que aquella tía que tanto daño me había hecho había dejado de tener cabida en mi existencia. Levanto la mirada. El cielo está encapotado o debe estarlo a la fuerza porque es el último día del curso de troisième y ya no volveré.

Me gustaría estar en el momento en que la ausencia haya dejado de doler, cuando todo haya pasado, tengo miedo a los días de tristeza que me quedan por delante.

Cierro los ojos. Estoy en la puerta del instituto Charles Foucauld. He ido a vender mis libros de Terminale. Es la última vez que asistiré a aquel trueque. Me despido de mis compañeros. Dentro de unos días me marcharé de aquella vida. No volveré a verlos nunca, lo sé. Es difícil coincidir con nadie a 1500 kilómetros de distancia. Es difícil incluso a 20 kilómetros. El cielo encima de nosotros debe estar gris tirando a negro pero la calle no huele a caracoles. En las ciudades la lluvia no huele como en los pueblos, huele a agrio, no huele bien. Lloverá dentro de poco porque es el último día del curso y es imposible que sea de otra manera.  


miércoles, 17 de junio de 2015

Titanic

Día 16 de junio. Sigo sin poder escribir poemas a partir de una palabra. Estaba pensando en pistachos y nada. Si la felicidad pudiera medirse en momentos, supongo que el día de ayer fue uno de esos. Y para celebrarlo hice tartas de chocolate, muchas tartas de chocolate, la tradicional tarta de chocolate de la familia, desde que mamá consiguió aquella ficha de cocina coleccionable donde venía la receta y decidió ponerla en práctica. Y yo en su momento también les pasaré la fichita a mis niñas. Y por ser receta familiar casi que me cuesta compartirla con nadie. No es que casi me cueste, es que lo evito descaradamente. Sí. Hice muchas tartas. Tantas como masa cabe en un barreño de diez litros. Y es que las alegrías que te dan los hijos sólo son cuantificables en momentos de felicidad y en tartas de chocolate de la receta de la ficha secreta de la familia. Pero "hélas" los momentos como así lo indica la palabra son espacios de tiempo cuantificables y como todos los espacios cuantificables tienen un principio y un final.



Día 17 de junio. El día de las quiches lorraines. Y eso nos traslada al día de hoy, uno de esos días en los que de pronto dos palabras se encuentran en tu cabeza y te golpean. Verso en rama. Claro que eso sucede más o menos cuando le da la gana y cuando eso sucede, lo único que quieres es salirte del mundo. Pero claro, tenemos tarde de evaluaciones, así que habrá que esperar a después. Y cuando te alegras de llegar antes a casa para dedicarte a esas dos palabras que te han golpeado hace un rato entonces aparece la niña y te enseña el papelito que le ha dado la maestra donde dicen sugieren animan a que las mamis participen en el día de la interculturalidad cocinando un plato internacional. Mami, la Doa va a llevar un plato pakistaní, y la Jazmín un plato holandés y Estefanía y Abel platos rumanos. Y miras a la niña y piensas en tus dos palabras y en las ganas que tienes de quedarte con ellas y de darles vueltas al infinito y sabes que habrá un día en que irremediablemente no puedas cumplir con las expectativas de la niña y que ese día marcará el principio del fin o el principio de los reproches al infinito por el que todos los padres hemos de pasar tarde o temprano. Pero ese día todavía no ha llegado nena y súpermami te va a hacer une quiche lorraine porque es francesa, franchuta, gabacha o gaba como le decían en la facu, y porque si la hubieran avisado con dos días de antelación habría hecho los diez litros de tarta de chocolate de la ficha secreta dos días después,  total, pero no pasa nada, nada que no tenga que ver con los moldes de los chinos y el pinche cocina que en lugar de dos, hemos hecho casi cuatro, porque la primera se ha pegado, y la tercera pues, que son las 23:25, hay una masa quebrada amorfa esperando a medianoche para salir de la basura y estamos todavía vigilando el horno para que no se queme el último intento de quiche. Para la segunda niña. Pero estamos bien.

Y no sé por qué pero me ha venido a la mente la otra noche en la que estábamos cenando en El Rinconcillo, que es como cenar fuera del mundo y cómo de pronto aquella frase me golpeó porque a mí las frases y las palabras me golpean.

Y mientras se hundía el Titanic, nosotros seguíamos tocando.

¡¡¡Buenas noches!!! ¡¡Muac muac muac!!






Versos en rama

Boca que tiembla, ojos que callan,
Llantos de lluvia color de agua
Gotas de amor que se derraman
Y que se arrollan entre las ramas.

De las ramas de los versos
Se derraman unas gotas
Gotas del dolor intenso
De un alma que está rota.

Rota por fuera
Muerta por dentro
Sangra la rama
Que daba versos.

Llueve
Llanto
Grita 
Alma
Calla
Hiere
Muere
Y mata



Corrió una gota sobre la rama y de su agua brotó un verso.



viernes, 12 de junio de 2015

La madre

Coche aparcado en doble fila frente al pabellón de deportes con las luces de emergencia puestas, ventanilla abierta que deja salir las melodías de los 40 Principales, y asiendo fuerte el volante, ahí está sentada la madre, quieta, esperando, con la mirada perdida no se sabe donde. Dos lagrimones corren por sus mejillas. No son dos lagrimones, son dos ríos de lágrimas que no cesan de caer. Y es que es la última sesión de kárate de las niñas con el sensei Pepe. Se ha dado cuenta ahora. Y todo lo que suene a último va a resultar muy duro para la madre. Menos el momento de perder de vista a las zorras, ese le va a importar cojón y medio. Pero, y todo lo demás, ¿qué? ¿Cuánto tiempo va a durar este calvario? Siente pánico hacia las despedidas. Es sólo una fobia más que añadir a la lista actual de fobias. No, si un psiquiatra se haría de oro con ella. Si no fuera por ese terror que siente por los ansiolíticos y es que la gente se queda tocada con las drogas que lo ha visto ella. Y además está lo sentimental que se pone y que nunca supo reprimir las lágrimas. Tanto es así que hace un rato no ha querido asistir a la entrega de diplomas porque sabe perfectamente que habría sido incapaz de reprimir el llanto. Prefiere llorar en el silencio de su asiento amenizado por los 40 Principales. Lo de sentimental le viene de familia. De parte de padre. El sensei Pepe ha sido muy bueno. Esperemos al menos que la despedida no les cause ningún trauma a las niñas. De pronto como un vendaval se llena el coche de voces infantiles. La madre se limpia como puede los ojos. "¡¡Por fin la última clase de kárate!!" "¡Quiero ir al parque!" "¿Y no os ha dado pena???" "¿Pena?" "¡Al menos os habréis despedido como Dios manda!" "Buenoooo, seeeeh..." Entra el padre. "Pero ¿es que no se han despedido de Pepe?" "Buenooo, a su manera..."

Y las lágrimas dejaron de fluir de golpe dando paso a la indignación de tener unas niñas de corazón tan duro. Le habrán salido al padre.

jueves, 11 de junio de 2015

A tu mata de pelo

A tu mata de pelo enroscada en mis dedos mientras dormías


Tu mata de pelo negro
Del negro del azabache
de tus pestañas quietas
Que guardan ferozmente
Dos gemas inquietantes
De color agua amarga;

Dormías a mi lado,
Al lado de mi cara,
Cama de colchón de mies,
Con perfume  a azahar
A tomillo y a romero
A canto de la cigarra.

Tu mata de pelo negro
Contrastaba con tu piel
Piel de color de leche
Leche de coco y canela
Sudor a limón y sal;
No quise despertarte.

Enroscaba con pereza
Las caracolas finas
De tu larga melena
Mientras tú dormías
Y que tu pelo siguiera
Haciéndome cosquilla, 


Aquella noche aciaga
En la que tú y yo yacimos,
Retorciéndose tu cuerpo
Y tu melena suelta
De tirabuzones negros
Envueltos en tormenta.










sábado, 6 de junio de 2015

Cosas que hacen las mujeres cuando están solas

Cuando leí aquel artículo en mi facebook, (sí, lo sé, es simplemente increíble la cantidad de información que se puede recabar en el facebook) sentí espanto. De las diez cosas que las mujeres supuestamente hacen cuando están solas ocho parecían sacadas de una peli pastelosa sobre princesitas disney organizando una pyjama party. ¿Cantamos? ¿Bailamos? ¿Declamamos frente al espejo??? 
¿En serio?

Lo primero que hacemos las mujeres cuando nos quedamos solas es ponernos cómodas: fuera refajos, cinturones, pantalones vaqueros prietos, camisetas ceñidas, fulares (foulards), cuellos roulés, medias que dan picores, calcetines oprimidores de tobillos, tangas astringentes etc etc. 

Una vez cómodas, pasamos al paso siguiente que es exactamente lo que no podemos hacer cuando hay gente delante. Sí. Pensar mentalmente en todos los hidratos de carbono y bolsas de grasas hidrogenadas que podamos hallar en casa  y trazar un menú de cómo racionarlas para ponernos hasta el culo de calorías. Y lo bueno de que nadie nos vea comiéndolas es que lo que no se ve, no cuenta, o sea que esas calorías jamás han existido y por consiguiente tampoco engordan. Sencilla regla de tres. 

Cuando nos hemos puesto hasta el culo de chocolate y de gusanitos, con el estómago lleno se piensa mucho mejor, caemos en la cuenta de que de verdad podemos hacer todo aquello que no nos dejan hacer en público. Y eso sólo significa una cosa: PORNO. Pero no porno cualquiera, que ese ya está muy visto, sino PORNO RARO. O lo que es lo mismo para una chica hetero o bis o les: PORNO GAY. 
Es- es- es- monótono. 

Limpiar. La culpabilidad de haber perdido el tiempo viendo porno gay nos lleva a intentar adecentar un poco nuestro entorno por eso de que nadie nos pueda achacar que nos hemos pasado la tarde entera tiradas en el sofá. ¿Y por qué? ¿Por qué no podemos las mujeres tirarnos la tarde sin hacer absolutamente NADA??

Bueno, en un cuarto de hora hemos conseguido hacer lo que tardamos una hora con público. ¿Y ahora qué hacemos? Aburrimiento total visita al facebook, visita al facebook visita a nuestros contactos, visitas a nuestros contactos- y de pronto sin saber muy bien cómo nos vemos inmersas en un tsunami stalkeador irrefrenable que nos obliga a teclear nombres verdaderos y nicknames en la barra del chrome buscando indicios que vengan a corroborar la historia que poco a poco va tomando forma en nuestra cabeza y que normalmente tiene que ver con cuernos y tríos y ex y más ex etc etc.

Ya está, ya hemos agotado todas las líneas de investigación que nos podría ofrecer el google (¿para cuándo una app que nos deje leer conversaciones ajenas??? Esa sí la petaría, y no es por cotillear a nadie en el fondo ni para hacer daño, sólo para salir de dudas de si somos buenas intuyendo vidas ajenas o si simplemente estamos desquiciadas), y como nadie nos da bolilla por el messenger, ni por el whatsapp, ni por el Line, ni por el Telegram, ni por el Skype, sólo nos queda una cosa por hacer. Y no, no es cantar bajo la ducha ni declamar ante el espejo ni pintarnos ni hacernos peinados, eso lo hacen las niñitas de 8 años, no, así no se plantea la cosa; cogemos el móvil, nos echamos una foto sexy con morritos, miramos la foto sexy con morritos,  y de repente ¡Dios mío! ¡qué espanto! ¡con razón me va como me va si soy un monstruo!!! ahora me arrepiento de las 2.000 calorías fantasmas que he ingerido hace dos horas, soy un monstruo, una ballena, una foca monje, fea y vieja y espantosa- y entonces y sólo entonces es cuando nos liamos a pintarnos y a peinarnos hasta lograr en la penumbra un selfie morritos sexy medio en condiciones. 

Et voilà. Esto señores es lo que hacemos la mayoría de las mujeres cuando estamos solas. O no. ;)

¡¡Feliz fin de semana!!!



Poesía

De día nos cruzábamos sin mirarnos, cada cual a su vida, dos perfectos extraños, y aún hoy en la distancia me pregunto si supo alguna vez de mi existencia, si hubo algún momento en el que ocupó conmigo su pensamiento.


Ahora bien de noche, cada noche de aquel tiempo, volvía a mí con deseo y me follaba en poesía.




miércoles, 3 de junio de 2015

De l'inspiration oh là là

Que sí, que me ha dado por escribir versos en francés. No me preguntéis el porqué, son ellas las que me eligen, y no al revés. Estás corrigiendo un montón de exámenes que tienes atrasados, exámenes insulsos de un día insulso tirando a gris soleado sin nada que destacar, ni siquiera el mismo ruido insulso de siempre, ah sí, perdón, hace un momento has estado hablando de copas con las chicas, A, B o C, te has desatado un botón del escote, que no sabes por qué no se puede enseñar canalillo en un instituto de secundaria, pero al parecer no se puede, sólo a las friends,  y te ha parecido tan hermoso que has tenido ganas de echarle una foto y subirla a la cuenta  @todotetas.com del instagram. Pero como siempre, has recordado que con tus followers lo ibas a tener un poco complicado. Sería divertido sin embargo. Estás corrigiendo esos exámenes insulsos pensando en el escote y en el ruido ambiental que te resulta cada día más insignificante y de pronto surge una frase de la nada. 

Je me meurs lentement de souffrance et de peur

Y el corazón te da un vuelco, es un subidón, de pronto sabes que el día no habrá pasado en vano y los ojos se te llenan de lluvia y nadie se ha dado cuenta. Pero a la vez sonríes. Has vuelto a recibir la visita de las hadas de los versos. Puedes implorarlas durante días y semanas, vienen cuando quieren. Y tienen el poder de transformar la angustia y la soledad en sueños.


Y eso es extraordinario.

L'oubli

Je me meurs lentement 
De souffrance et de peur
De te perdre
Tu m'oublies, tu me laisses
Ici seule
Et je meurs de tristesse
Les sanglots se défont 
Dans la gorge
Et mon coeur dégoûté
Se débat dans sa fosse
Et je crie, et je gueule
Comment c'est d'oublier???
Je t'en supplie, ne m'laisse pas
Aime-moi!
Et je pleure, et je meurs
De souffrance et de peur.
El l'abîme de la peine
Me fait proie et m'engouffre
De sa haine
Je ne suis plus
Je fus presque
Une fois
Et je pleure, et je meurs
De tristesse et de peur... et d'amour.

martes, 2 de junio de 2015

How-old

Nunca me habían agobiado los lunes, de hecho no me disgustaban los lunes... que no, que me encantaban los lunes, nunca entendí la fobia que sentía la gente con respecto a los lunes y me solidarizaba con los deuterofóbicos pues por no parecer rara ni tonta, sin sentirlo realmente, pero mis buenos días eufóricos me delataban cada lunes por la mañana.

Hasta ayer. Cuando caí en la cuenta de que sólo me quedaban cuatro. Y así fue por lo que me tiré la mañana del lunes 1 de junio a cara perro, y la tarde del lunes 1 de junio en el sofá después de la reunión de mamis de infantil armadas con pistolas de silicona  para fabricarles caseramente los birretes a nuestros angelitos que se nos gradúan (5 años de infantil ya) llorando como una magdalena con mi ropa interior de leopardo (¡mi primer sujetador leopardo! No sabéis lo sexy que puede llegar a ser la ropa interior con estampado de leopardo, tanto que creo que no volveré a usar otro tipo de ropa interior!!) y tapada con una mantita.

Es que estaba llevando demasiado bien esto de irme. Con lo melodrámatica que he sido siempre. Por parte de la familia de mi padre. Pero ahora que se acaba, caigo en la cuenta de que mi vida era perfecta y que cuando por fin estaba todo en su sitio pillo y lo meto todo en cajas  y me lo llevo a otra parte. Y no es que no tuviera mis cosas y mis problemas aquí como todo hijo de vecino, el vecino era uno de esos problemas, pero lo estaba llevando todo tan bien. Y el futuro ahora es tan incierto. Y está el hecho de que cada cosa me recuerda lo que no volveré a hacer. Y es todo tan triste. 

Así que ahí estaba yo, tirada en mi sofá, en ropa interior de leopardo llorando y tragándome los mocos para no tener que levantarme a por un kleenex echándole la culpa al universo de mi desdicha.

Y ante tanta tristeza, sólo me quedaba una cosa por hacer. Descargarme la app de how-old, la que te dice la edad que aparentas. Primero me descargué la danesa, la de Copenhagen, y esa no os la recomiendo, al tercer "la app no responde, ¿esperar? ¿informar?" la tuve que desinstalar, un engañabobos. Pero no desistí de mi brillante idea y acto seguido me descargué la segunda, para animarme, o despejarme las ideas porque si te dicen que aparentas más edad de la que tienes, del disgusto que te llevas dejas de amargarte la existencia en otras cosas que no sean las arrugas, la flacidez, las caídas etc etc. Quería saber a toda costa la edad que aparentaba así con mocos y todo para resurgir como el ave fénix o hundirme en la miseria más total. Y adivinad qué. ¡SÍ! Según la app, aparento menos años de los que tengo. Así que seguí llorando aunque con más alegría.
 
Hoy, ya es distinto, que es lo bueno de ser una veleta bipolar. Aquí, secuestrada en la biblioteca con un clásico del centro (no hay martes que no me falle ese bribón; claro que ayer lo admití  en mi instagram; nunca se sabe a quién vas a tener que recurrir el día de mañana, aunque sea a un psicópata) acabo de recordar por qué tenía tantas ganas de irme. Mañana probablemente sea otra historia.

Thank you so much and happy week!!! :))

domingo, 31 de mayo de 2015

La luna y el beso

La luna vela tras vellones de seda,
Vellones de seda que cubren el cielo.
Y yo, despierta, me dirijo a ella,
Por culpa de la necesidad de un beso.
Luna, lunera, que no he de besarlo
Le cuento a la dama de rostro velado,
Mas noche tras noche dormida apenas
Con su requerimiento a mí me desvelan
Aquellos labios que no he de besar
Mas a mi pesar por besarlos muero.

Dama velada de pálida tez,
A ti, señora, yo me encomiendo;
A golpes de tus haces de plata,
Haz que se desvele mi enemigo
Y que se dirija al campo de batalla
En este mi lecho hecho de seda;
Que han de recibir su justo castigo
Aquellos labios que me acibaran
Y que luego de catar mis besos
Ya nunca más me olvidaran.

La luna vela tras vellones de seda
Y yo me desvelo con jirones de sueño,
Sueños que fabrica mi alma maldita
Con el recuerdo inventado de tu cuerpo.
Nunca sabré a qué saben tus besos,
Lo sé, lo intuyo, lo entiendo, lo acepto.
Y sin embargo nada hay cada día
Que me persiga con más anhelo,
Nada hay en el mundo que más deseo
Que el que tú me ames como yo te quiero.





jueves, 28 de mayo de 2015

Café

Y doble por favor. Cualquier cosa que me espabile de este estado catatónico. Un café doble, triple o cualquier otro tipo de drogas que haga que recupere la función cerebral. Sí vale blablabla las drogas son malas  y blablabla y no debería hacer apología de las drogas en un espacio como este y demás sandeces. Hay tantas cosas que no deberían hacerse en esta vida, ¿verdad? Necesito algo que logre que me concentre. ¿Habéis leído mi último poema? Le falta algo, lo sé, debería estar intentando arreglarlo, porque mis poemas son como puzzles y este tiene las piezas revueltas. Tengo que conseguir que cada pieza encaje con la siguiente. Pero no logro centrarme. Leo las palabras pero no encuentro su dirección. Sin embargo, pillo y lo publico. Porque tenía que publicar algo. No puedo perder este blog. Y de buena gana me quedaría aquí arreglándolo. Pero esta noche toca cena. Yuju. Mi última cena. El vino de anoche probablemente sobraba. Pero estaba tan rico. Tomémonoslo tomémosnoslo tomésmosnoslo tomemos Oslo con filosofía. Tomátelo. Tomáoslo. Qué me pasa con el nosotros. Que el nosotros no existe. Nos lo vamos a pasar fatal. No tenemos medias de repuesto preparadas, el vestido es repetido, no tenemos gafas de sol para tanta ojera. Soy experta perdedora en gafas de sol y en paraguas. Es un don. ¿Y si fuéramos en vaqueros? Total. Lo bueno es que las expectativas son tan escasas que la cosa sólo puede mejorar y que lo peor que puede pasar es que me duerma en el coche y que amanezca en el insti con un vestido repetido de la noche de antes, las medias rotas y el rímel corrido. Y con lo de la zorra esa, casi que no me importa. ¡¡Feliz velada a todos!!


De cortocircuitos

Cuando el karma se da la vuelta, le crecen a una las calamidades y las zorras. Es un hecho "constatable" y esa cantidad de zorras es a veces tan ingente que me he preguntado en alguna ocasión si en el fondo la zorra no era yo. Pero luego dejo de pensar y se me pasa. 

Cuando las calamidades se multiplican cual panes y peces, hay varios caminos que tomar. Arrastrar las penas y pesares por los rincones como una magdalena desconsolada mientras se pasa las horas en webs enteras sobre ñoñería emocional y mentes maravillosas (como la mía) (he llegado a contabilizarme diez síndromes y cuadros sintómaticos simultáneos que ilustraban a la perfección lo que me acontecía) buscando una razón para regodearse en papelones de caritristes.
Aburrido.

Se puede echar una a los ansiolíticos pero con la afición a las adicciones que una padece, en un momento de clarividencia recurre in extremis a la cerveza y al buen vino hasta que se da cuenta una mañana que padece resaca crónica y que le ha crecido un michelín extemporáneo, que está muy bien ahora que se lleva lo fofisexual (que suena a tocarse con guantes quirúrgicos) pero la perspectiva de aguantar la respiración y portar fajas y demás instrumentos de tortura en temporada de asueto desalienta.

También puede hacerse el amago de nadar a contracorriente pero a pesar de este tipazo que luzco, una nunca fue atlética y pufff, eso cansa, y luego están las agujetas.

Así que queda una última opción que es el de subirse a la cresta de la ola de las calamidades (y de las zorrrrrras, así, vibrando bien la erre) y disfrutar de las vistas.


Y en eso estamos ahora.


El humo de las amapolas

El humo de las amapolas huele a jazmín marchito y a barco de vela,
A puertos lejanos, a ola, a resaca, a mar, a luna, a noches en vela.
El humo de las amapolas huele a almizcle y a sexo,
al vello de tu pubis en el que me refugiaba
Y con el que rellenaba frascos de recuerdo.
El humo de las amapolas huele a risas y a sueños,
A terrores nocturnos, a lágrimas, a euforia,
Al algodón de azúcar que dejaba la piel desnuda pegajosa.
El humo de las amapolas huele a soledad.
El humo de las amapolas huele a rímel que se corre,
A carmín de labios inseguros, a pieles que se demacran
A miradas que se arrastran.


El humo de las amapolas huele a tu adiós y a mi ausencia.





domingo, 24 de mayo de 2015

Apnea

(Del gr. ἄπνοια).

1. f. Biol. Falta o suspensión de la respiración.


Aguantar la respiración hasta que todo se solucione. Como costumbre. Permanecer en estado de alerta, en stand-by, sin concentrarse en nada más. Dentro de diez años nos reiremos al recordar en la distancia cómo durante unos días diez años atrás nos preocupamos por lo que dentro de diez años nos parecerá una chorrada. Pero diez años atrás, ahora mismo, pensando en lo que nos ocurre, retenemos la respiración, como costumbre, convencidos como estamos de que si nos permitimos respirar durante un segundo, será la señal de que hemos bajado la guardia y si bajamos la guardia tan sólo por un segundo, entonces nada se solucionará y todo habrá sido por nuestra culpa. 




lunes, 18 de mayo de 2015

Inspiration, viens à moi!

O de cosas que hacer cuando ni a la de tres


Y qué mejor momento para no dar señales de vida que toda la tarde de un lunes con la agenda absolutamente liberada para quedarse contemplando la maldita página en blanco de una entrada de blog. 
Jadeputa. 
Con tos sus letras.

Pensemos en poesía. 
Somos de la teoría de que cualquier palabra es capaz de imbuirnos de lírica. 
Pensemos en una palabra.
Casa.
Bien. 
Nada. 
Somos de la teoría de que cualquier palabra  es capaz de imbuirnos de lírica. 
Esta teoría es una mierda y queda desde hoy desechada. 

Vamos a inspirarnos con el Candy Crush Saga. 
Por tercer día consecutivo seguimos en el nivel 238. 
Después de gastar cincuenta mil vidas en intentar superar un nivel a todas luces insuperable, ¿quién sería tan sumamente gilipollas como para seguir probando???  Es sólo un juego. Si no consigues superarlo, déjalo, la vida es corta para malgastarla en intentar superar chorraditas de juegos, sal a la calle, escribe, disfruta de cada instante, aprovecha el momento-
cincuenta mil cinco vidas. Seguimos en el nivel 238. Este juego es una mierda. 

Y ese hueco que asoma por la ventana justo enfrente de la casa cada vez que me aúpo un poco de este sofá donde intento hacer poesía y que podría haber aprovechado mi marido para aparcar el coche. Pero que no, que ha preferido pasar y aparcarlo más lejos. 
Yo creo que sí puedo meterlo. 
Además es que me gusta meter el coche en huecos pequeños. 
Llamémoslo filia. Una filia extraña como todas las filias. 
Pues venga, a ponerse los pantalones y a aprovechar que no hay demasiados vecinos asomados a estas horas para hacer maniobras. Estoy segura de que puedo meterlo. De hecho estoy convencida de que no hay hueco que se me resista y que soy capaz de aparcar mi coche en cualquier sitio. Lo sé. Eres muy buena, nena, y entre tú y yo, aparcas mucho mejor que tu marido o que cualquier otro hombre. Llamémoslo talento innato.
Nada. Por cinco centímetros no he podido. 
Jodeputa. 

Inspiration, viens à moi, y golpe de flequillo a la derecha. Inspiration, viens à moi, y golpe de flequillo a la izquierda. ¿Soy la única persona que cree que acariciándose el pelo conseguirá inspiration? No, si conseguir conseguir conseguimos más bien poco, pero es que tengo ahora mismo el pelo fabuloso y tan suave!! Acondicionador-mascarilla-ampolla tratamiento shock-aceite extraordinario a los seis aceites florales todo junto y creo que voy a recuperar mi flequillo sin necesidad de sacrificarlo. Y lo  tengo tan suave.

Las 18:45. Se acabó mi tiempo y volvemos a ser una ama de casa normal. 
¿Tarde del lunes aprovechada? Una mierda.
¿Tiempo malgastado en cualquier chorrada sin interés ni trascendencia alguna? Infinito.
¡En fin!

¡¡Feliz Semana a tod@s!!


domingo, 17 de mayo de 2015

Tocan a muerto

Doblan campanas,
Tocan a muerto,
Tres golpes blancos,
Tres golpes negros.

Di, pregonero,
Di por quien tocan.
Por el lucero,
Murió al alba;

Por la alondra
Que esta mañana
Calló su canto
Y rindió el alma.

Yace su cuerpo
Cerca del río,
Muerta la alondra
Cesa el trino.

Por la fruta
Que cuelga en rama,
Por fuera seca,
Por dentro mala.

Por el amor
Que se tenían,
Ella lo amaba
Y él la quería.

Y una tarde
La dejó sola,
Seca por dentro,
Muerta el alma.

Del himeneo
Hasta la fosa,
Como epitafio
"Me voy con otra".

Muere el estío
Se acaba el tiempo.
Pronto me iré,
Queda el recuerdo.

Siembra el yermo,
Brinda con vino,
Muere el verano,
Adiós te digo.

Por los besos
Que no te he dado,
Tres golpes negros,
Tres golpes blancos.



(Ejercicio de creación poética)

La webcam

- El otro día cogí tu portátil porque estaban las crías viendo vídeos y ¿por qué tienes un fiso pegado sobre la webcam?
- Pues porque ese es el mejor, más efectivo y probablemente único método usado por cualquier experto informático para evitar que su cámara sea hackeada.

Y no es que me importe mucho que el FBI o algún loco de la colina tenga interés en pillarme haciendo cosicas; pero como entenderéis, que me pillen asín de fea, sin arreglar y/o hurgándome la nariz, eso sí que no.

Y vosotros pensáis lo mismo que yo y lo sabéis. 

lunes, 11 de mayo de 2015

El nadir

A quienes como yo vagaron por el nadir


Quienes como yo vagaron por el nadir,
La sinrazón nos desterró a su arrabal,
Y arrojados lejos de la zarca bóveda,
Hundimos nuestro humor en el negro tarquín
De camino hacia el sino del abencerraje
Ignorando el porqué de tan funesto fin.
Aquellos monfíes decidimos regresar
Y encaramándonos al alambor
Que cerca la negra hondonada,
Nos zafamos con nuestras garfas.
Erramos ora por la algaida,
Ora por los zacatines,
Anhelando un zaguán
Que nos cobije en las horas
En que el astro alcance el cenit
Que tras vagar por el nadir,
La luz que nos calentaba otrora
Nos hiere y nos encandila ahora.


(Ejercicio de creación poética)



viernes, 8 de mayo de 2015

Barbas

¡Dios mío! ¿Habéis leído en el facebook la cantidad e índole de las bacterias que pueden residir en una barba? ¡No volveré a chupar una barba en mi vida! ¡Puaj!

El virus de Correos

El tema es que el otro día viendo la tele salió lo del virus de Correos, un email mandado supuestamente por Correos para informar de una carta certificada pero que en realidad contiene un virus troyano que te secuestra el ordenador que sólo podrás recuperar a cambio de pagar en cibercoins (=billetes de cibermonopoly o similar) a unos piratas tan malignos (muajaja) como imposibles de rastrear por la interpol virtual gracias a la red TOR que utilizan. Y los más afectados eran las empresas y comercios acostumbrados a recibir ese tipo de correo. O sea que era prácticamente imposible que yo pudiera recibir algo así.

Así que cual es mi sorpresa esta tarde cuando controlando la bandeja spam de mi cuenta, me doy cuenta de que ¡¡¡he sido agraciada con uno de estos mensajes virulentos!!! ¡Wauuu!

(A ver, no soy Indiana Jones; soy una esposa y madre de familia normal que vive en un barrio más o menos normal y que trabaja en un instituto de provincia normal; lo cual significa que lo más cerca que estaré nunca de un cibercrimen será probablemente ese mensaje en mi bandeja spam, ¡¡wauu!!)

Eso sí. Escrito ¿en?:

Rosa carta certificada no entregado a usted ‏

Su paquete ha llegado 29 de abril. Courier no pudo entregar una carta certificada a usted. Imprima la informaci'on de env'io y mostrarla en la oficina de correos para recibir la carta certificada.



¿En serio? Quiero decir, ¿en serio alguien puede pinchar algo escrito en en en??? Y luego se preguntan los alumnos cómo puedes darte cuenta de que han usado el traductor de el mundo para hacer sus redacciones. Señores ciberpiratas, POR FAVOR, contrate a un filólogo la próxima vez.

 El caso es que incluso de haber sido escrito en un castellano castizoformal, ¿habéis estado alguna vez en mi oficina de Correos?

Mi oficina de Correos provocará la extinción de todas las demás oficinas de correos del mundo entero. Cuando entras en mi oficina de correos a hacer cualquier consulta, estás seguro al 99% que la respuesta será NO. Pero no es un NO normal. Es un NO acompañado de una sonrisica malévola y un jejeje. Sé casi a ciencia cierta aunque no puedo demostrarlo que usan el escáner ese de infrarrojos de aduanas que tienen para ver lo que viene en los paquetes. Y que si les gusta algo se lo quedan. Y si no, que alguien me explique dónde están los tres libros que no recibí jamás. O al menos el tiempo suficiente como para leerlos. Y que cuando no les gusta alguno lo devuelven. He recibido paquetes después de tanto tiempo que ya ni me acordaba de que los había pedido. He estado en mi casa y he visto por la ventana cómo uno de ellos dejaba furtivamente el papel de "¡¡Hemos estado aquí con su paquete pero no había nadie así que o se pasa por su oficina de Correos antes de quince días o lo devolvemos!" ¡¡Pero si yo estaba aquí y he visto como salías corriendo!!! Me han hecho ir dos veces a mi casa a consultar el mismo código de un paquete y no decirme hasta la segunda vez dónde estaba mi paquete. Dos veces consecutivas y la misma sonrisica malévola jejeje.

Así que, ¿pensáis de verdad que me iba a creer que iban a tomarse la molestia de mandarme un email para informarme de qué? ¡¡JA JA JA!! No, en serio.

(todo parecido con la realidad es ummhh ¿casualidad? ¿ficticio? Sonrisica jejeje...)

Bajarse al pilón

Era exactamente lo que necesitaba hoy. 
¿Sabéis esos días en los que te crecen los enanos GI-LI-PO-LLAS? ¿Uno de esos en los que al tercer gilipollas, te dan ganas de preguntarle sinceramente si se trata de algún tipo de celebración? ¿Lo que se conoce como el "Gilipollas everywhere's Day"? Pues hoy ha sido uno de esos. 

Y así es como llegamos  a la penúltima hora, a trompicones, 1ºBachillerato, los de las chuletas, última unidad, la 6, "Les sorties en ville", venga, vamos nenes, Dans ma ville, il y a.... "Il n'y a rien" Algo habrá digo yo. "¡Un mortero!" Bien. Mortero en francés se dice mortier. "Il y a le mortier más grande del mundo". Venga nenes, que acabamos de ver el superlativo, ¿cómo se dice el más grande? "Il y a le mortier le plus grand au monde" Très bien. Ahora vamos con la mano. "¿Qué es la mano?" Pues ya sabéis, con lo que (y en ese momento acompaño la explicación con un movimiento de estar picando ajos en un mortero percatándome casi en seguida de mi error)- Juasjuasjuas general. "¿puedes repetir el gesto?" No, no puedo, lo siento, ahora ya sabéis lo que es la mano, "eso se llama el mazo" "o la maza", pues en el artículo del otro día del World Guiness Records ponía mano, y eso en francés se dice, a ver, pilon. Juasjuasjuas general, "hoy estás sembrada". Algo me he perdido pues no entiendo nada. Cara de yo-guiri-no-entender. "Ya sabes, el pilón" Uuf debo estar más espesa que de costumbre pero no sé lo que es el pilón. "Búscalo" "mira en imágenes". Pues me salen morteros. "No pongas pilón, pon bajarse al pilón". Ok, me temo lo peor pero es que no veo ningún tipo de relación con nada, a ver que se cargue las imá- ¡ahí va la virgen! Cara de OMG. Juasjuasjuas general. 

Y así fue cómo se me pasó lo del Gilipollasgiving's Day. En mi defensa diré que jamás había oído hablar de bajarse al pilón, ni conozco a nadie que lo sepa tampoco, ni sé de dónde puede proceder semejante expresión. Estos niños, que luego no sepan lo que es decorticar. ¡ayayay! ¡En fin! ¡Feliz finde!

martes, 5 de mayo de 2015

Ofuscación

Iba a escribir hoy una entrada magistral, la estaba tejiendo en mi mente de vuelta de Lorca, estaba todo ahí, divertida, fresca, llena de humor y de glamour, ya sabéis, de las que suelo escribir habitualmente, os hacéis más o menos una idea. Porque ¡EA!, la oportunidad surge de la crisis  y qué mayor crisis (otro chupito de mora para el body) que volver de Lorca, o sea del centro comercial abierto Parque Almenara de Lorca, sin haberme comprado absolutamente nada (esperad que me sirva otro chupito... voilà). ¿Qué somos? ¡Chicas! ¿Y qué queremos? ¡Superar nuestras frustraciones comprándonos cosas bonitas! Oh, perdón por ser tan superficial, lo siento enormemente, ooh, dejad que me flagele, mmm, así, mmm, me gusta, mmm. (Chupito dentro. Y no es que me haya vuelto una borracha, es que sólo he cenado un yogur Bio y la botella de licor casero de mora que me traje del barman de Arboleas es la única cosa apetecible que he encontrado en el frigo) (Y dejad de interrumpirme ya que si no no acabo). Diez o veinte bolsas de cosas bonitas después de una tarde de estrés y ninguna para mí... (snif, sí, estoy conteniendo las lágrimas...) Bueno, el caso es que de la crisis surge la oportunidad y después de días enteros en dique seco por fin tenía la entrada perfecta. Pero claro. No contaba con la escenita que me ha montado mi marido en el coche. Llamada de Lola justo al salir del centro. Se ha dejado la chaqueta en la pizzería,  que si me puedo pasar. Para el coche que voy a por la chaqueta de Lola. Corrida para la pizzería, corrida desde la pizzería. Tengo que admitir que tras meses de torturar mis pies ahora corro mejor con tacones. ¡Qué fuerte! (Creo que voy a ir a por un vaso de tubo porque el de chupito no me cunde). La chaqueta estaba. Llamada a Lola, ahora nos pasamos por tu casa a devolverte la chaqueta. Viaje de Lorca. Cocimiento de la entrada en mi cabeza. Mirada al espejo del copiloto. Sí. Tengo esa mirada de tener por fin algo. Nos pasamos por casa de Lola, dejo la chaqueta, vuelvo al coche. Y me lían la de uuuh los tres. Exclamación de mi marido. ¡Si llego a ser yo! ¡Por veinte minutos de charla de nada me han liado la de uuuhhh!!! Y no es comparable a aquella vez que le estuve pitando durante  cinco minutos. ¡No! Primero, porque de todos los coches y de todas las personas que había ese día en la puerta del pabellón el único que no miró hacia el coche que pitaba o sea hacia mí y no se dio por aludido fue él!!!! Y segundo, porque llevaba mucho tiempo sin hablar con Lola y el día que le estuve pitando, él estaba hablando ¿a qué no os hacéis una idea de con quién? con aquella "señora" que tuvo la brillante idea de poner a mi Gabriela vestida de Grease con una falda fabulosa hecha por su abuela detrás de todos, con lo pequeñilla que es para que no pudiera lucir lo guapísima que iba. Qué mala y absurda es la envidia. Ya ves tú, que si se hiciera una rinoplastia se le quitaría esa mala uva que gasta. Así que cualquier madre y mujer me habría legitimado para cortar aquella conversación a base de pitazos. Y podría haberle recordado la vez que interrumpí aquella conversación que tenía con aquella pesada y como me dio las gracias por hacerlo. ¡Hombres!!!! No hay quién los entienda. Un día que les pite, al día siguiente que no. En fin.  El caso es que se ha enfadado conmigo y se me ha ido la inspiración. ¡Encima! En fin. Así que esperaremos  a que se pase el cabreo para que vuelva. 

¡¡Un chupito y me voy a dormir!! ¡¡Besitos amores!! 

viernes, 1 de mayo de 2015

Tóxicas

"Solía pensar que lo peor en esta vida es acabar solo. No lo es. Lo peor en esta vida es acabar con gente que te hace sentir solo". (Robin Williams)

Me quejé ayer a mi marido por la falta de ideas para escribir. ¿Por qué el escribir no puede fluir siempre con el mismo caudal de inspiración? Cuando se seca el río, me desespero. Le comenté que barajaba dos temas, las cicatrices y los tóxicos, temiendo que lo segundo le pareciera una idea estúpida. Pero me animó a que escribiera sobre tóxicos y aquí estamos.



Tóxicas (primera parte)


Pongámonos en situación. No podría explicarlo mejor que la cita de Robin Williams. Estás en medio de un grupo de personas que vale, que son conocidas, incluso familiares, pero te sientes incómodo, en tensión, te cuesta sonreír, sentirte a gusto, hablar de tus cosas, sólo esperas la siguiente pulla, el próximo desaire que te planten, ese gesto desleal y gratuito que te tuerza el día. Estás ahí pero para ti es un suplicio. ¿Mi consejo? Sal de ahí por patas. ¿Si te dieran la opción de luchar contra un tumor extirpándolo o tomando aspirina, lo dudarías? Pues aquí tampoco cabe la duda. No pierdas ni un minuto más de tu existencia con ese tumor. No es algo que vayas a poder sanar. Al contrario. No esperes a que se haga metástasis.
No tienes la culpa de nada. Ahora mismo eres tu mayor aliado y no hay ninguna explicación que dar. Sólo tienes que preocuparte por tu bienestar. Después de algo así, eres lo único que debe importarte. Preocúpate por ti, es la única manera de recuperarte. Una vez que estés bien, tendrás tiempo de preocuparte por otras cosas.
Habrá un tiempo en que te encuentres mal física y psicológicamente y mi consejo es que empieces a salir con otra gente. No rehuyas una invitación, una mano que se te tienda. Verás  que en cuanto empieces a frecuentar a otras personas aquello ya no te parecerá normal. Normal es que la gente te hable, te salude, te sonría, te pregunte por tu día a día, que le importe lo que tienes que decir, lo que te pasa, tanto lo bueno como lo malo, que te busque para compartir un ratito de charla contigo, un café, un cigarro, que te escuche y que opine, que aprecie tu compañía, que te saque una carcajada; lo normal es rodearte de gente a la que importas. Y créeme, en cuanto te extirpes el tumor, conocerás a gente, mucha gente que sin pretenderlo, te hará cambiar la perspectiva y conseguirá que vuelvas a sentirte bien, a gusto.
Cuenta lo que te ha pasado. No te lo calles. No es algo de lo que debas avergonzarte pues no has hecho nada. Cuéntalo para que la gente que te quiere sepa por lo que has pasado y te pueda ayudar. ¿Dudarías en darle tu apoyo a una persona a la que quieres y que lo estuviera pasando mal? Pues ahora toca que te apoyen a ti y te ayuden. Deja que otros te ayuden y se preocupen por ti. No estás solo.
Sólo te debes a la gente que te quiere. A nadie más. Las únicas explicaciones, el único diálogo que está legitimado es el que mantienes con gente que te quiere, te respeta, te aprecia, que desea lo mejor para ti, que procura no hacerte daño y cuyo punto de vista crítico es el único del que te puedes fiar. ¿No has tenido suficiente discursito tóxico durante este tiempo? ¿En serio confiarías en lo que dijera una persona que en el mejor de los casos te ha mostrado indiferencia llegando al más absoluto desprecio?
Sonríe a la vida. Tienes otra cicatriz más que lucir y habrá días en los que esa cicatriz duela. Pero, de eso se trata, ¿no? Has pasado por una situación opresiva, gente en la que confiabas te ha hecho daño pero ahora por fin puedes decir que lo has superado. Sonríe. Cada batalla nos va haciendo más fuertes. Y ahora disfrutas más si cabe de la vida porque ahora aprecias cosas a las que antes no dabas importancia. Enhorabuena. Disfruta. Vive. Sonríe.



Cicatrices

Mientras viven, hay cicatrices que duelen. Por lo general, no se trata de un dolor patológico ni crónico. Pero en momentos puntuales esas cicatrices duelen. La primera vez que te duele la cicatriz de una herida olvidada no entiendes muy bien lo que pasa, incluso puede que te asustes, hasta que te fijas y te das cuenta de lo que te ha recordado su presencia con un calambrazo. Estoy segura de que todos los que portan alguna cicatriz han sentido ese pinchazo; muchas veces se achaca a un cambio en la presión atmosférica, un aumento de la humedad o como anuncio de una tormenta. Yo creo que las cicatrices sólo pretenden recordarnos que están ahí y el motivo por el que lo están. No me avergüenzo de mis cicatrices. Al contrario. Son señales de que una vez pasé por algo duro que de una forma u otra superé. Son marcas de mi fortaleza. Hay cicactrices que se ven y otras que no. Hay cicatrices que acaban muriendo con el tiempo.

Ayer sentí calambres en una de mis cicatrices. Y luego pensé en otra cosa. Que sirva esto como introducción a mi siguiente post.

jueves, 30 de abril de 2015

Hueco

Y llenaban el silencio de palabras huecas que ya no me decían nada.  Una vez las había escuchado como los otros lo hacían ahora. Pero ahora procuraba no escucharlas. Y no por las palabras, que las palabras nunca tuvieron la culpa de que aquellas bocas huecas las cogieran y las manipularan. Las palabras siempre se sometían a quienes las usaban.
Sin embargo, los portadores de palabras huecas, tan huecos como ellas, que ponían voz melosa ahora,  habían distorsionado tantas veces la verdad que prefería no escuchar, incapaz como era de todos modos de dejar que la insidia de sus mentiras se metiera en mi cabeza. Puede incluso que de haber prestado un poco de atención a lo que decían me hubiese echado a reír. Ni siquiera la evidencia tendría tintes de verdad.

Yo prefería el silencio a las palabras de los portadores de palabras huecas aunque nunca tuve el valor de gritarles que callaran sus mentiras. Sonreí ante mi patética cobardía. Y mientras seguían hablando, yo me callaba  y escribía, escribía mucho sobre los portadores de palabras huecas.

miércoles, 29 de abril de 2015

A Victor Hugo. Demain dès l'aube.

Mañana, al alba, cuando el sol ilumine todas las cosas,
partiré.
Cruzaré sierras y ríos y campos de siega,
viajaré sin descanso,
de día y en las horas de tiniebla.
No temeré al frío al calor ni al hambre,
no portaré conmigo más equipaje que el corazón ligero,
más alimento que la promesa de nuestro encuentro,
y tu recuerdo por toda agua.
Aligeraré mi zancada,
pues tengo contadas las exhalaciones de mi aliento,
un latido por cada paso que de ti me separa.
Viajaré por la penumbra,
fuera de este mundo al que aborrezco
hasta yacer sobre tu tumba,
Tú, mi hija, mi vida, mi amor eterno.

PD: a raíz de un recital de poesía, me pidieron unos poemas en lengua francesa y el "Demain, dès l'aube" de Victor Hugo fue uno de los escogidos. Es duro, muy duro, tan duro como la pérdida de un hijo. Aquí mi pequeño homenaje.

martes, 28 de abril de 2015

Al día siguiente

... se te queda tal relajo en el cuerpo que se tercia un cigarro. Como los de después de un buen polvo. Pero no te lo fumas todavía porque es temprano. No tanto como el viernes cuando amaneciste en el salón de tu casa a las 5 de la mañana sin mucho más que hacer que gastarte las cinco vidas del Candy Crash. De eso hace ya cien años. Pero aún así es temprano. Creías que la noche del gran día por fin dormirías a pierna suelta pero el insomnio se te ha hecho crónico a base de darle vueltas a la cabeza. Quedan algunos cabos, algunos flecos por cortar y por fin dormirás a pierna suelta. Como después de un buen polvo.

Y desde que te has levantado llevas también un ligero ramalazo a inopia en la cara con levantamiento de ceja incluido. Has dedicado muchos martes de tres años de tu existencia para ese momento culminante y ni siquiera hiciste el ademán de sacar la cámara de fotos. Y no es que seas muy de fotos. Pero hija mía, no tener ni una sola foto de dinámica de grupo de "ese" momento, lo tuyo es un poco strong. Así que os volveréis a vestir para el Corpus y simularéis un convite en la playa. Que no se diga que no tienes recursos para todo.

Lo segundo que has hecho después de no fumarte el cigarro ha sido meterte en el whatsapp y borrar grupos y demás chorraditas. Se acabó. Después de tres años, has colgado el hábito. Ya puedes escribir "un buen polvo" con total tranquilidad. Y no es que- pero bueno, antes lo hacías con nocturnidad, alevosía y en plena conciencia del pecado que cometías, que siempre te ha gustado el morbo y el peligro por más carita de good girl y de arrepentimiento que pongas después.

Hoy es martes, mi primer martes libre después de mucho tiempo y me sabe a gloria. Free por fin para hacer lo que me entre en gana. Así que vamos a seguir escribiendo...

Feliz Semana a todos!





lunes, 27 de abril de 2015

A Apollinaire y su pont Mirabeau

Corre el agua, sopla el viento,
Pasa el tiempo, yo me quedo.

Pasó el otoño, pasó el invierno,
Pasó el frío y el dolor,
El esperpento, pasa el tiempo,
Muere abril, yo me quedo.

Como la brisa en rama,
En la rama de estos versos,
Pasan las horas, pasa el recuerdo,
¿Dónde fueron a parar?

Al sillón que se mecía
En el pasillo a la sombra
Del letargo del estío
Esperando tu llegada.

Tarde o temprano, todo pasa
Hasta el amor pasó en vano.
Corre el agua, sopla el viento,
Pasa el tiempo, yo me quedo.

domingo, 26 de abril de 2015

El relicario

Y con una gota de sangre que se te derramó por el dedo índice sin que te dieras cuenta y que yo recogí, me hice un pequeño relicario de oro y me lo cosí al pecho con hilo de bramante. Lo cosí con esmero y devoción, amor, cerca del corazón, con mucho cuidado de no desgarrar la piel para que no pudiera desprenderse. Lo hice con alegría, afortunada y pletórica como me sentía por poseer tamaño tesoro, me tocaba el pecho y te sentía ahí metido contra mí, era feliz. Hasta que me acostumbré a la dicha.

Poco después de que la sangre de los puntos se secara, cuando ya se habían caído las costras, la piel alrededor del relicario empezó a hincharse, por encima del hilo, se puso colorada, dolía al tocarla, se inflamó. Se hizo un absceso. Y un día el absceso empezó a supurar. El pus era cada vez más espeso y maloliente y hubo muchas veces, amor, en que fui tentada de arrancarme el relicario de tu sangre del pecho. Hasta que me acostumbré a la peste y al dolor.

La carne se ha ulcerado y está negra. La he vendado, no quiero que nadie vea el relicario cosido en medio de la putrefacción. Y se ha podrido la sangre. La sepsis ha invadido todo el cuerpo, ya nada puede hacerse, me estoy muriendo. Pero no temas amor, no temas y alégrate por mí, que tu sangre seguirá aquí, cosida a mi pecho, pura e incorrupta, metida en su relicario de oro  mucho después de que yo haya muerto por culpa de este estigma del loco amor que siento por ti.

viernes, 24 de abril de 2015

Yacer juntos

Ven a mi vera. Échate conmigo. Es este nuestro lecho, yace junto a mí. Acércate que pueda susurrarte al oído. Te preguntaste siempre a qué sonaban mis jadeos. Escucha mis resuellos. Échate, yazco desnuda. Deslízate dentro del tálamo, mete la mano y toca, lo soñabas despierto. Estoy ardiendo. El tacto de la piel enardece cuando está caliente. Tu también lo sientes. Estoy empapada. El sudor ha dejado su fragancia agria pero la piel sigue sabiendo a aguasal. Con tus labios y tu lengua cátala. Aquí estoy tan sola.


Ven a mi vera. Échate conmigo. Es este nuestro lecho, yace junto a mí. Acércate que pueda susurrarte al oído. Ya no consigo alzar la voz, ensangrentada la garganta. Chillé y chillé pero nadie me escuchaba así que dejé de chillar porque chillar agota y sangra y luego chillé en silencio hasta que me desgañité también por dentro. No hay nada tan feroz como la soledad de un lamento. Pero tú estás aquí, tú que me agasajabas y perseguías, estás conmigo, y te hablaré, y me escucharás, y nadie ni nada me distraerá más allá de ti. Te quiero.


Ven a mi vera. Échate conmigo. Es este nuestro lecho, yace junto a mí. Acércate que pueda susurrarte al oído. A veces, cuando la fiebre no me aletarga ni el aliento me causa ahogo, esta alcoba me espanta. Cuando el aire no está tan viciado que consigo respirar, me distraigo observando sus paredes y  juro que rezuman coágulos y que del techo cuelgan carámbanos de sangre. Te lo suplico, no me dejes en este nicho inerme que como un colgajo pende sobre las fauces de la muerte.











miércoles, 22 de abril de 2015

Cumbre política

Pillado in fraganti por la Guardia Civil un  alcaldable de la zona portando cocaína a la puerta de un prostíbulo (más bien un puticlub de los de toda la vida, que aquí no derrochamos en muchos lujos) el día de Andalucía (que es la manera normal de celebrar un día de fiesta que tienen los honorables padres de familia de los de toda la vida que en estos pueblos somos muy de tradiciones).

Y como si de una película de Bigas Luna se tratase, así amenizaban ellos los meses de precampaña en la comarca, ¡¡así así!!

Secuestrada

Que tu amante te deje por una abogada y que se larguen juntos a Estocolmo mientras su ex te persigue para matarte no es ni de lejos comparable con padecer los preparativos de una primera comunión. Más quisiera yo.

Y no hallando otra causa plausible, he llegado al fiable diagnóstico de que tal ha sido el desgaste emocional y físico de las últimas semanas entre viajes, planificaciones, contratiempos, incompetencias, y mezquindades, ¡cuántas mezquindades Dios mío! que hállome desde ya no recuerdo cuando (el jueves pasado) aquejada por un terrible e insólito virus que lo mismo parece una gripe que una alergia, el ébola o un arma bacteriológica letal. Que fue exactamente lo que le sugerí a aquel medicucho de pequeño tamaño y de nombre imperial cuando me dirigí a urgencias el lunes exasperada por la ausencia de mejoría en mi estado; y en el estado en el que me hallaba de frágil y febril conciencia ¿sabéis lo que me dijo??? Pues aquel Napoleón Bonaparte me espetó si nunca había padecido un virus que cursara más de cuatro días, a lo que le espeté que de ninguna manera, a lo que me espetó que un virus podía cursar hasta diez días a lo que le espeté´¿en qué hemisferio si se puede saber?? Bueno fue un cruce de espetaciones esperpéntico sin traspasar la delgada línea de la fría educación. ¿Cuándo me he quejado yo de ninguna enfermedad? ¿Cuándo? ¿Nunca?

Si tuviera que empezar, seguir o acabar describiendo cualquiera de las minucias que han desgastado mi proverbial paciencia hasta postrarme en la cama probablemente no tendría blog suficiente para hacerlo.  He visto presenciado sufrido oído cosas en este proceso que no os creeríais pero que con un mínimo de empatía os quitaría el sueño como poco un par de noches.

Así que puedo afirmar categóricamente que ¡¡¡ojalá tuviera un amante infiel dispuesto a largarse a Estocolmo con su abogada y una ex-mujer asesina persiguiéndome!! Porque al menos le estaría dando un uso excitante y menos aterrador a mi existencia.

Ha sido una semana que podemos calificar como rotundamente espantosa. Estoy agotada todavía pero mientras disminuyo paulatinamente las dosis de barbitúricos ingeridos, poco a poco siento de nuevo el apetito por escribir. Poco a poco. Pero eso ya es un avance. 

Feliz y Sana Semana,

miércoles, 15 de abril de 2015

... tiempo.

Inspira

uno


   dos


      tres


         cuatro


Aguanta la respiración

uno


   dos


      tres


         cuatro


            cinco


               seis


                  siete


Exhala el aire durante ocho segundos

uno


   dos


      tres 


         cuatro


            cinco


               seis


                  siete


                     ocho



Es el método 478. Repite todas las veces necesarias; en menos de un minuto te habrás dormido. 


Ahora que te has quedado dormida, sal de esta habitación, vete a aquel lugar donde siempre eres feliz, siéntate a la sombra del árbol que te da cobijo, sobre la hierba color ocre pero que no pincha, es verano pero el calor no sofoca, el aire corre entre las ramas provocando el frufrú de las hojas al rozarse, has sonreído con el frufrú, ahora descansa.

Pero tenemos que volver al lugar de las cosas tangibles; despierta y escupe la impotencia por no plantarte. Apuéstate en una esquina del techo. Agárrate bien para no caerte y destila cada uno de los segundos que te han otorgado; si deseas que pasen antes de que se vayan, los habrás perdido; retén su esencia, escríbelos en un papel en blanco.