viernes, 17 de octubre de 2014

Jueves de fiestas (replay)

Jueves 16 de octubre. 3 de la tarde.

Mi libro, mi libro de vocabulario de français anglais garabateado, usado, manoseado, con el fiso del forro que le puso mi madre disecado, sus listas infinitas de adoradas palabras repartidas por topics, ese libro que ha estado conmigo desde que tenía los 15, de tamaño mediano, color rojo y letras azules, de tapas blandas, uno de mis más fieles compañeros y uno de mis tesoros, pues es de ese libro concretamente, mi teniente, del que vengo a denunciar la desaparición. 

El libro no está. Es un hecho. Como lo son las vueltas estériles para arriba y para abajo que doy de armario en armario, de caja en caja ofuscada por el recuerdo de aquel lugar donde una vez lo vi, ahí, tan amable, tan dispuesto siempre a ayudarme con su léxico y comprobar que efectivamente ya no está. Como siempre me pasa, no lo valoré lo suficiente hasta que lo perdí. Y ahora lo añoro. Y entonces recuerdo o quiero recordar que la última vez que estuvo conmigo fue en la playa y eso le da un respiro a mi mente enferma por encontrarlo todo. No, nunca fui una buena perdedora.

Pelo, a animarse y soltarse la melena con un color nuevo, canela, por probar, atreverse, vivir la vida, cambiarlo todo, enfrentarse a lo que sea con ganas y con seguridad, todo eso en un tinte vegetal y sin amoniaco. Sí señor. Que me ha dado por ahí. Incluso ahora voy con pendientes al insti!! ¿Quién me ha visto en la primera parte de mi vida y quién me ve ahora???

Tinte chicas, chicas locura, locura fritada de atún, fritada de atún deberes, deberes cena, cena cuento, cuento a la cama y estoy tan agotada que yo también voy, me quito los pendientes, me quito el- no está, me falta el pendiente de la oreja derecha, mi pendiente adorada circonita regalo de comunión con valor tal vez escaso pero a la que amo porque parecen brillantes (soy pobre hasta para eso) y me quedan tan bien y he perdido una después de guardarla durante más de veinticinco años y me desvelo y no consigo dormirme y me pongo a rebuscar la casa en busca de mi circonita y se hace la una y media y me hago una infusión Pompidou "duerme genial" a la que me estoy volviendo adicta.

A la una y media ese era el triste balance. Me falta mi libro. He perdido mi pendiente más favorito del mundo mundial y estoy enganchada a las infusiones para dormir. Es otra clase de panorama.

Y esta mañana, harta de mirar con una linternita el fondo de todos y cada uno de los desagües de la casa y sacudir toda la ropa de cama, me he puesto las gafas, he visto algo brillar y me he encontrado con el enganche y mi circonita juntitos a los pies del marco de la puerta del cuarto de baño. Y al igual que cuando se acabó la bombona de gas y no acabé quemando mi cocina estoy convencida de que mi ángel de la guarda ha decidido pasar una temporadita junto a mí y eso me hace muy feliz!

Deseandito volver a las viejas costumbres!!!

FELIZ FIN DE SEMANA A TOD@S!!!

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