miércoles, 30 de julio de 2014

Micropensamientos de verano III

Descansar de twitter una temporada. Por momentos he llegado a sentirme como Nacho Vidal en un seminario teológico sobre los beneficios de la abstinencia.  (24-7-2014)

Webstats ha resucitado. Para compensarlo Google+ va como el culo. Me publica lo que le da la gana. Lo mismo me notifica que no. Bah.

Otro epitafio selfie: “sa dernière connerie" (25-7-2014)

Montarse en el coche en busca de playas. #pequeñosplaceresterrenales

Definitivamente el café sueco debe ser delicioso. #antojosproductosdemislecturas

Otra mañana nublada. (26-7-2014)

El día de la bestia. Multicines de Granada. Una noche del 95. En sesión golfa. Mi hermana y yo.

He soñado que escribía y ha sido dulce. (27-7-2014)

Programas como "Dónde viajan los pijos" “Cómo viven los pijos" o “Qué guay es ser pijo" claman una revolución. Por lo menos a mí me pide el cuerpo que mate pijos.

A veces detrás de una foto simplemente no hay nada.

Lo que me incomoda como voyeur es encontrarme con una mirada que me está observando.

Ese ser se empeñaba en seguir leyendo pese a no entender más que a duras penas los puntos y las  comas.

Hay palabras que dicen más que mil imágenes. Por ejemplo tú.

No es lo mismo alargador que halagador. Esta inconsciente dislexia. Esta disléxica inconsciencia.

El momento incómodo entre tener flequillo y no tenerlo. A ese momento me refiero.

No. El mar no entendía de día ni de hora ni de sol; el mar no entendía ni de meteorología ni de astrofísica. Era mediodía y el cielo estaba despejado y sin embargo habría jurado que el horizonte tenía la tonalidad oscura de una tarde de tormenta como si una tormenta invisible estuviera a punto de estallar. (28-7-2014)

Despertarme con los primeros rayos de sol golpeándome la cara. Habría sido una gallina magnífica. (29-7-2014)

Siempre me ha dado la impresión que esas sonrisas de dientes perfecta e inmaculadamente alineados vía forceps y demás instrumentos de tortura tenían algo de peli de Tim Burton.

Gamba, molusco, lo mismo daba.

El momento en el que tu smartphone decide darle a la tecla a la que jamás habrías dado bajo ningún concepto. Cuánta fatiga.

Mi segundo wallander fini. La guerra fría no me apasiona tanto como los asesinos en serie. No obstante interesante.

Y eso significa que ya tengo excusa para volver a esa librería.

Porque por algún motivo necesito excusas para hacer algo que me gusta… ¿?

Ayer todo se torció. Desde la mañana hasta la noche. Veremos hoy. (30-7-2014)

Ni limpia ni fija ni da esplendor.

A la espera de mi cita con la librería, me he reencontrado con P. D. James y the omnibus.

Coito ergo sum. El nombre de nuestro posible futuro lupanar. Le dará cierto caché cultural .

Del espectáculo erótico festivo dantesco ofrecido por esa parejita que me ha inspirado el nombre prefiero no decir nada.

No sabes el verdadero significado de “con moderación" hasta que te da diarrea. (31-7-2014)

Perdón por lo escatológico. No volverá a pasar.

Hoy no ha habido espectáculo erótico festivo. Un pelín decepcionada. . .

(Es broma)

Algunos días de calor y viento el mar levantaba una cortina de niebla transparente que hacía desaparecer las sierras. Parecíamos estar perdidos en mitad de una playa infinita y circular.

Y hoy vienen cinco a cenar y todavía no tengo ni idea del menú. Guay.

A todo esto… ¿31 de julio???? No, en serio, ¿31 de julio??? ¿Dónde, cómo,  por qué??? Sólo quiero saber lo que ha pasado con mi julio. Depresión. Crying deep inside…

jueves, 24 de julio de 2014

Micropensamientos de verano II

Ese ser tenía la sensibilidad poética de una gamba. (19-7-2014)

He descubierto dos palabras fabulosas. Némesis, la justa cólera, la venganza que surge de la injusticia. Catarsis, eliminación de recuerdos que perturban el equilibrio nervioso.

Así que, némesis o catarsis. ¿?

Feliz luna de miel. ;P

¿Hay algo más desalentador que empezar a leer un libro, llevar 50 páginas y no ver el momento de acabarlo? Aburrido y previsible. En algunos trozos con personajes tan familiares que me asquea. Lo he intentado. No he podido. Ha vuelto a su rincón esta vez para siempre.

Y nada tiene que ver que quiera empezar con desesperación mi nuevo wallander.

El viento vuelve a hacer acto de presencia. Después de toda una semana.



Los domingos eran el día en el que las playas se cubrían de jaimas y de gente con cañas de pescar, cumpliendo así con la tradición  ancestral de acotar territorios. (20-7-2014)

Un domingo más, la playa se estropeó.

"Tenías que ser tú". No estoy para pelis pastelosas ni romanticonas porque no creo en el amor y sin embargo me la estoy tragando. Otra vez.



Había veces en las que parecía que de tanto aire como nos soplaba el mar estando en la orilla nos asfixiaría;  era un aire fuerte, denso y puro de oxígeno que me resultaba imposible respirar a pleno pulmón sin sentir que me ahogaba con él. (21-7-2014)

No hay veranito sin serie tv que se precie. O varias. O cuatro.

Serena y confusa. Con mucha hambre.



Más confusa que ayer pero menos que mañana. (22-7-2014)

Son los recuerdos del verano pasado los que me confunden. Me hacen creer que nada ha sucedido entre el ayer y el ahora. Y sin embargo todo sucedió entonces.



530 km en diez horas. Cansada. (23-7-2014)

"Por lo menos él publica libros". Touchée et coulée.

Pensar pensar pensar - sonrisa- pensar pensar pensar -mueca- pensar pensar pensar -ceja alzada- pensar pensar pensar -…

Exponer mis teorías sobre las conspiraciones del tabaco, el aire acondicionado y la gasolina a la vuelta.

Empiezo a tenerles fobia a mis fobias. Y eso me produce ansiedad.

A puntito de quedarme sin gasolina en mitad de la autovía por buscar una gasolinera que no fuera autoservicio. Infructuoso.

Se ahorran un trabajador y la gasolina cuesta lo mismo.

Echándome gasolina en Campohermoso con el surtidor en la mano he pensado que era lo más cerca que había estado nunca de tener pene. 



Ha amanecido temprano, con la neblina de los sitios de mar y con olor a lluvia. Me gusta. Simplemente. (24-7-2014)

Mi segunda vocación era la de policía. ¿Me imagináis? Habría sido uno de los buenos.

Y cuando estuvo segura de estar sola, se puso a bailar, por lo de que quand le chat n'est pas là, les souris dansent.

C'est alors que la souris s'aperçut que le chat n'était peut-être pas parti. Mais c'était pourtant impossible.






jueves, 17 de julio de 2014

Micropensamientos de verano I

Y que te siga soñando, ¿qué? (6-7-2014)


Y entonces, nothing else mattered. (7-7-2014)


Epitafio que me dedicaré cuando muerta: por fin se ha callao. (11-7-2014)


Lo bueno de los 40 es que dejas de pensar en tener más niños. Sólo en sexo. (13-7-2014)

Después de dormir en cinco camas diferentes en las últimas cinco noches he llegado a desarrollar el poderoso sentido de la desubicación.

Ha estado bien que ganara Alemania el mundial. Si mein furher está contenta, todos felices.

Ahora bien, el nivel de ladridos de los culéfobos no decae ni en vacances. Aburrido.

Que tanto porno gratuito en Internet ha hecho mucho daño a esta sociedad, cosa que he sostenido siempre, me lo acaba de confirmar Iker J. Casillas en el último capítulo de Cuarto Milenio.

Acabado mi primer Wallander, necesito más.

Flema. Pese a todo, flema.


Una cosa es una bacteria y otra un virus. ¿Qué enseñan exactamente en las facus de medicina de este país? (15-7-2014)

Y ¿qué me dices de la peineta que me ha dedicado la rubita con su mami tocapitorra al volante? Y eso que parecían medio tontas tanto la madre como la pija. Esta del género de las que se tocan con asco. Fíate tú de las apariencias.

Y que conste que yo no he hecho nada. ¿Yo???? Si soy muy pacífica. Un dechado de virtudes al volante. Como en todo. Sip...


Me he dado cuenta hoy de que no sé comprar una bombilla. Con la caja del aplique en la mano, incapaz de encontrar la bombilla adecuada, me he parecido completamente idiota. (16-7-2014)

Y de que las macrosuperficies de ferretería y bricolaje son aburridísimas.

Y de que cuando esperas a alguien que no llega, lo primero en que piensas es que te lo han secuestrado unos extraterrestres o que ha sido atropellado por un taxi neoyorquino.

Y de que mi nivel de aguante de espera se cifra en quince minutos, lo que viene a ser los siete clientes que he dejado pasar delante de mí. No hablaré del estado en el que he abandonado la cola. Todo muy pacífico.



A mí las normas no me van; soy más de conciencia. (17-7-2014)

Sorprendentemente, diecisiete días de julio después, he recuperado mi cama.

Dormir hasta horas indecentes, ¿pequeños? #enOOOrmes placeres terrenales!!! ;P

¿Ese momento de recuperación milagrosa que muestra el moribundo justo antes de que todo acabe? Esa será la señal de que por fin habrá acabado. 

Me gustaría una inmolación, un punto final sin aparte, un punto de imposible retorno.

Hoy Gabriela cumple ocho años. 
¡Felicidades amor!

Mamading

(O de la autocensura impuesta, que no de la censura autoimpuesta)

Noticia subida al facebook:
El gobierno cree que la concienciación social acabará con el mamading en Mallorca.
(publico.es 9-7-2014)


¿Mamading…? Ojitos entrecerrados en busca de una  respuesta  a... ¿Qué dem… ¡No! Así que mamading es… Ja ja ja! ¡Comparto!

Entonces y sólo entonces recuerdo lo ocurrido con las cerezas de mi madre y acto seguido descomparto. Acabo de imaginar la cara de mis jefes, compis, alumnos, amigos, paisanos, primos, familiares, compatriotas y agregados guiñándome un ojo a lo"así que mamading, eh!" y me han entrado escalofríos. Porque como me dijo un compañero no hace mucho, el mundo y las personas que lo habitan no están preparados aún para hablar abiertamente de temas genésicos sin tabús y sin prejuicios ni postjuicios.


Ahora bien, mamading resulta ser una palabra excepcional. Redonda, sonora, intuitiva, gráfica, locuaz, cachonda y llena de ironía, la prueba palpable de que el españolito de a pie está a años luz de la RAE. Y sin alternativas.
- fellationingship: algo así como un holding
- chupapolling: vulgar, a media distancia entre unas elecciones europeas y una práctica tan extendida en este país como es el lameculeo.
- blowjobbing: preciosista, pedante, muy thatsenglish, y jamás entendí el uso de soplar aquí. ¿Soplar?

Además mamading toma la delantera al afectado, fino y profesional francés. De hecho, no sé si mis compatriotas galos, los cuales ya han sido informados de la práctica que nos ocupa aquí por medios chauvinistas empeñados en boicotear el turismo de sol y playa espagnol, se sentirían halagados por la polisemia de su gentilicio.

Mención aparte merece el sufijo anglosajón ing, ese que allá por los 80 importó la práctica de deportes nobles como el footing, el surfing o el puenting, ese que sigue acentuando sus extranjerismos a lo englishspeaking  y que ha acabado acuñándose a  otras actividades no por nacionales menos nobles: tumbing, balconing, wyoming, edredoning, sexting y ahora el magnífico mamading.


No dejo de imaginarme a la ligue des bonnes moeurs, los que cada vez que publican un vídeo escabroso en el YouTube se golpean el pecho y queman cruces y que no se distinguen mucho de los que frecuentan bares de alterne, locales de intercambio, organizan soirées tuppersex, llevan al niño al erótico festival de Barcelona, son lectores fervorosos de la trilogía de las 50 sombras de grey, adictos al cuero,  a los tours con final feliz, a los viajes a Cuba y al porno virtual a pajera abierta, manifestándose y clamando de forma virulenta contra el mamading: NO AL MAMADING!!!

¿Práctica denigrante? Los actores romanos acabaron copulando a pelo sobre los escenarios del foro, (llegando incluso algun@s a ser montad@s por burros y demás cuadrúpedos por el estilo tal y como nos lo relató mi profesora de latín de segundo) en plena decadencia y no me consta que llegara la sangre al río.

Somewhere in Ireland.
- Daddy, can I go to Magaluf with some friends of mine?
- What for darling?
- Spiritual exercises.
- If that's the case, enjoy yourself darling!
- Thanks dad!!

¿En serio? I mean, really?

lunes, 7 de julio de 2014

7 de julio

Lunes. 
Una semana ya. Es increíble el desfase entre el tiempo pasado en mi cabeza y las horas reales transcurridas. Desfase de ubicación el que tengo como patito mareao haciendo y deshaciendo equipaje, yendo de playa en playa, de pueblo en pueblo y tiro porque me toca. Haciendo acopio de momentos y recuerdos.

No me apetece escribir. Hoy estoy aquí y ahora pero ya está.  ¿El Señor habrá obrado por fin el milagro tan largamente anhelado? ¿Me habré vuelto de pronto púdica y recelosa de la intimidad de mis experiencias? ¿Habré decidido que lo razonable es hacerme dueña de mi silencio y no ser esclava de mis palabras? ¿Estaré de alguna manera estresada por tener que escribir desde un móvil, con la lenta torpeza de mis dedos, controlando megas y demás chorradas y reeditando un millón de veces? Y no es un problema de teclado, el teclado es estándar, es que simplemente no me gusta, lo odio, y yo detesto practicar bajo estrés actividades lúdico-recreativas de la índole que sea... bueno de casi cualquier índole porque hay algunas a las que lo cierto es que el estrés aporta un je-ne-sais-quoi disconforme bastante divertido. Puede que sea de todo un poco. Soy voluble, no me preocupa.

Leer sí, me apetece muchísimo leer. Aunque este año será diferente porque no me voy a llevar ni a Malaussène ni a Ignatius Reilly. No. Ya. Es una barbaridad lo que voy a decir, pero este año no quiero leerlos. Son fieles amigos de años, me perdonarán. Este verano quiero probar cosas nuevas. Y está ese nombre con el que hace poco me volví a topar. Wallander. Una vez más en pocos meses y  nunca he creído en las casualidades. Así que este año toca novela negra sueca. Género negro de nuevo.

No me apetece escribir. Ahora mismo no. Puede que mañana cambie de parecer. No lo sé.
Lo cierto es que quiero disfrutar,  de mi casa, hermosa, blanca, llena de la luz azul del sur y del aire limpio que corre por sus estancias y que refresca en verano. 
No volver a asomarme a aquella choza cochambrosa llena de mugre hasta septiembre. 






 





jueves, 3 de julio de 2014

La bici

Era la bici más bonita que había visto nunca. Negra con motivos florales color fucsia, seis marchas con cambio automático, una luz delantera blanca y otra trasera roja, ambas led, que se encendían dándole a un interruptor de silicona, incluso el cable de los frenos destacaba por su bonito color rosa chicle. Aquella bici era el sueño de cualquier niña. Y con garantía de por vida.

- Pues no cabe
- ¿Cómo que no cabe?
- Que no cabe
- ¿Teniendo una ranchera y no nos cabe una bici de niña??? Hay gente que se hace cienes y cienes de kilómetros llevándose el piso entero y a toda la familia metidos en un solo coche y nosotros no  podemos con una ranchera y una bici de niña!! ¡No me lo explico! … Y si dejamos a las niñas en el mostrador del decathlon,  corremos su asiento pa'lante, metemos la bici, la llevamos a casa y luego venimos a por ellas???
- …
- … es que es una bici tan bonita…

Semejante bici para una niña que siempre había ido con ruedines planteaba casi un dilema moral. Porque soltar a la niña era estar seguro al 100% de que al final se caería.

Casco rodilleras coderas guantes pantalón de pana chaqueta recauchutada- sus padres se sentían más seguros ahora.

Se subió a la bici de la niña. Nunca había visto una bici tan bonita. El paseo estaba anormalmente desierto de niños y padres por el airazo que se había levantado a primera hora de la noche. Julio había empezado frío. Anormalmente frío. Se subió a la bici y con el primer desequilibrio y la sangre al cuello recordó por qué no le gustaban las bicis.

Caídas. Decenas de ellas. Ridículas. Como caerse de un poyete que no pollete de unos cuarenta centímetros de alto mientras se está pelando la pava con los chicos del Prado (de Arboleas). O quedarse sentada en el bordillo de la acera mientras la conductora sale disparada, bastante aligerada tras soltar su carga en el salto. Aquella cuesta que llevaba al río, sin frenos y con su hermana sentada en el portaequipaje trasero. A la segunda bajada la tragedia, la bici tropieza, sale volando, ellas salen volando, con la mala suerte de que su hermana cae encima de ella y la arrastra por el lecho seco y lleno de porquería del río. El lado izquierdo de la cara ensangrentado, la Elisa que las ha visto desde el puente sale corriendo a decirle a su padre que se ha cortado la cabeza (verídico). Cuando se caen las costras de la cara queda una cicatriz negra. Sus padres le pagan la cirugía.

La última vez que se subió a una bici, iban todas a Zurgena. Unos 4 ó 5 kilómetros. No supo cambiar de marcha, o estaba estropeada, era una de las bicis que había aparcadas en la carpintería de su abuelo. Así fue, durante todo el trayecto, con una marcha muy corta, la del pedaleo muy rápido para grandes pendientes, todo el rato pedaleando muy corto y muy rápido, cuesta arriba y cuesta abajo. Ridícula. Se quedó pronto atrás. Para variar. El último recuerdo, ya completamente sola, en mitad de un llano, con su pedalear rápido, constante, inútil, cómico, cuando surge el gargajo. No la ve nadie. Lo escupe. Hacia delante. El escupitajo se le vuelve. Le da en toda la cara. Ay. M… de suerte. Se baja, se limpia y se vuelve.

Nunca le gustaron las bicis.

miércoles, 2 de julio de 2014

En noir et blanc

Una de cine negro. En blanco e ídem por supuesto. Nunca un color sentó tan bien a un género.


Al cabo de un rato se revela la presencia de un individuo anodino, probablemente haya estado ahí durante todo el tema de cabecera. No hay nada digno de mención en él. Parece encajar absolutamente dentro de los parámetros de la normalidad. 
Aunque su porte... su porte da un poco de grima; su andar queriendo adoptar ademanes elegantes está a medio camino entre lo patético y lo ridículo, siempre al borde del tropiezo. 
Su rostro. Algo no va bien en el rostro. Es la mirada, es oscura, carece del brillo de las otras, de las francas, de las risueñas, de las que suelen adornar las grandes pantallas.
Y él sabe mejor que nadie que es un ser sin mucho sentido, un mediocre, el antihéroe genuino, perverso, torcido, perfecto, encerrado entre las cuatro paredes de una vida hermética cuya paleta de grises no destiñe, una existencia que ha desistido de los anhelos y sentimientos que les ha visto a los protas de las grandes epopeyas tragicómicas en cinemascope.

En la pantalla que sigue un curso lineal de pronto le sonríe la fatalidad, un momento efímero subgénero indigno de la gran aventura humana que le va a dar algo de sentido a su vida y a su muerte. La muerte aquí es contada, en voz baja, incolora, incluso indolora en algunas ocasiones. La sangre no se derrama nunca en blanco y negro. Tampoco el sexo. Y sin embargo la pantalla destila sexo, sangre y muerte, estos fluyen a borbotones.

Y me dormí. Y soñé. Que realmente Sebastian no murió aquel verano en España sino que siguió usando a su dulce primita Catherine como reclamo. Pero claro, la primita de tanto restregarse contra el indiferente se volvió una amargada y una resentida, y acabó enganchada a la botella. Y que la buena chica sin nombre se excitaba de noche recordando cómo su maridito había matado a la zorra de Rebecca. Y que por fin Morris murió y Catherine pudo volver a disfrutar plenamente de las locas noches de su soltería. Y que Eve acabó sirviendo café aguado en un dinner de la route 66 y haciendo servicios especiales de a 5$ detrás del reservado a quien quisiera escuchar su historia con la gran Margo. Y que Daisy y Tom  todavía se meaban al recordar como el tonto de Jay se había sacrificado por amor. Pobrecillo. Soñé... Disculpad los efluvios de una mente febril pero anoche soñé que vivía atrapada en las lianas de una peli de cine negro de serie B.