miércoles, 2 de abril de 2014

#Francesista

O cómo la mente se va agotando poco a poco...

Ahora mismo ¿cómo estoy? ¿Os acordáis de esa peli de Michael Douglas "Un día de furia" en la que de pronto el prota se vuelve crazy coge una ametralladora y la emprende con todo el que lo colapsa emocionalmente?? Pues, ahora mismo estoy un poco así. Al borde del colapso emocional.

Crazy. Elegida la palabra del mes. Me encanta. Sobre todo pronunciada a lo espanish, o sea creisi. En cierto modo es bastante divertida, admitámoslo.

Porque lo último de lo último ha sido que hace un momento, y después de un mes sin vernos, mi querido y añorado Asus se ha negado a encender su pantalla. Acaba de llegar del taller y la pantalla se ha quedado en blanco, bueno, en negro. En cierto modo no dista mucho del ambiente general de estos días. ¿Por qué todo el mundo ha decidido quedárseme en negro? No soy tan mala persona. Bueno, en este caso creo que mi Asus está un poco mosca conmigo porque no le he mostrado todo el cariño que debiera después de su última intervención. Así que creo que ahora mismo "il boude". Mi marido dice, cómprate otro. Y yo le contesto, ¿entregarle mi corazoncito lastimado a otro frío portátil más para que un buen día decida volver a fallarme? ¿Pero es que nadie va a tener compasión de mí? ¿Pensáis que lo voy a aguantar todo siempre? Mi corazón no tiene una garantía ilimitada y un  día de estos acabará reventando. Sobre vuestras conciencias.

Y no. No estoy hormonalmente desajustada. Gracias. 

He tardado casi hora y media en volver de la reunión de coordinación de Almería. Diréis, son 120 kilómetros, es normal. Y yo contestaré que no, que para una fitipaldi es mucho tiempo. Pero es que creo que de haber tenido la opción ahora mismo seguiría dando vueltas con el coche. Raro sí. Por no decir crazy, bueno, creisi. Pero yo sola conmigo misma y mis pensamientos y mis canciones de la factory Disney, sí, escucho canciones Disney, y son preciosas, durante esa hora y media, me he dado cuenta de que es probablemente el único sitio en el que me he encontrado a gusto hoy. Cambiaría las canciones, pero no por feas, sino porque algunas rebozan/rebosan tanta sensibilidad que no me ha quedado más remedio que llorar a moco tendido y para conducir ni que decir tiene que es un poco engorroso. Pero ha sido tan trágico y a la vez tan bonito.

Y ¿por qué perder una tarde yendo a una reunión de coordinación a Almería a 100km/h? Para hacer terapia de grupo  de francesistas anónimos. En cierto modo, resulta pintoresco estar rodeada de gente que habla con ese acento tan gabacho. Yo no tengo acento gabacho, y de tenerlo, procuraría ocultarlo. Sobre todo esa "s" sibilante que no hay forma de pronunciar a lo español. sh. Eshpañol. Yo shoy Rosha. No hay forma. Porque una cree que con rular la "r" pasará desapercibida y se tira años diciendo lo del perro de San Roque con una cuchara en la boca, pero noooo, el problema del castellano no está en la "r" sino en la "s" y en la "nio" que resulta que no se pronuncia "ño". Elemental, mi querido Watson, pero imposible de distinguir.

Así que una se reúne con unos cuantos francesistas una vez cada dos años para criticar el inglés imbécil y todo poderoso y para reivindicar la no desaparición del vocablo "francesista". Porque resulta que a los retrasados de la RAE, que son los mismos que cambian de parecer en cuanto a nomenclatura gramatical cada dos por tres (Un adjetivo no es un determinante, y un COD es un COD y no un CO o un OD o un CD, ¡fumados!!) se ve que les pagan por matar palabras. He reivindicado ya demasiadas veces la creación de vocablos y criticado otras tantas la falta de palabras claves en multitud de entradas de este blog. No voy a malgastar más líneas en ello por ahora. Toda una tarde para ello. Pero al menos esta tarde he podido justificar mi ausencia.

En fin.. ¡¡Buenas noches!!!

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