lunes, 20 de enero de 2014

Master chef (II)


- Qué mijica, ¿estaba buena la tarta?
- Sí, mami, estaba muy buena.
- ¿Os la habéis comido toda?
- Sí, nos la hemos comido todos excepto Elliot. A Elliot no le ha gustado.
-  ¿Pero estaba buena?
- Sí, y llevaba virutas de chocolate por dentro.
- No, ¡no llevaba virutas de chocolate!!
- Pues llevaba cosas duras dentro, como chocolate.
- ¡Pero si yo derretí el chocolate! ¡¡No podía haber trozos de chocolate dentro!! ¿Qué era eso duro? Se me ha quemado, ay Dios mío, ¿qué era lo duro? ¿Y estaba dulce? ¿Amarga? ¡Eso me pasa por no probarla!! Si la hubiese probado me habría dado cuenta, pero ¡no la he probado!! Ay, Dios bío ¡qué desastre!! ¡Pero os la habéis comido??
- Sí, menos Elliot.
- Y la seño, ¿qué ha dicho?
- Nada.
- Ay, porca miseria, el año pasado dijo que estaba buena!! Eso es que no estaba buena!! ¿Por qué no la he probado Dios mío? Pero ¿alguien te ha dicho si estaba buena?
- No, nadie. Sólo Carmen. Carmen y yo somos las únicas que nos la hemos comido. Los demás la han tirado a la basura.
- Ay, ¡porca miseria! Pero ¿no decías que el único que no se la había comido era el Elliot??? ¡Qué desastre! ¿Por quéeeeeee??????
-  No, que es broma.
- Acabas de decir que la han tirado todos! Di la verdad, ¿quién la ha tirado y quién no??
- Naaadie. Sólo el Elliot.
- Entonces ¿por qué lo has dicho? ¿Para torturarme?
- Era mentira.
...
He seguido con el interrogatorio durante un rato. Con repaso a la foto del grupo incluida. Y no he sacado en claro más que una cosa y es que cuando se trata de cocinar para los demás ¡soy un auténtico desastre! Sniff.

Ay ¡¡Dios mío!!!

Vamos a por el tercer día de cumpleaños.





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