miércoles, 27 de noviembre de 2013

Del amor y del desamor

He de confesar que en algunas ocasiones veo muertos... Nooooo, pero siempre me quedo con ganas de decir algo así. Venga, empezaremos de nuevo. Toma 2.

He de confesar que en algunas ocasiones me siento cohibida cuando se habla de según qué temas. Como hoy en la conferencia de esa chica que ha publicado ya dos libros (todo el mundo publica, creo que soy la única persona en el mundo que queriendo hacerlo no publicará nunca y eso resulta muy frustrante) sobre desamor.

Mis pensamientos me han convertido de pronto en una mezcla británica de Hugh Grant con Miss Marple absolutamente fuera de lugar. La escuchaba decir algunas cosas y mi parte Hugh Grant estaba tentada de contestar confusamente y tartamudeando un "no- no exacta- eso no- pssss- creo que-" mientras mi parte Miss Marple permanecía impasible pensando "no está permitido a las señoras con una situación ecosentimentalofamilioprofesional estable opinar sobre este tema". Porque como todo el mundo bien sabe, las señoras con una SEE sólo se dedican a cultivar geranios y cocinar apple pies. Sería absolutamente impropio que una señora con una SEE hablara de pasión, locura, desgarro, abandono o pena. Y si una señora con una SEE quisiera desbocarse un poco, siempre puede leer las cincuenta sombras de Grey o mandar guarrindonguerías a su grupo whassap de señoras con una SEE. Además, ¿qué entenderán las señoras con una SEE de amor, felicidad o de nada que se le parezca?

 A veces me pregunto si soy la única persona en el mundo en tener pensamientos absurdos tan profusos.

Luego sin embargo, al hojear el libro, me he serenado al comprobar que todo me sonaba y que entendía cada frase.

En fin, que he dejado a una septuagenaria con un cuchillo de matanza en el Ayuntamiento y mañana tenemos examen de lengua y de mates.

Buenas tardes!

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