martes, 31 de diciembre de 2013

Le quedan apenas siete horas

... a 2013. 

Acabo de releer mi entrada del 31/12/12 dedicada al año que entonces se moría sin tener la menor idea de lo que nos depararía el 2013. Le temía mucho a este año, una década más o una década menos, según se quiera mirar, y aun no lo he asimilado del todo.  Una vez más, el año se va sin ver cumplidas algunas de mis grandes expectativas y no me queda otra que postergarlas un año más. Y tal vez sea eso lo que no soporto de cambiar de año, el tener que poner de nuevo el contador a cero después del game over del año que se va. Y no quiero poner ese contador a cero sino seguir con lo iniciado y marcarme como fin una meta y no una fecha. Y entiendo que algunos quieran que acabe la agonía de este año a ver si el viento cambia de dirección y trae nuevos aires, pero no entiendo que todo el mundo quiera hacer borrón y cuenta nueva. Me queda todavía un largo recorrido antes de llegar ahí.

No obstante, ya no quiero el cinismo del año pasado porque no quiero tentar a la suerte y tener que lamentar mi ironía cuando el año vuelva a morir. 

Que el 2014 nos traiga fuerzas renovadas a todos para superar las adversidades y disfrutar plenamente de lo bueno,

¡Un besito y HASTA EL AÑO QUE VIENE!

(Cómo me gusta decir lo de "¡Hasta el año que viene!" Ji ji ji!!)


lunes, 30 de diciembre de 2013

... y reuniones.

Y de la noche de antes no sé si mejor no hablar. 

Cervezas. Unas cuantas. Mahou. A mí con que me digan las cosas una vez. 
Y por fin el Beefeater con tónica Schweppes  que llevaba deseando tomarme desde hacía casi seis meses. 
Bueno, los cinco. 
Pero fue en un intervalo tan largo de tiempo que no sentí que me estuviera pasando. 
La música de Nochevieja de fondo. Sí. Además no caímos en la cuenta ni Mónica ni yo pero siempre la liábamos parda la noche antes de Nochevieja. Parda no, pardísima. Y sí. La noche estuvo amenizada con la música que sonará en Nochevieja en el bar. Para eso contábamos con la compañía de los dos DJ que pincharán mañana. Dos habitantes de la Comarca de la talla de elfos. Nunca he tenido tan clara mi condición de hobbit como con estos chicos. 

Bien es cierto que antes estuvimos tomándonos otra cerveza en la cocina de mis padres.  

Y un rato antes, estábamos tomándonos otra en el bar del Lorenzo hasta que nos vimos interrumpidas por el portavoz calvo de un grupito de otros tantos y tan calvos como su portavoz y que no habíamos visto en nuestra vida, como si no estuviéramos en nuestro pueblo. Y claro, no tuvimos más remedio que admitirles que íbamos juntas. ¿En serio que todavía quedan tíos que creen que sin contacto visual previo ni miraditas cómplices ni nada que muestre el más mínimo interés de ninguna clase les pueden entrar a las tías y que estas vayan a decir que sí?? ¿Qué teníamos?? ¿Caras de desesperadas o de lagartonas? Si por eso no me pinto nunca!!! Bueno, no nos quedó más remedio que huir. Eran siete. Demasiados para luchar. 

Y acabamos en el bar del Lorenzo porque el minuto de antes habíamos realizado una maniobra de huida no disimulada al verlas. Pero es que habíamos reservado la noche con dos meses de antelación. No era plan de compartirla. Si ya nos conocemos y sabemos lo que nos cabe esperar de cada uno. Somos más viejas, y por ende, más sabias y con menos tiempo que perder. 

Y el rato de antes, liamos una pelea de las buenas en el bar de arriba. Sí. En mi pueblo hay muchos bares. Y ya está. Fue una noche versión alcoholizada de un Cuento de Navidad que iba a compendiar todos los momentos estelares de las marchas pasadas y futuras.

Y el rato primigenio de todos fue una cerveza que nos tomamos en nuestro bar de siempre y que auguraba una buena y gran noche que se hizo demasiada corta hélas. Bueno, lo bueno es que hemos quedado para mayo. Contaré los días.

De reuniones

No estuvo mal el día de ayer. Todos los capaores juntos, menos uno. Y fue por motivos de fuerza mayor. Creo que muchos nos sorprendimos del poder de convocatoria que tuvo el día de ayer. No somos de esas familias que se juntan con regularidad o que se visiten. No. No lo somos. No tengo muy claro dónde viven algunos de ellos y todavía doy explicaciones de lo que hago y de dónde y eso que vivimos casi todos en el mismo pueblo. Pero ya está. No seremos la familia más apegada del mundo pero al menos somos capaces de echar un rato de risas juntos sin complejos ni rencores. 

A ver si el año que viene sumamos y repetimos!!

Adicciones

No me puedo creer que me haya vuelto a enganchar tan deprisa.

Dios...

domingo, 29 de diciembre de 2013

Propósitos de Año Viejo

Asertividad. 

Seamos asertivos y dejemos de echar la culpa a los demás de todo lo malo que nos pasa. No es que hayamos gozado nunca de un carácter excepcional pero es que de un tiempo a esta parte, la ira está dando lugar a un resentimiento que conforme va creciendo, borra todo lo que guardábamos de bueno y que es mucho más tóxico que ese estado de perpetuo cabreo en el que nos hallábamos. Hagamos un ejercicio de reflexión y admitamos que la culpa sólo puede provenir de nosotros mismos y disculpémonos por ello. Duele, escuece y abochorna no detentar la razón absoluta. Pero es lo que único que nos queda por hacer para intentar avanzar hasta alcanzar ese feliz y calmo estado de bienestar que tanto ansiamos.



He dormido cinco horas, ¿vale?

sábado, 28 de diciembre de 2013

El Club de las Bridget Jones (V)

En otro orden de cosas, esta noche nos volvemos a reunir el Club de las Bridget Jones. 

Sí. Es una de las cosas buenas de la Navidad. Las reuniones.

Claro que no dejo de pensar que mañana me voy a levantar con un resacón del quince y que voy a estar hecha mistos en la comida familiar que ha organizado mi tío Manolo en el Círculo. Y es que esta noche duermo en casa de Papá y de Mamá para evitar los problemas que tuve la otra vez. Además lo prometí. Y voy a dormir en el sofá. Sí, me gusta dormir en sofás, llevo toda la vida haciéndolo, no sé por qué la gente se extraña de que me guste dormir en sofás. Sé que existen personas que no podrían pegar un ojo si tuvieran que dormir en un sofá pero es que a mí me gusta. De toda la vida. Desde que era chica duermo en sofás. 

Tengo ganas de esta noche. Nos veo y a veces me parece ver a la pandilla de Trainspotting. Sin ser tíos. Ni drogatas. Sin violencia. Y sin ningún suburbio inglés que se le parezca. Pero ahí estamos sentados en aquella taberna. Creo que yo no daría demasiado mal en el papel de Robert Carlyle.

Y creo que va a ser el momento ideal para contar lo de mi último contacto agregado esta mañana y el mensaje intempestivo que he recibido nada más agregarlo. Dios mío. Qué ganas. O a lo mejor ese chico está intentando gastarme una inocentada. Hoy sería lo suyo. Pero es que la biografía parece de alguien de verdad. Me pregunto lo que habría sido de nosotras de haber vivido nuestra plenitud cañera en plena explosión TIC. Y más cosas...Aprovecharemos esta noche para ponernos al día, poner los tíos a parir y celebrar grandes acontecimientos.

Sin embargo no me emocionaré demasiado antes de la cuenta, que todavía le queda a Cenicienta ir a sacar money, comprar frutas y verduras, limpiar, hacer de comer, una hora de dance, lavarse el pelo, arreglarse... La agenda normal de una Cenicienta cualquiera...

Buen finde a todos!!! He quedado!!! Toma ya!! I'm happy!! XD

viernes, 27 de diciembre de 2013

El juego

Si tuviera que escoger un cuadro, uno solo... Tal vez el Ophelia de Millais, tan oscuro y pertubador, con ella tan bella y muerta... O tal vez el Sancta Lilias de Gabriel Rossetti, de boca tan apetecible que invita a la gula. La explosión de La Noche Estrellada de Van Gogh. O algún autorretrato de Frida, siempre amé a Frida, con su dolor y su fuerza. Y una Simonetta de Botticelli, tan pura y delicada, tan perfecta, durante mucho tiempo mi favorita en el nacimiento de Venus. El Guernica que estudiamos en clase de español. El cuadro de los Granjeros que me estuvo contemplando en aquel libro de inglés cuando cursaba Seconde. Y un cuadro de mi madre, por qué no mi propio retrato.

Guardo en la retina cientos de ellos, puede que miles. Y lo que más me gusta de esos cuadros es la historia que albergan sus trazos y la mano que los dibuja. Son aún más fascinantes que la pintura en sí. Así que rindámonos a la evidencia. Pídanle a un lector que escoja un solo libro o a un melómano que elija una sola canción. ¡Es simplemente imposible!



Ayer

Otra vez y sin avisar. Sin dar una mínima explicación. Un chute de energía arrogante que de pronto se sale de los bordes, buscando una salida a toda costa, acelerando el corazón para que le ayude a salir y este, al latir más deprisa, incluso duele atrapado como está en el pecho. No es ni positivo ni negativo, es simplemente mayor que tú e imposible de controlar. Me arrolló. Me desbocó. Y sin embargo, era yo. Ahora toca recoger una vez más los pedacitos que dejó detrás.

¡Buenos días!



Welcome back!

La palabra clave del día supongo.

Porque hay welcomes back que se desean tanto que luego cuando ocurren y uno se enfrenta a la cruda realidad, uno se arrepiente y piensa que parte de la culpa es de uno mismo por desear aquello!

Hay welcomes back que no hay que tomarse de forma literal sino más bien irónicamente como a los franchutes fantasmas que la han vuelto a emprender con una entrada chorra de este blog. 

Hay welcomes back que esperas y esperas pronunciar algún día y que te preparas de mil maneras distintas pero que nunca llegarán.

Hay otras welcomes back que llegan cuando en realidad lo que estás esperando es otra cosa.

Que a qué viene tanto blablabla?? 

Pues que he vuelto al 500px y resulta que me lo tenían todo guardaíco para mi vuelta. Si digo que me voy es que me voy. Me gustaría que borraran todo lo mío y que no esperara nadie a que volviera algún día. Y sin embargo, no hay ni una noticia de los de la Fondue. Al parecer no soy lo suficientemente chic para ellos. Y ni siquiera me van a dar la oportunidad de despedirme a la francesa que sería mi estilo.

En fin... Mañana viernes ya, y qué rápido pasa el tiempo cuando no quieres que pase...

Good night!!! :))


jueves, 26 de diciembre de 2013

La Inspectora Clouzot

La otra noche soñé que tenía que cortarme el pelo. Y voy a cortarme el pelo. No me queda otra pues pongamos que el sueño llegó en un momento de gran inseguridad y que recuperar esa confianza en mí pasa entre otras muchas cosas por el salón de peluquería. Pero mis visitas a la peluquería son siempre tan escasas, del orden de una o tal vez ninguna al año que de una vez para otra nunca me acuerdo de lo fundamental: almacenar en el móvil el número de la peluquera. Y cuando he llegado a mediodía de mis gestiones en Cajamar de las cuales he de hablar largo y tendido, pero para que os hagáis una idea de la magnitud de las gestiones, deciros que me he quedado sin tarjeta de crédito, quince años compartidos con ella y ya no la tengo!!!, ¿a que es horrible???? así que necesitaba imperiosamente esa cita, y badabún, ¿dónde está ahora el dichoso número??? Siete años yendo a la misma peluquería (siete veces probablemente) y todavía no he tenido c... para almacenar el número!!! manda c...!!! Cabreo monumental, para variar, en mi línea, por qué me cabreo tanto??? psiquiatra!! Y entonces recuerdo que la última vez que fuimos llamé por teléfono al número que tienen pegado en la puerta para saber a qué hora abrían y que ese mismo día eché fotos del corte de pelo. Sólo tenía que averiguar la fecha de ese día y buscar el número de teléfono en la memoria del móvil. Cuatro de abril. Busco en el móvil el registro de llamadas. Las llamadas sólo llegan hasta el día 18 de abril. Todo lo anterior fue borrado cuando formateamos el móvil para poder conectarme al 3G. Al final, no me quedará más remedio que tener que ir hasta allí, aparcar de mala manera, eso si encuentro dónde hacerlo, perder un tiempo bárbaro y todo porque no he sido capaz de almacenar un número en siete años. Y entonces, cojo, abro mi Vodafone, busco en facturas anteriores, le doy a descargar el formato PDF y ahí está el número desconocido el día 4 de abril a las 16:01. 

He llamado. Tengo cita esta tarde y estoy cagaíca de miedo porque he decidido hacerme un ligero escalado. Pero no guardo ningún recuerdo positivo de la última vez que me hice un escalado. Y sin embargo, necesito ese cambio de look y a la vez no quiero perder mi melena. Y a eso se le llama escalado. Ah, lo positivo es que esta vez por fin he almacenado.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Comidas familiares

Mi hermano se cabrea y maldice la suerte que le ha tocado al nacer en una familia tan impresentable y tan gritona. Y es posible que tenga razón. Pero de todos es bien sabido que quien consiga chillar más alto y quedarse por encima de todas las demás voces tendrá la razón. Así ha sido toda la vida. Todo el pueblo, y sobre todo los vecinos de la Placeta recordarán siempre lo desangelada que se quedó la susodicha cuando nos mudamos (o mudemos) de allí. Se quedó de repente en silencio, sin gritos, sin voces, sin peleas, para siempre. 

Cuando te toca una familia chillona, sólo puedes hacer dos cosas, cambiar de apellidos y migrar avergonzado y en silencio a otra parte, o asumirlo con naturalidad, porque hay cosas que no se pueden cambiar y a cada uno le toca lo que le toca, que seremos chillones pero honrados y quien no se consuele, doble trabajo tiene. 

Pero estoy perdiendo cualidades porque no hemos alcanzado el armageddon de otras veces y eso que por una vez estaba de parte de mi madre. O sea que nos hemos quedado en remanente de ciclogénesis, la mayor parte habiéndose descargado por el norte. Claro que en medio de la batalla he perdido mi identidad de emigrante, que al parecer no lo he sido nunca, ni siquiera migrante a secas. Pero que me da igual. Siempre me quedará este blog para desahogarme!!! XP

Besitos!!!
 

La palabra del año

Acabo de descubrir la existencia de la Fundéu. Sí, ya lo sé, suena a Fondue Savoyarde, pero no, no lo es. Se trata de la Fundación del Español Urgente. Entre otras cosas, toman especial interés en el buen empleo de las mayúsculas, (a sus pies!!!) y en el correcto uso de la palabra. 

O sea que o sea sí!!! Síiii, sin ninguna duda, como una niña con zapatitos nuevos!! Genial!!

Y ¿cómo lo he descubierto? Muy sencillo. Leyendo las noticias. Me encantan las noticias relacionadas con las palabras. ¿A quién no le pueden gustar??? Y la noticia es que este año van a seleccionar la palabra del año. Y adivinad qué. Allá por mayo, cuando empezaba a usar el Whatsapp, no hacía yo especial hincapié en que la única adaptación posible del término era wasapear???  Sólo podía ser wasapear. Y así ha sido. Eh. Me gustan muchas de las palabras que han sido seleccionadas. No sé con cuál me quedaría. Pero bueno. Si eso fuera todo. Es que ahora tengo una duda existencial en forma de cosquilleo interno pues no sé si atreverme a solicitar mi admisión en el club de los detectores de la Fundéu. Sería un paso decisivo. E importante para mí añado.

Venga, vamos a hacerlo; con que me hayan llamado cobarde una vez hoy ya he tenido bastante,

Uuufff. Deseadme suerte!!!

Y buenos días!!!


La mañana de Navidad

Está lloviendo. Bastante. Aunque el chaparrón ha caído de madrugada. Uno de los buenos. De los que se cuentan los minutos para saber si llegará a hacer daño de verdad. O puede que no fuera tan intenso y que haya sido la noche la que haya engañado los sentidos. Como engaña las cabezas con sus sueños que perturban y despiertan con un extraño sabor amargo y dulce acompañado del sonido de la lluvia.

 El tiempo de hoy contrasta con esa alegría aparente que todo el mundo se esforzaba en esbozar ayer. Hoy los cuerpos estarán hechos polvo. Es la pequeña victoria de los que nos tomamos las cosas con más sentido común que los entusiastas. ¿Hay algo más exasperante que un entusiasta? Un entusiasta pasajero supongo. 

Hoy, menos mal, ya no hará falta exhibir tantos buenos sentimientos como ayer que no sea hacia el almax y la gaseosa el tigre y durante una semana viviremos de nuevo con aparente paz y cordura. Y no es que se me esté agriando la sangre; es que nunca aguanté que me marcaran los compases de cuándo me toca llorar o reír ni tampoco soporto la superficialidad de los que esgrimen buenos sentimientos al ritmo de los anuncios del Corte Inglés y las noticias chorras de Antena3. Sorry!!!

Pero de todos modos, good morning!!

lunes, 23 de diciembre de 2013

De cine

Uno de los momentos más duros de la maternidad es ir al cine. No, a ver, exagero, por supuesto, pero es que de pensar que esta tarde me tengo que enfrentar al momento película, me da un no sé quoi que me pone el cuerpo de una manera pfff y aquí os deleitaré con algunos de los momentos estelares vividos en un cine en horario infantil en este año que se acaba.

Gru 2: mi villano favorito. 
Justo a mi lado, se me sientan dos universitarias que por el nivel de inteligencia desplegado estudian algo relacionado con la infancia. Se tiran toda la peli riéndose a carcajadas y a parlotear entre ellas cada vez que aparece un minion en escena. La última carcajada estrepitosa que provoca que pegue un bote en el asiento en el momento más absurdo de todos los absurdos me hace tener ganas de salir corriendo. Me pego todo lo posible al asiento contrario. Dios mío, ¡están flipadas! ¡Que alguien me saque de ahí!

Epic:
Todo parece ir correctamente. No hay nadie que moleste delante ni por los lados. De hecho, la niña que se me pone al lado parece muy maja, llena como va de alhajas de Hello Kitty. Pero a los quince minutos, mi gozo en un pozo. Mi hija me coge el brazo y me indica que la niña que tiene detrás no para de dar patadas a su asiento. Me levanto, le pido a mi hija que se siente en mi sitio, me doy la vuelta, justo delante de la pantalla, y me quedo de pie mirando a la susodicha: ¿a que no ves nada pequeñaja de mierda? ¿Y si me quedara así, a lo mejor se te quitarían las ganas de dar pataditas? En cuanto a tu madre... siento un desprecio absoluto.

Monstruos University:
Una sala absolutamente vacía. Estamos nosotros y una parejita en la fila de al lado. De pronto aparecen por el pasillo de abajo una familia de gigantes. El padre alto la madre alta así como los retoños. ¿Dónde pensáis que se sentaron?? Sí. Justo en la fila delante de nosotros. En serio. Lo prometo. Formábamos una isla en mitad de la soledad de la sala. Alucinante.

Los Croods:
Penúltima fila.  Sitio de lujo. Que nunca más, jamás de los jamases volveremos a escoger. De hecho más vale tener detrás a media fila completa que una fila entera  vacía. Desembarco de cuatro madres florero cactus rubias mechadas pijas imbéciles con una caterva de los niños con la mayor cantidad de patadas en la boca que haya visto nunca. Les habría metido un par de ellas a cada uno. Y a las madres. Dos veces me tuve que volver para decirle a voces al niñato de mierda que dejara de darme por culo con las pataditas. Silencio administrativo de la payasa imbécil de la madre mechada así como de sus compis o'sea. Ni el hábito hace al monje ni las marcas te dan educación ni criar a un hijo consiste sola y exclusivamente en abrirse de patas. Qué gentuza. Me he hecho de la liga anti-pijas paridoras cargadas de crías que van al cine.

Así que haré de tripas corazón pero no sé realmente a qué me enfrento esta tarde.

Menos mal que después hay Foster.

Ya me descargaré la peli en cuanto pueda para ver los trozos que me pierda.

Feliz día!!!

Ay...




El púlpito

Aarrgg. Pero ¿por qué se me ocurriría pedirle amistad a esa criatura??? Soy imbécil. Claro que de la misma manera que me la aceptó, podría darle a eliminar amistad... Y si algún día tuviera la necesidad, le mandaría otra solicitud de amistad y ni se iba a enterar. ¡¡Pero tú eres tonta!!!

Pero es que es insoportable. Todos los días la monserga desde el púlpito del facebook. La gente de derecha es una clase social putrefacta que debe ser aniquilada y la Iglesia debe ser quemada (hombre, no directamente, pero si no eres tonto, entiendes el mensaje perfectamente). Y entonces para ilustrar la monserga, la sacrosanta anécdota guerracivilista. A veces alterna la monserga con unos cuantos versos propios o de algún poeta de izquierda al que ensalza a través de elegías, apologías y fotografías antiguas. 

Y eso todos los días. Ayer incluso se metió con los catequistas. Me c... con lo que tenemos que aguantar y ahora además se nos critica... Me c... Y me dieron unas ganas de.... Pero me callé como la cobarde que soy.

Qué suerte ser "intelectual". Eso le otorga no sólo la verdad absoluta y el convencimiento de que todo lo que hace lo hace bien y debe ser un modelo y un ejemplo a seguir por sus followers sino que pone a su disposición a todo un séquito de tontos del culo que se dedican a darle al "me gusta" y mandar comentarios lameculosos y elogiosos  cada vez que se le ocurre un eructo o una paja mental al mentor. 

En fin! 

Good morning! Feliz semana!

(PD: las fotos de ayer, no quise decir nada pero me produjeron una mezcla entre vergüenza ajena y el saber que humor e intelectualidad no van necesariamente a la par. Ridículo.
PD2: los fanatismos y  la intolerancia, sean de izquierda o de derecha, me dan arcadas.
Un saludo)

Ortología

Hay palabras difíciles de pronunciar. Como por ejemplo esternocleidomastoideo. Cuando el año pasado un alumno me pidió que se lo tradujera en francés ni siquiera sabía de su existencia, llegando a interpretarlo como una clase de dinosaurio. 

No me refería a esa clase de palabras. Existen palabras difíciles de pronunciar. Como lo siento o me equivoqué o perdóname.  Otras incluso son imposibles, como no lo volveré a hacer o lo olvidaré todo.

Y me pregunto qué pasaría de tener la valentía de decirlas a tiempo.


sábado, 21 de diciembre de 2013

Holidays

Balance del first day: ¡improductivo! O sea un DESASTRE mayúsculo!!

Por qué los días tienen esa mala costumbre de salir corriendo cuando más los necesitas!!!

Día que se resumiría en haber adquirido una piña, eso sí hermosa, preguntándome si este es el único sitio en el mundo donde no se concibe una Nochebuena o una comida de Navidad sin piña, haber logrado por fin elaborar mi tradicional Xmas por los pelos y en haber subido un nivel del pou de mi madre. 

Y sentada en el sofá, que más que sentada, completamente "enfouie" y con la maquinita en la mano, me ha parecido por un instante volver a una época remota en la que los niños no se mezclaban en la conversación de los adultos.Cuánta inmadurez, Dios mío!!

Good night!!! :))





Las paletas

He soñado que no tenía paletas. En el sueño no salía el momento en que se me caían. Simplemente sonreía ante el espejo y me daba cuenta de que ya no tenía las paletas. Y me ponía entonces a buscar desesperadamente la forma de disimular la ausencia de mis dientes al hablar. Me tiraba el resto del sueño buscando la manera de solucionarlo sin conseguirlo.

Prefiero no mirar cuál es el significado del sueño porque he de suponer que soñar que no tienes dientes debe ser de todo menos bueno. Ya ni durmiendo puede estar uno tranquilo.

(Estaba horrible. Más)

Buenos días!!! :))

viernes, 20 de diciembre de 2013

Tengo el corazón contento

Me echaron de menos ayer. Las Locas Unidas. Lo he dudado. Mirada perpleja. Ceja arqueada. Anda ya. Se lo he dicho. Me echaríais de menos cuando ya ibais borrachas. Y entonces se ha puesto muy seria y me ha dicho que sí. Y deseaba tanto creerla que así ha sido.

Final de trimestre alegre, jovial, de entendimiento, de calor. Sí. De muchas risas. Y de alegría. Lleno de alegría.

Toi contenta. Muy. Feliz navidad. Y eso. Lo dejo ya. Ahora. Bye. 

Manía

Tengo la manía de apagar la luz de las escaleras antes de bajarlas.


Sólo quería dejar constancia.

Eso es todo.


Ese momento

Viernes 20 de Diciembre. 18:45.

Hace un viento helado que te va llenando los ojos de lágrimas de frío. 

Has decidido en un segundo ir al otro estanco, el que hay al otro lado del puente, sabes que cruzar por ese puente significa frío, muchísimo frío, por el frío que hace y ese aire perpetuo que recorre la rambla que cruza el puente. Sabes que te golpeará la cara y te cortará el paso. Pero has decidido que después de la semana infernal a la que acabas de sobrevivir en contra de todo pronóstico, te mereces ese tabaco que te encanta y que has echado de menos estos días. De hecho, puede que parte del problema es que no fumaras tu tabaco de siempre. Qué argumento más absurdo. Sabes perfectamente dónde está la raíz del problema y ahora quieres, exiges que las cosas salgan como quieres que salgan. Así que no te queda otra que ir al otro estanco. Qué cara vinagre tiene la dependienta. La otra vez también. Ya no es casualidad. Imaginas que es por tirarse la vida detrás de un mostrador cuando en realidad lo que quería era ser camionera. Has tenido suerte de poder dedicarte a lo que quisiste siempre.

Tienes que cruzar otra vez el puente. Te armas de valor. No hay demasiado miedo tampoco. Procedes de una tierra fría, mucho más fría que esta. Y en mitad del puente te das cuenta que el aire de la rambla te quiere dar una tregua. Y eso sólo ya sirve de revulsivo para animarte. Puede que no todo esté en tu contra. O puede que el aire haya cambiado de dirección. Y sonríes, una amplia sonrisa de oreja a oreja. Con este frío no hay nadie en la calle para ver lo mucho que sonríes. 

Estás muy cerca de casa. Casa igual a descanso, paz, tranquilidad, calor de hogar. Todas esas cosas que has echado de menos esta semana de locura y de correr y de agobios. Estás a dos minutos de acabar la semana. Y entonces el frío deja de molestarte, el reloj deja de molestarte, y las prisas, y los agobios, oyes las campanas de la iglesia de la plaza. Son las 18:45. 

Lo sientes por fin. Ese momento de cosquilleo, de deseo, de felicidad a punto de realizarse, de mariposas en el estómago, el momento en que los labios van a rozarse, el timbre de la puerta que suena, la silueta que reconoces a lo lejos. Estás tan cerca que puedes sentirlo. Así que decides disfrutar de ese momento, y ralentizas el paso. Es tuyo, te pertenece, te lo mereces y sonríes. Todo está bien. Toda irá bien. Como siempre fue todo.


A los macaleros por la paciencia y el cariño demostrado, Feliz Navidad a tod@s!!

miércoles, 18 de diciembre de 2013

La hora del baño

Decidí dedicar mis dos horas libres a tomar un baño. No me había dado cuenta hasta ahora de lo mucho que me gustan.

Estaba sola en casa. Nada que hacer. Un lujo y un placer en la locura de los últimos días. Una necesidad también. Porque pocas cosas te aclaran tanto las ideas como cuando estás sola y el único interlocutor eres tú. Y pocos sitios donde te encuentres con tanta facilidad y libertad. Después de chapotear un rato en el agua sin hacer nada concreto, me decidí por fin a abordar la cuestión y me puse a discutirla conmigo misma sin temor a ser interrumpida ni oída. Y llegué por dos veces  a la misma conclusión. Así que he tomado una firme resolución. Esperemos al menos que no sea tan voluble como de constumbre.

Buenas noches,

Y de pronto

se puso a llover a la hora acordada. Para dos días que llueve en todo el otoño. Fue absolutamente injusto. Pero bueno. Al final se quedó en un simple contratiempo. Otro más. Salió el sol y nos olvidamos de la lluvia. Disfrutamos del sol y de la calle. Nos divertimos. Reímos. Compartimos un ratito a gusto juntos al sol.

Seur

A vueltas con las muñecas.

Me han mandado una carta oficial. No deja de ser paradójico que siendo un servicio de mensajería lo hayan hecho vía Correos. Y paradójicamente han contratado el servicio "te aviso que tienes una carta esperándote".

Pero ¿sabéis qué? Que no voy a ir a por esa carta. Porque obviamente si es una carta no es una caja de bombones que sería lo suyo para que les perdonara el traspié. Y como que ya me da un poco igual.

Ya tengo mis muñecas.

Atentamente,

martes, 17 de diciembre de 2013

Insomnio

Organizar los minutos, repasarlo todo mentalmente una y otra vez por miedo a extraviar alguno, perder uno y perderlos todos, no conciliar el sueño de noche, despertar una hora antes de lo previsto de día. Todo en uno. A la vez.

Vorágine de sensaciones y sentimientos de sentidos enturbiados por el agotamiento que andan borrachos y titubeantes.

Necesidad imperiosa de vaciar la mente de todo. No quedarse con absolutamente nada.

Recuperar mi norte. Dibujar un rumbo.

Parar. 

Simplemente para.

Hecatombe catequística

Cuando cinco mentes femeninas y entusiastas se encuentran para perfilar cómo celebrar la navidad en el ámbito catequístico, sólo puede resultar una cosa, un follón de mil pares de narices   
una maravilla!!!

1º- pintar en tamaño A3 las figuras de un belén para pegarlo en un corcho. ¿Quién se encargaba al final de hacer las fotocopias?
2º- pintar cuatro estrellas con cuatro propósitos diferentes para el curso que viene, una para cada semana de Adviento
3º- pintar un belén tamaño folio como felicitación para las familias
4º- hacer el tema 10
5º- leerles el tema 10 del catecismo
6º- cantar villancicos
7º- repasar los rezos
8º- visitar el nacimiento dentro de la iglesia
9º- ofrecerles un ágape de dulces y chocolates de Navidad

y finalmente recogerlo todo para estar a las 17:30 en el insti.

Lo hemos conseguido!!!

FELICES PASCUAS A TODAS!!! 


lunes, 16 de diciembre de 2013

L.

Esta tarde me he dado cuenta de por qué no logra caerme mal.

Bueno aparte que por razones que no vienen al caso, suelo acabar siempre en el lado de los losers y no estoy diciendo que quien esté a mi lado lo sea. Pero si hipotéticamente hubiera que hacer un reparto más o menos equiparable me tocaría el lado de los losers. Lo asumo.

Pero es que ese pelo negro y esos ojos claros pintados de color turquesa me recuerdan tanto a mi tía Antonia. Me he dado cuenta esta tarde al mirarla  de refilón "se me ha figurado ella" y de ninguna manera alguien que me recuerde de refilón a mi tía Antonia podría caerme mal.

Así que seguiremos observando, a lo lejos, intentando no tirar demasiadas piedras.

Higiénicamente limpio

Estaba taaaaan interesada en volver a mi enésima sesión de evaluación que lavándome las manos, reparé por fin después de x años en el cartelito hecho de una hoja blanca A4 escrita por impresora y metida en un plástico pegado con fiso encima del inodoro. Y al leer lo de mantener higiénicamente limpio el aseo, pensé que era absolutamente redundante pues no conocía otra manera de mantener limpio un aseo que no fuera higiénicamente.

O a lo mejor, el cartel daba licencia para... Nooo, que es broma!!! ;P     

O no.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Sláinte!

Últimamente las cosas no están saliendo como nos gustaría. Y nos es imposible detener el ritmo de nuestras vidas para esperar pasivamente al siguiente contratiempo. Así que estas se han convertido en una carrera de obstáculos con un escaso margen de beneficio. Eso se traduce en la ausencia casi total de ese espacio en blanco donde suelen descansar y regenerarse los pensamientos y que tanto anhelo recuperar. Además, imposible planificar nada por temor a que salga al revés como si desear algo ya supusiera su revocación. Ahí es cuando la mente busca desesperadamente cualquier resquicio capaz de alimentarla de positividad y de esperanza.

Lo que ha sucedido esta tarde cuando una palabra ha bastado para despertar mil recuerdos. Sláinte! Salud en irlandés. Se pronunciaría más o menos "slauncha". Me sentí extrañamente en casa, aunque por motivos obvios me resultara imposible mimetizarme del todo. La bruma de algunas mañanas me trae siempre a la mente la niebla que recubría Gougane Barra. Esa es la imagen de Irlanda que suele acompañarme. Pero hoy, al oír Sláinte! he recordado cómo los irlandeses de Cork me enseñaron a pedir una pinta, a balbucear algunas palabrejas en gaélico, cómo me acogieron a mí más que a los demás, supongo que despistados por mi cabeza pelirroja y mi indefinible acento y la verdad es que me ha hecho mucho gracia. Tanto que he decidido que en cuanto pueda y liquidemos unos cuantos asuntillos de nada, lo empaquetamos todo y nos vamos a vivir a Cork!!

Que pase leve la semana!


El boquete

Ayer hizo un día fabuloso. Pero no fuimos a coger oliva al final.  Por orden del primo Paco. Y nadie discute nunca las órdenes del primo Paco. Es un precepto, algo establecido, en la Jata se hace lo que dice el primo Paco y punto.

Claro que a lo mejor  las cosas hubiesen sido diferentes de haber ido a la Jata. Pero el caso es que ahí donde tenía un lavabo tengo ahora mismo un boquete con una tubería taponada. Y gracias a Dios que encontramos a alguien dispuesto a arreglarnos la tubería a la 7 de la tarde de un sábado. De un golpe certero al grifo para que soltara un poco de toda esa cal que se come las cañerías de pronto un estallido de agua, una fuga monumental.

Lo positivo es que en dos horas conseguimos recuperar el agua corriente. Aunque en lugar de un lavabo ahora haya un boquete. Y he de admitir que por primera vez en todos estos días me fallaron la paciencia y el buen humor. Pero gracias a media botella de Rioja y cuatro kilos de queso, los recuperé casi ipso facto.

En fin. Voy a seguir corrigiendo.

¿Feliz domingo?

viernes, 13 de diciembre de 2013

Los mantecados de mi abuela isabel

El que ayer la batería de mi coche después de casi 6 años de fieles servicios dejara a mi marido aparcado en doble fila frente al estadio tirado es pura casualidad. Y que el parque de atracciones de las Pin y Pon se haya agotado en el Hiperocio también. Y que hayan anunciado lluvias torrenciales repentinas para el fin de semana justo después de haber decidido ir a la oliva es sólo circunstancial.


Peeeeero en esta vida no todo va a ser sufrir, o mejor aún, como en aquella canción de los Monty Pythons "Always look on the bright side of life". Y eso hago nena, ¡todos los días!


Una de las cosas que nos pasan a algunos guiris cuando aterrizamos en esta tierra es esa especie de repulsión que sentimos hacia el fuerte y característico sabor de la comida española, y en particular la sureña de toda la vida. No podéis haceros una idea de lo que supuso para alguien de tan buen comer como yo cambiar los suaves, lechosos y delicados (ya van dos veces en una semana) aromas galos por un trozo chorizo (esto blanco y blando, ¿qué es? y que alguien me explique por qué no hay ni un solo tipo de embutido que no sepa a cerdo), un pimiento verde frito (pero ¿qué gente lo fríe todo en ese apestoso aceite de oliva? Sáquenme de esta cocina por favor!!!), un plato de cocido (¿en serio pensáis que me voy a comer algo donde flota una oreja?) o eso que parece una de mis añoradas galletas bretonas ricas en mantequilla pero, ¿a qué sabe esto? ¿pero qué le habéis echado para que sepa así?? ¿¿¿MANTECA DE CERDOOOO??? Pero ¡¡qué mente demente le echa grasa de cerdo a un dulce!!!!!


Fue una época dura en la que tuve que acostumbrar mi paladar a esta cocina de bárbaros. Y lo hice. Era eso o no comer. (¿Yo no comer? ¡¡Debe haber otra solución!!) Y vaya si me acostumbré.


Los mejores mantecados que yo haya probado nunca fueron unos que compramos en una panadería de Zahara de la Sierra, hechos con aceite de oliva y que resistirían el embate del paladar más exigente. Sin embargo, mi madre siempre nos habló de los mantecados que hacía mi abuela y que eran de lejos los mejores que nunca hubiera comido. Por desgracia, mi abuela nunca le mandó la receta de los mantecados cuando estábamos en Francia. Y luego al volver aquí y con el paso del tiempo, se le olvidó pedírsela hasta que fue demasiado tarde.

Pero me he enterado hoy que gracias a Dios y a Facebook ha contactado con sus antiguas vecinas y amigas de la Argentina y le han mandado la famosa receta!!! Por fin sabremos a qué sabían los mantecados de mi abuela Isabel.



Buen fin de semana!!! :))







jueves, 12 de diciembre de 2013

El intérprete de Mandela

Pero no todo van a ser penurias.

Y ayer me reí. Y mucho. Me suelo reír mucho a diario. No es por nada, es por lo de mi terapia. Pero lo de ayer fue bueno. Ahí estaba, arrinconado en un lado de la pantalla, trajeado, con su acreditación colgando del cuello y gesticulando ante el universo.

No me fijé al principio, ajena a lo que decían en la noticia. Casi nadie se fija en el intérprete de signos. Ni yo tampoco. Te fijas cuando no te interesa lo que te van contando en la pantalla grande, si no estás haciendo mil otras cosas, te fijas si sólo él o ella aparece en pantalla. Y entonces te das cuenta de cómo abre la boca mientras sus manos van contando algo. Su boca también lo cuenta. Los dos órganos están en constante simbiosis, incluso a veces el uno parece querer quitarle la palabra al otro, las dos voces se van superponiendo y además corriendo, a la carrera, contradiciendo lo de que una imagen vale más que mil palabras. Como si el intérprete les estuviera contando otra historia, más complicada, a aquellos sólo que lo entienden, mientras nosotros, los comunes, lo miramos boquiabiertos sin enterarnos de nada.

Pero lo del hombre trajeado con su acreditación del otro día no era lo de siempre. No abre la boca. Apenas si hace uno o dos gestos por cada parrafada que sueltan los ahí discursistas. Siempre con semblante serio. Por cada parrafadas, dos gestos. Dos gestos cuya secuencia se va repitiendo al cabo de un momento. Es por lógica, es un funeral, el de uno de los Hombres de la Historia sí, pero un funeral al fin y al cabo, donde cuesta improvisar. 

Y entonces, de pronto, llamada directa indignada de los únicos que están entendiendo lo que dice el trajeado. ¿Esto qué coño es? ¿De dónde habéis sacado a ese fenómeno? ¡¡Y en qué momento!!!

Y entonces te lo vuelves a mirar, al del traje, y parece como si quisiera emular a los Martes y Trece, al tío de la Vara o a Tip y Coll y te ríes.

Y no es por faltarle al respeto a Mandela, Dios me condene al fuego eterno si lo hiciera, pero ¿a quién se le ocurre?




Amor de madre

Vuelco al estómago en el preciso momento en que dejaba a la peque en gimnasia. 

Inevitable llamada de atención a la seño. 

Reflujo de odio, rabia y voz quebrada.

Ganas enormes de estampar a esa mierda de cuatro años de edad y dos coletas con cuatro pelos de un puñetazo contra la pared. Y sobre todo a su madre.

Minuto de lucidez. Daños colaterales irremediables y molestos.

Hija mía, te daré todo lo que tengo y lo que no tenga, también te lo daré. Pero por desgracia lo que no podré evitar es que tarde o temprano te encuentres con mediocres como esa pequeña mierda de esta tarde. Te prometo sin embargo que cueste lo que cueste te enseñaré a distinguir a la gente que importa de la que no.


PV: Si yo llego a saber lo que duele un hijo, me habría comprado un perro.
  


Tradiciones que se van perdiendo

Primera evaluación del año.

Y quiero saber dónde están mi copita de anís del mono y mis petras.



miércoles, 11 de diciembre de 2013

Gorgonzola

Hoy día en stand-by. Claro que era 11 del 12 del 13, y en fechas mágicas como hoy sólo ocurren cosas extra-ordinarias. A ver, no es que tenga nada en contra de las fechas mágicas, capicúas, consecutivas, ni nada por el estilo, pero después de haber vivido tres fines del mundo fallidas, como que uno pierde la capacidad de sorprenderse por las fechas mágicas en las que nunca me ha sucedido nada extraordinario. No, de hecho lo sorprendente de hoy es que no ha ocurrido nada y eso últimamente es muy bueno. 

El gorgonzola. Me costó admitir que me gustaba más un queso italiano que algunos de mis compatriotas. No, no es fácil haberse criado en el país del queso y admitir una cosa así. Pero es tan untuoso y a la vez tiene ese punto de sabor duro y fuerte de los quesos azules pero sin llegar a molestar mis delicadas papilas gustativas. Sí, para algo que tengo delicado, lo tenía que decir. El gorgonzola es para mí una absoluta delicia.

Y ¿por qué ahora?
Porque he comprado gorgonzola esta tarde y eso sólo me ocurre en los casos extremos de estrés extremo. Y creo que en apariencia ni yo soy consciente de mi estado de estrés extremo, al contrario, me encuentro demasiado bien, pero al comprarme ese trozo de queso, mi subconsciente me está intentando decir algo.

Sí. Cuando estoy estresada, como gorgonzola, o en su ausencia, cualquier otro tipo de queso. Sí.

Bueno. 

¡Buenas noches!

martes, 10 de diciembre de 2013

Día 10

Rescatamos el pedido el sábado a las 9:53 de la mañana. Puse las reclamaciones pertinentes tanto a la empresa como al encargado que exigí a la empresa que identificaran para denunciarlo. Mentira. Firmé, agarré el paquete y salí corriendo de allí temiendo que algún Seuriano se arrepintiera, saltara por encima del mostrador e intentara arrebatármelo.

Y entonces la suerte se revirtió. Sí. Al menos hasta que ayer sentí de pronto un crack, me quité las gafas y literalmente en mis manos una de las patillas se desprendió. Lo normal. Pero la suerte me acompañaba y no tardé más de dos minutos en encontrar mis viejas gafas. Con las que he ido al insti hoy. Y no recordaba que fueran tan horrorosas. No tenía ya suficiente con todo lo que tenía como para ahora mirarme en el espejo y ver a una tía que además de todo es poco atractiva. Jo. Son horribles, imposibles de mejorar, no digo más. Tan horribles que si no me olvido de que las llevo intento esconder la cara en plan fantasma de la ópera. Y para hablar con la gente es complicado. Sí. Claro, la solución estaba sin duda en haber ido a la óptica esta tarde después de la catequesis. Sí, claro. Siempre y cuando no hubiese llegado a casa a mediodía y me hubiesen comunicado por fuentes oficiales que mi peque tiene pipis. Pipis es una bonita metáfora para piojos. ¡Ay Dios mío! He sido incapaz de twittear algo semejante. Es tan tan... ¡Estigmatizante! ¿Que tiene pipis? Déjame ver. Pues yo no veo nada. ¿Y quién dices que ha dicho que tenía pipis? ¿la maestra de los piojos? Pues yo no veo pipis. Sin duda se trata de una conspiración francmasónica para estigmatizar a una niña por ser la más guapa y la que tiene el pelo más precioso jamás visto nunca. Dios mío, pero qué mal me está sentado la comida. Porque ahora tendré que ir al cole y desenmascararlos a todos. Ven cariño que te mire otra vez. Y de pronto descubro los pipis más minúsculos del mundo mundial. Porque en cuestión de pipis, ya puestos a pillarlos, os recomiendo encarecidamente que pilléis de los grandes, tamaño cucaracha a poder ser, a la hora de quitarlos es más sencillo. Así que hemos tachado el plan "ir a arreglar gafas" por el más apasionante aún de "erradicar plaga encubierta". Y mientras estábamos las dos tiradas en el suelo del cuarto de baño, he visto de pronto claro por qué hay gente que de pronto decide huir. ¿Y quién podría reprocharlo? O en un ataque de locura transitorio, ¿por qué no coger la maquinilla y afeitarnos a todos la cabeza??? No sería la primera. En fin... Que no sólo sigo con las gafas feas sino que ahora encima me pica todo, cabeza, cuerpo, todo. 

¡Maravilloso maravilloso!

El chupón

El domingo, frente a un buen plato de arroz, la conversación tomó un giro repentino hacia un episodio ocurrido hace ya tantos años. Por aquel entonces, estaba yo en CP (de milagro, pues la buena señora maestra no quería que siguiera en aquel curso por no hablar francés) que equivale hoy en día a primero de primaria y una tarde, la señora maestra (un ángel y dechado, ¿o era desecho? de virtudes) interpeló a mi madre al salir del colegio. Al parecer, la que suscribe, elemento peligroso donde los hubiera, le había provocado un hematoma subcutáneo o lo que se parecía más a un chupón a uno de los querubines que interactuaban conmigo en términos de co-compañeros dentro del aula y ni decir cabe que la indignada madre de aquel encanto de niño había ido ipso facto a presentar una queja (era la época preallymcbeal y aún no se estilaba demasiado lo de poner demandas). Mi madre se creció ante la acusadora y negó categóricamente la mayor, convencida como estaba de que su hijita, o sea moi, era incapaz de provocar semejante infamia habiéndome educado ella a mí como lo había hecho. Al parecer, días después de aquel incidente, la maestra pilló in fraganti a aquel niño (y además según recuerda mi madre, poseedor de un diente negro) infligiéndose en el brazo una autolesión similar a la que había provocado mi acusación. Mi madre nunca perdonó a aquella docente tan decente una inculpación tan ligera como injusta atribuyéndola entre otras cosas al hecho de ser extranjeros. Sería todo más fácil si los extranjeros tuvieran siempre la culpa de todo. De dicho episodio, sólo guardo el vago recuerdo de un recreo en el que me escondía detrás de unas niñas que estaban jugando a saltar una comba del elemento que me estaba persiguiendo por el patio para no sé muy bien qué. Ni siquiera soy capaz de recordar a aquella excelsa maestra. En fin... Recuerdos.


jueves, 5 de diciembre de 2013

Calendario de Adviento

Sorpresa del quinto día:

Digamos que después de llamar a Disney donde fui atendida por una chica majísima, caí a los infiernos de Seur donde una señora ha venido a decirme que la opción de entrega contratada por  Disney es la de no dejar ni aviso, ni mensaje ni nada que certifique que ahí ha estado alguien con mi paquete. De hecho creo que esta opción sólo se limita a tener mi paquete metido en un almacén de incidencias durante diez días y devolverlo al remitente. Y si se tratara de algo para mí, ya estaría anulando el paypal y diciéndole a esa chica tan maja de Seur que se metiera mi paquete por donde más gustito le diera pero resulta que se trata de un paquete para las niñas, las mismas que llevan una semana contando los días para que le llegue su paquete así que he vuelto a llamar para preguntar si el paquete estaba de verdad en Huércal-Overa. Porque soy de las pocas personas de la zona que sabe dónde está la oficina de Seur en el polígono industrial de Huércal-Overa, y todas mis visitas con ídem resultado. Sí sí sí , por supuesto que está en Huércal-Overa. Tres cuartos de hora para ir y volver que a las 6 y media la niña (una de ellas) tenía kárate (curiosamente me he dado cuenta de que  siento un profundo respeto hacia los senseis... ¿samuraï en una de mis vidas anteriores tal vez?). El caso es que he metido a las niñas, su mochila, un sandwich, unas galletas, una botella de agua, todo en el coche en cinco minutos y ahí nos hemos presentado. Y ahí no estaba. Y he puesto una reclamación (la segunda que pongo en mi vida) bajo la paciente mirada del buen hombre ahí presente que ha tenido que aguantar toda una retahíla de indignaciones por parte de una sufridora sin una queja. A la vuelta, he vuelto a llamar y me ha asegurado la señora que me ha mandado a Huércal que no me había mandado a Huércal sino a Almería. Total, que (comentarios borrados) y el sábado es nuestra última oportunidad de rescatar ese paquete del infierno de aquel almacén de incidencias. Cueste lo que cueste. 

Y sin nada más que añadir en cuanto a esto respecta, esperaremos expectantes qué nueva sorpresa nos depara el mañana!

Qué diciembre, Señorcico, ¡qué diciembre!

Hace un momento

Acaban de salir volando por la ventana delante de mis narices dejándome desangelada, sin ángel. 

Me han acariciado los labios, rozado con su sabor y apenas he abierto la boca para atraparlas, se han ido corriendo, las he oído reírse. Y es que de tanto cerrar el pico ahora al verme las palabras se mofan y huyen y se escapan.

Pero aquí sigo soñando y esperando a que vuelvan. 

Ubicación

¡Y en tus antípodas estoy yo!

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Mejorando por momentos

Según el teacher de sport, o sea el sports teacher, tengo una contusión, lo que se traduce en un bulto morado justo debajo de la articulación y un dedo hinchado del tamaño de un pulgar. De hecho todo el dedo tiene un ligero color a tinta azul. Como si estuviera ya medio gangrenado. Bueno, es en la mano izquierda y yo soy diestra o sea que no pasa nada. Si sigue empeorando, que me lo vean en la Virgen del Mar este puente.

En otro orden de cosas, he descubierto el método Disney para resolver las cosas y me muero de ganas de aplicarlo. Es algo así como recibir un:


"Buenos días,
Me gustaría saber en qué estado está realmente mi pedido. Hice dicho pedido a fecha 21/11. Han pasado muchos días desde entonces y no tengo noticia alguna de dónde puede hallarse. Sólo que está "processed", un término tan vago que no dice absolutamente nada. En cuanto a los métodos de entrega sobradamente pagados ninguna información de ningún tipo, y me encantaría que me informaseis sobre los mismos,
Sin más, reciba un cordial saludo,  "

Y responder con un:

¡Gracias por contactar el servicio de atención al cliente de Disney! Hemos recibido tu consulta y procuraremos contestarte lo antes posible de modo que podamos añadir un poco de Magia a tu día.

Por ser nuestro Guest, hemos creado un número de referencia único: xxxxxxx

Por favor toma nota de este número, si tuvieses noticias nuevas puedes reponder a este email o poner el número de referencia como asunto en futuros emails.

Mágicamente tuyos,

Es fantástico, como estar hablando con algún personaje disney! Me ha encantado y además es bastante efectivo porque con tanta magia y tanto amor, a ver quién es el guapo capaz de volver a echar mano de su mala leche. No veo el momento de ponerlo en práctica.

Os dejo, que desde que tengo el nuevo cargador, he perdido mi icono de notificación de energía, me dicen que me lo activarán en cuanto esté disponible, en fin, un disparate, he de suponer que una cosa está ligada con la otra. Como todo en esta vida, lo despreciaba y ahora que no lo tengo, lo echo en falta. 

Bye bye, y feliz miércoles!!!

martes, 3 de diciembre de 2013

La lesión

Si cuando digo que diciembre ha empezado cojonudamente...

Y pensar que todo ha sido por culpa del mal olor.

18:00: la articulación interfalángica de mi dedo anular izquierdo está tan hinchada que apenas puedo doblarla. El simple roce me duele. Pero la mente es sabia y ha anulado cualquier actividad programada para las próximas veinticuatro horas dejando el dedo completamente aislado. Al parecer ahora sólo cabe esperar a que se deshinche. O se gangrene, según-

Por cierto, es una pena que  a nadie parezca importarle mi dedo. Y eso que lo he publicado en twitter a ver si alguien se apiadaba de mí. Pero nada. Nota mental. Apuntarlo en mi lista de cosas que echar en cara.

16:00: dolor que va intensificándose en el dedo. Apenas puedo doblarlo. Hasta el viernes no vamos a Almería. Mal asunto como empiece a hacer cosas raras del tipo hincharse por ejemplo.

14:25: el dedo ha dejado de doler tan intensamente. Podemos seguir jugando al voley. Sólo molesta con el contacto. Con que no toque nada, en un par de horas se habrá calmado.

14:20: salto a por la pelota, estiro el brazo izquierdo y lo rozo con la punta de los dedos de la mano izquierda. Dolor intenso en las extremidades al frenar el balón. Me lo toco de todas las maneras, intento doblarlo, lo aprieto, que es el método científico fiable para comprobar si la lesión es grave. El dedo se mueve con dificultad, pero se mueve. No está roto.

14:10: me lo estoy pasando en grande. He metido cinco o seis puntos directos con mi saque. Hace 17 años no jugaba así. O al menos el concepto que siempre he guardado de mí es el de una ridícula patosa. 

13:58: estamos por fin dentro. Nos han dejado un balón de voley. Hace exactamente 17 años que no juego. Desde aquel verano en que participamos en un torneo interpueblos. Estaba Oria, Arboleas.. ¿Quiénes eran las terceras? ¿Zurgena? ¿Partaloa? Mierda. No me acuerdo. Acabamos las terceras de tres, ganamos un set durante todo el campeonato. E íbamos en las fiestas de San Roque con los pies blancos y la marca de los calcetines de entrenar las tardes de aquel verano en las pistas del nuevo colegio. Me lo pasé bien.

13:54: Luis está en clase. Mis nenes que saben más que yo insisten en esperar, que se van para las pistas y que nos vamos a poder quedar. Esperamos pues. 

13:53: pasamos al lado de las ventanas de dirección y de secretaría y a mí, yo que siempre fui buena, me da miedo que salga alguien a echarme la bulla. Lo dicho, siempre fui buena. Obediente con las leyes. Todas. Y sufro mucho en estas situaciones. Pero no hay moros en la costa. O al menos que asome. Nos vamos al pabellón pues.

13:52: pero mis alumnos deciden que mejor que la calle es el pabellón. Y como yo nunca mando, allá que vamos.

13:51: entro en el aula de apoyo. La peste me echa para atrás. Ya no sólo huele a sucio sino a comida retestinada o cualquier otra cosa que fue en algún momento orgánico. Al parecer algunos han decidido ahorrar en gel ahora que hace frío. El olor podría acabar con el estómago más duro. Ahí no hay quién viva. Decido que nos vayamos a la calle.

13:50: estamos en las escaleras del edificio del Mármol. Veo a Álvaro y a María del Mar remoloneando.  Los llamo cariñosamente, esto literalmente. Me encuentro con Indalecio. Nos metemos para adentro y subimos para el aula de apoyo que es la que nos toca en alternativa. Los últimos de los últimos.

13:48: espero sin muchas ganas de estar allí, hoy menos que ayer pero más que mañana, seguro, a la salida del edificio central a que aparezcan mis siete fantásticos. A ver lo que vamos a hacer hoy en alternativa. No llegan. No sé dónde coño se han metido. Por fin aparecen Jesús y Sergio. Vamos al edificio del mármol.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Diciembre

Pues la verdad es que ha empezado de aquella manera, por nada gordo en concreto sino por una serie de pequeños detalles, de la clase de morralla de las hijoputeces que irritan sin doler, que pican pero no tanto como para poder quejarse, y que a la larga minarían la moral del más optimista sin que este lograra atisbar el proceso. 

No, no ha empezado como esperaba que lo hiciera después de un noviembre regular solamente, como suele serlo noviembre en general, no sé por qué me empeño año tras año en querer un mes por el simple hecho de que sea mío cuando a todas luces no es ni de lejos recíproco.

Al final he borrado la entrada esa que generó en un día 99 visitas franchutas. Y su copia también. Sin haber entendido todavía qué podía tener de tan apasionante el flechazo entre un muñeco de nieve de plástico y la que suscribe. Ya se lo explicaré todo a Papá que empieza a sospechar que estoy "insane". 

Y ayer y para empezar bien este diciembre, me cargué el cargador del portátil que me ha durado trece meses, menos aún que el anterior. No sin antes asustarme por si el daño era mayor. Y hasta aquí se puede leer. Pero me da igual. Ningún gitano quiere buenos principios para sus hijos, y si hay algo que uno aprende con el tiempo es a ser paciente, que tarde o temprano las aguas acaban volviendo a su cauce. Y yo no tengo prisa.

Feliz lunes!!! :))

domingo, 1 de diciembre de 2013

OOOOHHHH

Me he levantado a las once. Sí. No era probablemente el mejor día para hacerlo. Lo reconozco. Diré en mi defensa que soy bastante comedida en lo que a horas de sueño respecta no excediéndome nunca de las ocho horas recomendadas y la primera sorprendida al ver el reloj he sido yo.

Uno de los motivos por los que quería aprovechar al máximo el domingo es que me acucia la necesidad de acabar mi proyecto y el encogimiento drástico de mis horas dominicales dificulta en demasía ya la tarea como para estar pendiente de la dichosa maquinita franchuta y sus ganas de cachondeo con una entrada imbécil.

Así que como estos gabachos me sigan tocando la moraldanga, no respondo de lo que pueda pasar en las próximas horas.

Un saludo,

Connard

Íbamos los cinco en el coche por las calles de Saint-Priest, recién llegados la noche anterior allá por el verano de 2005, cuando mi padre repentinamente, he de suponer que por la emoción de reencontrarse con aquel lugar, se saltó inopinadamente y sin querer un pasopiatones (o de cebra) donde un hombre mayor que llevaba puesto un gorro afgano (detalle curioso que ha perdurado en mi memoria a través de los años), le increpó con un alto, claro y seco "¡Connard!".

Y desde entonces, aquel vocablo "connard" ha quedado como un homenaje y una referencia de la amabilidad franchuta, esa palabra que suena tan bien en guiri y que podría aplicarse a casi todo, una de esas palabras que se han transformado con el paso del tiempo en coletilla de la memoria íntima y colectiva familiar. 

A la maquinita franchuta que se puso ayer a visitar mi blog compulsivamente subiendo a los altares una entrada un poco sosa, sin ningún motivo en particular, después de obligarme a borrar dicha entrada porque a mí los spams y las maquinitas tienen el complicado don de ponerme de los nervios, sólo me quedaría una cosa por decirle:

CONNARD


sábado, 30 de noviembre de 2013

Atardecer

El ocaso estaba rojo de sangre hace un rato y juro que no ha sido producto de mi imaginación. Me da rabia no llevar siempre encima una cámara capaz de contaros todo aquello que veo. Pero os aseguro que lo he visto y que el cielo estaba prendido en la línea del horizonte donde muere el sol, presa de un incendio devastador de tamaño gigantesco y de un rojo tan intenso que por un momento la imaginación ha tenido miedo de encontrarse allí.

Y al instante después, todo se volvió gris.

Variabilidad

No estoy satisfecha con lo que escribo últimamente en este blog. Lo admito. Creo que soy capaz de hacerlo mucho mejor. Y menos mal que borro la mitad de los posts que escribo. 

Odio mi inconstancia. Sí, esa es la palabra. Siempre lo he sido. Desde que tengo conciencia. Me encantaría ser lineal. Creo que es el estado perfecto de todo. La linealidad. 

Sin embargo, como tampoco sé de otra manera de progresar que intentándolo una y otra vez hasta que salga, seguiré escribiendo entradas tontas. Sorry!

Buen finde!!

Vulnerabilidad

No soporto dejar a la vista mis debilidades, llamémoslo cobardía o un miedo extremo al dolor.

El espíritu de la Navidad

Puede darte en la situación más insospechada, de una manera tan simple que resultará boba, o puede que pase un año y tú esperándolo y finalmente nada. El caso es que es casi imposible predecir el momento en el que el espíritu de la Navidad te va a dar su bofetada.

Estaba yo esta mañana esperando mi turno para sacar dinero en el cajero cuando accidentalmente me he cruzado con la mirada redonda, negra y plástica del enorme muñeco de nieve hinchable que estaba atado a la reja de la ventana de la heladería que en esta época del año vende sus turrones. Diversificarse o morir dicen. Me ha sonreído y de un flechazo su espíritu me ha poseído.

Mirada atontada de atontolinada felicidad con sonrisa tonta incluida en el paquete y una extrema amabilidad hacia todas las cosas.

Total, que ya está aquí, ya llegó por fin la Navidad.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Efemérides

Tal día como hoy nació hace unos cuantos años una compañera del gremio, lo que acaba de corroborarme que noviembre es un mes ilustre e imprescindible. ¿Sabéis cuánta gente conozco que haya nacido en noviembre? Es bárbaro!!

9.999 visitas al blog (de las cuales he de agradecer un razonable 50% a los spams americanos y bielorrusos, y un 20% a Papá, gracias pues a todos), más de 500 entradas, cinco trienios recién cumplidos, que son como quince años en esta empresa, y unas cuantas cosas más!

Por todo ello, ¡FELICIDADES!

Pasos para poner una sonrisa en la cara (II)

Desde hace unas semanas alguien se dedica a poner fondos de escritorios varios en los ordenadores de la sala de profes. Total, que cuando inicias los ordenadores y acostumbrados como estábamos a los aburridos cutrefondos de escritorio de siempre, te llevas una grata sorpresa y no te queda más remedio que sonreír. Todavía no sé quién es nuestro benefactor, pero gracias!! Hoy toca los hermanos Marx, genial!!

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Del amor y del desamor

He de confesar que en algunas ocasiones veo muertos... Nooooo, pero siempre me quedo con ganas de decir algo así. Venga, empezaremos de nuevo. Toma 2.

He de confesar que en algunas ocasiones me siento cohibida cuando se habla de según qué temas. Como hoy en la conferencia de esa chica que ha publicado ya dos libros (todo el mundo publica, creo que soy la única persona en el mundo que queriendo hacerlo no publicará nunca y eso resulta muy frustrante) sobre desamor.

Mis pensamientos me han convertido de pronto en una mezcla británica de Hugh Grant con Miss Marple absolutamente fuera de lugar. La escuchaba decir algunas cosas y mi parte Hugh Grant estaba tentada de contestar confusamente y tartamudeando un "no- no exacta- eso no- pssss- creo que-" mientras mi parte Miss Marple permanecía impasible pensando "no está permitido a las señoras con una situación ecosentimentalofamilioprofesional estable opinar sobre este tema". Porque como todo el mundo bien sabe, las señoras con una SEE sólo se dedican a cultivar geranios y cocinar apple pies. Sería absolutamente impropio que una señora con una SEE hablara de pasión, locura, desgarro, abandono o pena. Y si una señora con una SEE quisiera desbocarse un poco, siempre puede leer las cincuenta sombras de Grey o mandar guarrindonguerías a su grupo whassap de señoras con una SEE. Además, ¿qué entenderán las señoras con una SEE de amor, felicidad o de nada que se le parezca?

 A veces me pregunto si soy la única persona en el mundo en tener pensamientos absurdos tan profusos.

Luego sin embargo, al hojear el libro, me he serenado al comprobar que todo me sonaba y que entendía cada frase.

En fin, que he dejado a una septuagenaria con un cuchillo de matanza en el Ayuntamiento y mañana tenemos examen de lengua y de mates.

Buenas tardes!

martes, 26 de noviembre de 2013

Conversaciones de por la mañana (II)

- Hoy toca el adviento.
- ¿Y eso qué es?
- Las cuatro semanas que estuvo embarazada la Virgen. Es cuando hay que poner a la virgen embarazada en el Belén.
- Yo eso nunca lo he visto.
- Yo tampoco. De hecho no conozco a nadie que haya celebrado el adviento.
- Ni yo tampoco.
- Que me ha tocado el grupo de las catequistas más listas.
- ¿Y se puede comer pescado?
- ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? Dice mi padre que después del adviento viene la cuaresma.
- ¿Y tu padre estuvo en los curas?
- Bueno, sí. Y hay que poner cuatro velas de cuatro colores diferentes. Pero todavía no me sé ni para qué son ni qué colores son. Tengo que buscarlo. Esta tarde cuando vuelva de la reunión con la monja, qué coñazo de monja, creo que si las escogieran con dotes para las relaciones públicas, como unas azafatas de la Iglesia, habría más gente en misa, qué pesadilla de mujer, y eso que hemos conseguido quitárnosla tres semanas al mes, porque mis catequistas hablaron con el cura, pero claro una vez al mes hay que aguantarla y la reunión promete ser laaarga, muy muy larga, porque claro como no sabemos leer, pues nos lo tiene que leer todo, como si nosotras no supiéramos leer, en fin, cuando vuelva de la reunión, pondré a la pequeña a escribir sus apellidos. La Gabriela sabía escribirlos con tres años y medio y esta va para cinco y no sabe. Están dando la letra cereza, que es como una G pero al revés. ¿Y si la niña fuera disléxica? Escribe las letras al revés.
- Y yo que pensaba que la virgen había estado embarazada nueve meses.
- Es por lo de la paloma. Yo la próxima religión que tenga será de las que no te obligue a hacer nada.
- Métete a musulmana que ya verás.
- No, me refería a una religión como más agnóstica... Voy a despertarlas.


lunes, 25 de noviembre de 2013

El secuestro

No he logrado aún encontrar una explicación convincente a los hechos acaecidos la semana pasada. Yo misma me hallo aún en estado de convalecencia y he de sobreponerme a un tentador adormecimiento para relatar lo sucedido como parte de una terapia que me he autoimpuesto.

Mi casa ha estado secuestrada durante una semana. Por un virus. No exactamente el virus de la peli "Virus", sino más bien un virus de los llamados "virus de 24 horas" de los que convierten los cuerpos en fontanas de-... cosas-...  fluidas durante 24 horas, de ahí el nombre. Ya me entendéis. La portadora de ese virus virulento fue cómo no la peque con ese maniático apego suyo por toda clase de bichejos. Y que no diga mi ilustre médico (ilustre entre otras cosas porque ha escrito más libros de los que voy a escribir nunca a este ritmo) y esto lo digo seriamente muy muy cabreada, que estos virus son los de toda la vida porque no recuerdo haber pillado tantos virus (un plural flexivo como víruses o incluso uno desinencial como viri habría resultado mucho más atrevido enriquecedor y no tan aburrido como lo es el español en general) en TODA mi vida. 

En mi época uno se ponía malo del estómago una de dos por un exceso de acetona o dos porque la dueña de un bar que no voy a nombrar tuvo la brillante idea de servirnos unas salchichas que había descongelado unas cuantas veces,  pero no porque un enfermo te tosiera encima. Estaban el sarampión, la varicela, las anginas, las paperas, la gripe, los resfriados, incluso la famosa apendicitis pero jamás oí hablar de un virus intestinal de 24 horas. ¿Y cuál es el propósito vital de algo que te pone enfermo  sólo durante 24 horas? ¿cachondearse? ¿joder pero sólo un poquito? Su existencia es tan absurda y ridícula como este post.

Mi casa ha sido secuestrada durante una semana por un virus y lo peor no es esa pesadumbre tan inoportuna como inexplicable que me ha invadido durante una semana (porque no tenía bastante con ovulaciones y menstruaciones noooo, qué va!!!) sino que me ha secuestrado mi esencia. Llevo una semana que no me la encuentro. Mi preciosa genuina adorada imprescindible propia admirable malograda fina ingeniosa y sutil ironía. Poff!! Ya no está!! Llevo una semana sin poder sacarme una frase de las que me hacían



 en la cabeza y que me hacían feliz a mi manera. Una semana sin disfrutar de mi gracia natural. Sospecho que nadie se ha dado cuenta aún. Se ríen de cosas que digo que no tienen la más mínima gracia por costumbre y hábito. No sé si lograré recuperar mi esencia antes de que nadie se percate del injusto hurto del que he sido víctima. Y lo peor es que no sé si sería capaz de enfrentarme a un futuro sin ella. 

Ay.

Buenas noches!

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Sonrisa

A veces, no siempre, pero sí de vez en cuando, a una noche horribilis le sigue un día no tan horribilis.

Y a veces basta una palabra, o dos, para poner una enorme sonrisa en la cara.

¡Buenos días! ¡Ja! :))

martes, 19 de noviembre de 2013

Una hora al sol

El viento polar de ayer ha amainado por un rato hoy. Aquí se le llama polar a cualquier cosa que haga que el termómetro baje de los 15 grados. No, jamás nos acostumbraremos al frío. Y eso que todos los años es la misma historia, con las mismas obviedades, el mismo echar de menos el calor cuando ya no se tiene así como casi todo. Hablando de frío, dicen que mañana volverá. Pero a última hora unos cuantos rayos de sol se han engallado entre tanto gris  y no ha hecho falta mucho más para quedarnos al sol. Última hora, alternativa, por una vez, qué más da, a quién le puede molestar, y si molesta, qué.

Una hora al sol, tirados en el suelo, para recuperar la perspectiva nublada por una tonta pesadumbre que no se sabe muy bien de dónde procede con tantos o ningún frente abierto o puede que alguno.

Una hora al sol fuera del mundo y tirados en el suelo, hablando de todo y de nada, a gusto, mañana huelga, no tendremos francés, así que nos volveremos a ver el jueves, a quinta hora, en alternativa, los siete más una, si Dios quiere. Lástima que vuelva el frío mañana.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

Le fardeau des mots

Le fardeau des mots qui ne se prononceront plus.

Le fardeau des mots qui simplement n'arriveront jamais.

le fardeau de ceux qui tout à coup s'échouent contre le silence,

de ceux qui s'enfuient en laissant derrière eux un goût brûlant et amer.

Le fardeau des mots des autres qui blessent d'une lame invisible que l'on ne pourrait jamais avouer qu'à soi-même.

Le fardeau des mots, ma seule douleur, mon seul répit.

Fichu caractère

Sí, cariño, tu madre tenía un sacré caractère. Lo mismo le daba por coger y tirarle al suelo todos los  caramelos que había recogido en la piñata aquella cría que le había estado calentando el cuerpo a todos los niños en aquel cumpleaños como por picarse de la forma más tonta por la autovía con un cuatro latas cargado de niñatos de FP. Lo cierto es que le daba de pronto, nunca nadie pudo predecir el cuándo ni el porqué. Tenía lo que llaman comúnmente por aquí un carácter de mierda.

Irracionalidad

Exigir más de lo que uno está dispuesto a dar a cambio.

¡Absurdo!

L'école buissonnière

Esta tarde he hecho pellas (o novillos, fa lo stesso, ambos términos son absolutamente mediocres en cuanto a sonoridad y a sentido). Pero no se lo digáis a nadie por favor.

El no hacer lo que los demás esperan que hagas se encubre tan fácilmente como poner una amplia sonrisa que borre cualquier rastro de culpa de la cara y de improcedencia en la mente del otro. 

Puede que lo haya hecho porque necesitara una tarde de no hacer nada después del chute de santidad/religiosidad de ayer que se acercó peligrosamente a la sobredosis. Lo de tener que explicarles a unos críos de 7 años que tenían el Mal primigenio impreso en el ADN porque una tía decidió montárselo con una serpiente me produjo una pequeña descarga en la cabeza y por supuesto que no lo expliqué. Me niego a hacerlo. Cuestión de principios. Podría alegar que esta mañana el despertador no sonó, que me dejé sin saberlo el CD de la parte de comprensión oral del examen en casa, que al final no hubo simulacro de incendio, que el escaqueo de las guardias me produce náuseas, que el tiempo ha cambiado en cuestión de horas a malo y se ha puesto una tarde de perros, que no me apetecía hacerme 250 km para oír un rollazo y malgastar mi tarde, y sobre todo que me ha salido un grano de acné que no pornofo del tamaño de Nebraska en plena cara, y todos y cada uno de estos argumentos serían ciertos e irrebatibles. Pero simplemente no he ido porque no.

Porque uno no puede ser bueno y correcto y hacer lo que los demás esperan de uno indefinidamente. Porque entonces es cuando surgen los problemas y uno acaba reventando. Así que de vez en cuando es bueno saltarse las normas y cometer algún que otro pecaíllo. 

Buenas y lluviosas tardes!! ;)


Los Millares

Nos hizo buen día. Un día espléndido de sol sin calor.

Los restos blancos de las murallas y de las chozas resaltan y se desparraman sobre un promontorio de cerros y laderas irregulares. Durante la hora que estuvimos vagando entre sus ruinas, no conseguí descubrir ningún punto desde el cual dominar todo el yacimiento: detrás de cada cerro aparece un nuevo trozo de muralla o una nueva casa ahora casi ausente si no fuera por el plano de piedras blancas que ha quedado dibujado sobre el suelo pardo y ya seco para la eternidad. Es una sensación rara, extraña, sentarse sobre los restos de aquellos muros milenarios, acariciar el mortero con el que quedaron eternamente soldadas sus piedras, en la más absoluta y solemne soledad de un lugar donde sólo parecen haberse mantenido en pie unas cuantas tumbas convexas. Cinco mil años. Hemos perdido el poder de sorprendernos, el exceso de modernidad nos lo ha corrompido tal vez, pero ahí estábamos, cinco mil años después, intentando imaginar en silencio la vida en aquel poblado ahora extinguido. Estando ahí, lo único que recuerda a nuestra civilización es la vega del Andarax que corre muchos metros más abajo donde se ven algunas viviendas entre el verde de los bancales como si de un oasis se tratara. Pero aún así, como está tan lejos ahí abajo, parece que no sólo unos metros sino siglos de historia nos separaran de aquel barranco. Ese mortero que ahora acaricio y que sigue uniendo las piedras de color blanco fue amasado por unas manos no muy diferentes a las mías. Y hace un rato, viendo el vídeo, me ha asombrado el número de defensas ingeniadas y la amplitud de las murallas. ¿Qué era aquello que tanto miedo les generó que toda su vida giró en torno a defenderse de ello? Y ¿por qué se fueron después de tanto defender, por qué la huida fue finalmente el único recurso que les quedó? la soledad de los Millares te invita a reflexionar, reflexionar y pensar, pensar que para que ahora esté aquí escribiendo, tuvieron que ser ellos primero. Ellos existieron y por eso existo yo ahora. Y sin embargo, no creo que en el fondo fueran muy distintos de lo que yo soy.

Principios

Si hay algo que no quieras hacer, simplemente no lo hagas.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

De Fargo (o del hombre desestructurado)

Como ya advertí anteriormente, después de aquella sobredosis de machoman a lo buscoaJacq's, mi cuerpo serrano sentía la imperiosa necesidad de cargarse de positividad mujeril y una cosa llevó a la otra y así acabé anoche viendo por enésima vez Fargo.

Y esta mañana me he levantado como nueva. Y contenta. Lo cual últimamente es en si un logro.

Qué difícil me resulta siempre escribir elogios. Tan difícil como hacer la pelota, lamer culos o chupar mmm, ya sabéis, cosas... (a elegir). Y esto no es nada por lo que sentirse orgullosa. Porque hay cosas y personas que merecen ser elogiadas. Hay que ver. Con lo poco que me cuesta criticar. Y eso que me callo. Eso debería darme qué pensar. Pero no me apetece ahora.

I love Fargo and I love Marge. Con toda esa sangre, sus tropecientos asesinatos truculentos, su mezquindad, su aberración, su frío, su gris, me encanta!!! 

Yendo esta mañana para Macael y pensándome esta entrada, me preguntaba el por qué. Y de pronto los vi a todos: el poco hombre, el autoritario, el mezquino, el raro, el putero, el cortito, el sinvergüenza, el asesino, el acosador, desastres, espantos... ¿el marido? se libra un poco por contigüidad porque por lo demás... Y de pronto en medio de todos ellos  destaca una mujer, tan embarazada, paciente, dulce, profesional, sencilla, correcta, valiente, eficiente y tan vecina del cuarto.

Como una versión gore del "sonrisas y lágrimas" más cute, un decir "tú puedes, porque no sólo es lo que debes sino porque es lo que quieres hacer", y si entre tanta sangre, el mensaje final es tan bonito , pues yo por ella, como twittean mis alumnas, me derrito.

Sonrisa.

A por lo que queda de miércoles!!!



Convicción

Sólo conozco dos formas de hacer las cosas: hacerlas bien o no hacerlas.

martes, 5 de noviembre de 2013

Y ocurrió...

Llevaba un año temiéndole. Realmente ignoro lo que mi mente no más perturbada que de costumbre esperaba que ocurriera, una especie de aniquilación de algo, un exterminio, un fatal desenlace, NO.LO.SÉ, pero de tanto rememorar mentalmente la funesta fecha, de tantas cuentas atrás efectuadas, del derecho y del revés, que de pronto me ha quedado un relajo al darme cuenta de que no ha ocurrido absolutamente nada. 


O puede que sea cierto el rumor que llegó hasta mí aquel día de hará ya quince o veinte años, cuando para asombro mío, esa buena vecina y amiga de mi madre cuyo nombre vamos a obviar, me preguntó con insistencia y reiteración cuál era mi fecha de nacimiento y se puso a contar con los dedos y delante de mí los nueve meses que habían transcurrido hasta entonces imagino que para averiguar si había sido engendrada antes o después de la boda. Puede que realmente fuera gestada un año antes y escondida en un baúl mientras mi madre viajaba de soltera con aquella pareja de paisanos a modo de carabina en el crucero que la llevaba de Buenos Aires a Barcelona para casarse. 


Claro, ahí está. Eso explicaría que me haya antecedido exactamente doce meses a una crisis que no ha dejado tras de si más que la vuelta del viento y un agorero dolor de muelas pues por lo demás todo sigue igual o más tranquilo incluso.


Ya pasó. Ahora a llamar al dentista.


(PD: espero que no les dé un soponcio a mis padres cuando lo lean. Ha sido mera especulación en busca de una posible respuesta. ¡Buenos días!!!)

lunes, 4 de noviembre de 2013

Mi amiga del parque

Ayer por una de esas casualidades de la existencia, me la encontré en la cola para subir al gusano. Iba comiéndose de la barbe à papa (algodón de azúcar) y al verla sonreí. Pero no nos saludamos. El compartir un rato de parque juntas a comienzos de verano no nos otorgaba la confianza suficiente como para saludarnos. Habría sido raro. 
 
Aquella tarde, una de esas en las que a las ocho todavía es de día, busqué refugio en un banco a la sombra desde el cual podía no perder a las niñas de vista mientras buceaba en mi wiko. De pronto, se me planta al lado una niña, dos o tres años mayor que las mías, con esa mirada extraña de ojos agrandados por los cristales de sus gafas de hipermétrope de pasta azul eléctrico. La miro de reojo, tan poco acostumbrada como estoy a que se me acerque nadie y sin qué ni por qué, empieza la niña de los ojos agrandados a hablarme. "Es que son demasiado chicas para mí" refiriéndose problablemente a las bandadas de niñas que corren de un lado para otro ante nosotras, y acto seguido se saca una muñeca de no sé dónde, de la que me es imposible recordar el nombre pero sí que ella me lo dijera y empieza a peinarla mientras me pregunta sobre mis hijas. No me queda más remedio que contestarle, lo contrario habría sido una descortesía por mi parte, cuando de repente aparece un niño con la misma mirada gigante, el pelo tan tieso y castaño como el de su hermana pero mucho más corto y aparentemente más joven que ella que se me planta delante y me pisa un pie. Mi nueva amiga me informa de que se trata de su hermano,el cual no habla ni una palabra pero no se inmuta ni un ápice mientras me pisa. La niña sigue con su interrogatorio por unos minutos hasta que no lo resisto más y le pregunto en un tono neutro al niño la razón por la cual me está pisando. Me mira con esa mirada extraña y retira el pie. Creo que entonces fue cuando vino otra bandada pero esta vez de mujeres a por los dos hermanos. 

Pues ayer los vi a los dos. Se subieron en el vagón de delante junto con otro chico de la edad de él, a lo mejor un primo también portador de gafas, y el joven encargado de los tickets tuvo que acercarse a ellos unas cuantas veces antes de que arrancara la atracción para decirle el niño de la mirada gigante que dejara de agarrar los muelles gigantes a modo de antenas del gusano.


domingo, 3 de noviembre de 2013

Neologismos adolescentes

Al otro lado del espejo, en mi pequeño universo personal, están mis alumnos y su particular inventiva para crear vocablos. Y eso me encanta y siempre me pone una sonrisa en la cara. En diez años, hemos ido del Paco bueno, al salvaje, pasando por el demonia de rigor, hasta llegar al actual ok ([ɔk]) pronunciado con la única finalidad de provocar la más honda furibundez en el interlocutor o interlocutora. No lo he entendido hasta hace un par de semanas cuando por fin mis alumnos de tercero han tenido a bien explicármelo. Y ya lo he puesto en práctica con mucho éxito. Anuncio que en estos últimos días en los que han vuelto los exámenes "en serio" suena con fuerza amargación. Y es un término que me encanta como me encanta ese proceso de creación y surgimiento de la palabra, esa que los decrépitos y polvorientos académicos de postín intentan controlar, dogmatizar e instituir y que sin embargo  surge con la naturalidad más simple en mi pequeño universo.