jueves, 19 de abril de 2012

El camarote de los hermanos Marx

No me digáis que no soy buena escogiendo títulos. De hecho, si existiera la posibilidad de dedicarse laboralmente al oficio de poner títulos, sería probablemente una de las profesionales más demandadas. Ayyy (suspiro)... Hélas, qué difícil es seguir imprimiendo de humor estas palabras cuando tienes la cabeza en otra parte y estás de "humeur maussade". No sé si confesarlo. Y a quién puede importarle. Hoy mi señora alemana no me ha visitado, la única que ha visitado este blog desde el principio, y es duro, durísimo perder a tu primer y único casi seguidor. Y si al menos me hubiese explicado qué hice mal, habría intentado arreglar las cosas, pero se marchó y me dejó sola, así, sin decirme nada ni darme ningún tipo de justificación. Y eso es muy duro. Y sufro. Me gustaría tomarme un café con Groucho Marx. Creo que eso paliaría un poco mi tristeza y la ausencia de mi única seguidora. No sé si es una mujer pero no veo muy bien a un hombre metiéndose voluntariamente en un blog llamado "El Blog de Rosita".
Volviendo al tema, que me lío, creo que el camarote lo llevo en la cabeza, y salvando las distancias en casi todo, pues se haría complicado encontrar algún tipo de correlación entre lo de esta tarde y dicho camarote, lo que prometía ser un baño relajante para recargar mi malgastada energía (en términos movilísticos, llegado al jueves, me queda una barrita en el marcador de la batería) se transformó de repente en lo que de repente mi imaginario tradujo por un camarote de los hermanos Marx trasladado al cuarto de baño de mi casa.
Intimidad. Por lo visto, es una palabra desprovista de sentido en esta casa. Momento, me siento y espero a que se caliente el agua y se llene un poco la bañera, momento llega la peque con su "mami, quítate que iba a hacer yo pipi". Momento se va, momento me desnudo y me meto, momento vuelve. Momento se baja de nuevo los pantaloncitos,  sube peligrosamente a la tasa del váter y manteniendo un exiguo equilibrio se pone a hojear "La Conjura de los Necios". Momento "Gabriela, llama a tu padre que la Isa ha hecho popo y yo estoy disfrutando de mi baño y no voy a salir a limpiarle el culito". Momento entra mi Gabriela "¿Qué has dicho?" Momento lo repito, momento sale, momento entra mi marido, tira la niña el libro y papi limpia culito. Momento se van. Momento entra mi Gabriela "Mami, ¿cuándo vas a salir para jugar conmigo a las pinypons?" "Ya mismo salgo". Momento sale, y momento vuelve la pequeña al ataque, momento se asoma a la bañera, momento se lo piensa, sale, entra, momento decide que se va a meter también, y momento empieza la imposible tarea de quitarse la ropa. Ese momento dura un poco más que los demás, hasta que me apiado de ella, y llamo a mi Gabriela. A todo eso sigo metida en la bañera, relajándome observando momentos. Momento entra mi Gabriela, momento que se lo explico, momento en que entre resoplidos y quejas, Gabriela consigue quitarle la ropa a su hermana. Momento se mete la peque. Momento se va Gabriela, y le grita a su padre que la pequeña se ha metido en la bañera, momento se oye una respuesta que no logro entender, y momento vuelve al momento. Momento "¿Cuánto te falta? Estoy sola para jugar". Momento enjabonamiento, momento en que mi Gabriela duda si meterse ella también, y bajo la amenaza de que el baño relajante se prolongue al infinito, momento en que decido que se acabó el baño relajante por hoy, y me salgo por fin. Como dijo John Lennon, la vida es todo aquello que pasa mientras estás disfrutando de un baño relajante.
Ich liebe dich chucrut!

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